?Funcionar¨¢ eso?
Una nueva fase comienza. Las regatas est¨¢n a punto de comenzar, pero antes hemos pasado por un hito durante las dos ¨²ltimas d¨¦cadas: la ceremonia del unveiling. Un momento singular que los dise?adores seguimos con especial inter¨¦s. Por unas horas nos olvidamos de nuestro trabajo para asomarnos al de nuestros rivales antes de volver a concentrarnos en arrancar esa ¨²ltima cent¨¦sima de nudo que puede darnos o quitarnos la victoria.
Y no deja de ser anecd¨®tico que fuera el 1 de abril, equivalente en el mundo anglosaj¨®n a nuestro d¨ªa de los inocentes. Muchas cosas han cambiado desde que en 1983 un barco fuera el primero en derrotar a los americanos. El Australia II, con una quilla revolucionaria, mantuvo oculto su secreto tap¨¢ndola con unas faldas de lona cuando estaba fuera del agua hasta despu¨¦s de su victoria en Newport, momento en que mostraron al mundo su barco desnudo.
Nadie acierta plenamente en todas las ¨¢reas y nadie se equivoca del todo
Casi 25 a?os despu¨¦s, hablamos de un deporte con una competitividad muy superior y en el que la tecnolog¨ªa es fundamental. Los equipos ocultan sus mejores armas al tiempo que intentan averiguar las de los dem¨¢s. De ah¨ª el inter¨¦s en cubrir y disimular todo aquello que se pueda: ap¨¦ndices y cascos. Y no se ocultan porque sean m¨¢s importantes que las velas o el m¨¢stil, sino porque hacerlo con ¨¦stos ser¨ªa impracticable.
Todos esperamos ver sorpresas. Pero para los dise?adores se va m¨¢s all¨¢. Se nos muestra en qu¨¦ han estado trabajando los equipos y se nos permite especular sobre los resultados. Al tiempo, con sentimientos encontrados, nosotros mismos ense?amos ad¨®nde nos han llevado muchas horas de trabajo. Tras descubrirse los barcos comienza un largo paseo por las bases, tomando fotos y tratando de observar los dem¨¢s desde todos los puntos de vista posibles, tratando de ver detalles que podr¨ªan pasar inadvertidos.
Vemos de todo: quillas, bulbos, alertas, timones, cascos, m¨¢stiles..., siempre con la curiosidad anticipada de averiguar si alg¨²n competidor ha decidido usar una soluci¨®n especialmente radical. ?Funcionar¨¢ eso? ?Valdr¨¢ la pena probarlo? ?Nos da tiempo? ?Ser¨¢ de verdad? A veces, tan s¨®lo viendo soluciones que tras probar hemos descartado. Resulta interesante ver c¨®mo los dise?adores llegamos a las mismas conclusiones a veces y en otras a soluciones distintas.
El hecho es que nadie acierta plenamente en todas las ¨¢reas y nadie se equivoca del todo. Incluso los m¨¢s d¨¦biles tienen un equipo de competentes ingenieros. Siempre hay posibilidades de aprender algo. Como defensor hay 11 equipos cuyo objetivo es derrotarnos y que ponen en ello todo su talento.
Familias, ni?os, paseantes y curiosos se aventuran en un mundo inaccesible para ver de cerca estos f¨®rmula 1 del mar pregunt¨¢ndose por qu¨¦ se invierte tanto tiempo y dinero para acabar con barcos tan parecidos. Aparentemente.
Hemos visto todo un universo de ap¨¦ndices y cascos. Estamos saturados y listos para sentarnos y sacar conclusiones entre los dise?adores: evaluar el potencial de cada barco y considerar qu¨¦ hemos aprendido de un largo d¨ªa observando toda una variedad de formas y colores. Y sin ninguna sorpresa may¨²scula. Podemos volver a nuestro trabajo. Quiz¨¢s algo de lo visto nos ayude. Quiz¨¢s algo de lo que ense?amos ayude a otros. La ¨²nica respuesta la encontramos cuando los barcos comiencen a ganar o... perder.
Manuel Ruiz de Elvira es dise?ador del Alinghi.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.