Cristo se llama Mario G¨®mez...
Orusco ensaya una Pasi¨®n viviente que involucra a centenares de vecinos de casi todas las familias del pueblo
"La cruz estaba bien anclada al suelo, pero de repente empez¨® a pender y caer hacia adelante. Jes¨²s de Nazaret ni se inmut¨® y los centuriones romanos consiguieron sujetarle antes de devolverle a su sitio. As¨ª, la procesi¨®n pudo seguir sin incidentes...". Al menos tres versiones coinciden. Los vecinos de Orusco de Taju?a, localidad de 1.200 habitantes del este de la regi¨®n, recuerdan cada an¨¦cdota como un acontecimiento. Sobre todo, cuando hablan de la Pasi¨®n viviente. Y de la "valiente" interpretaci¨®n que el a?o pasado ofreci¨® Mario G¨®mez, de 29 a?os, desde hace cuatro protagonista de una celebraci¨®n que involucra a centenares de vecinos y a casi todas las familias del pueblo, y que el s¨¢bado cumplir¨¢ 20 a?os.
"Lo hablamos, lo vivimos, lloramos de verdad y lo sentimos", dice Jos¨¦ Huertas
"Tengo cuatro hijos y s¨¦ lo que significa ser madre", dice Catalina, que hace de la Virgen
Ninguno de los 160 actores de la representaci¨®n ha frecuentado academias de arte dram¨¢tico. Son comerciantes, amas de casa o estudiantes y, sin embargo, se toman muy en serio la interpretaci¨®n y act¨²an en directo. "Lo hablamos entre nosotros durante todo el a?o, lo vivimos, lloramos de verdad y lo sentimos", asegura Jos¨¦ Huertas, alias ap¨®stol Pedro, coordinador de la Asociaci¨®n Cultural El Peral. A pesar de la lluvia, ayer por la ma?ana empezaron a "vivirlo" y culminar los preparativos decenas de personas. Antonio, Miguel y Jos¨¦ se atareaban en la plaza de la Constituci¨®n para montar tres carpas destinadas a alojar un "mercado de Jerusal¨¦n". ?De Jerusal¨¦n? "Es un mercado de artesan¨ªa y productos t¨ªpicos preparados por la Asociaci¨®n de Mujeres del pueblo", comenta el alcalde, Adolfo Rivas. "Como los rep¨¢palos, dulces con leche y canela", remata Antonio.
En Orusco no hace falta buscar a la gente. "?Catalina! Mire, aqu¨ª tenemos a la mism¨ªsima Virgen Mar¨ªa", apunta Rivas. Catalina Villalba Mart¨ªnez sale del supermercado y cruza la plaza con los paquetes de la compra. Casi no necesita ensayar, porque lleva 14 a?os interpretando el mismo papel. "En realidad, no soy de aqu¨ª, aunque me han adoptado".
Catalina naci¨® en Albacete y vive la mayor parte del tiempo en Madrid, en el Puente de Vallecas, sin embargo, aqu¨ª se siente en casa y es toda una instituci¨®n. "Su marido ayudaba en el mantenimiento de la cancha de f¨²tbol y ella ha sido casi una madre para todos los chavales que iban al campo a jugar", a?ade el alcalde. ?Por qu¨¦ la Virgen? "Pues, porque tengo cuatro hijos y s¨¦ lo que significa ser madre", asegura Catalina. "Me imagino lo que tendr¨ªa que sentir Mar¨ªa". "Catalina podr¨ªa haber sido una gran artista", remata Huertas.
La representaci¨®n de la Pasi¨®n viviente de Orusco, articulada en 24 escenas, involucra al menos a un miembro de cada familia. Y, como suele ocurrir en los pueblos, todos conocen a todos. "Todo el mundo, por una raz¨®n u otra, acaba sinti¨¦ndose vinculado", explica Huertas. El bar del pueblo, el quiosco, la casa consistorial, la farmacia, el supermercado... Cada instituci¨®n participa de alguna manera. "A lo mejor, el Viernes Santo van cuatro a misa, pero luego el espect¨¢culo religioso del s¨¢bado est¨¢ abarrotado de gente", bromea Rivas. Y precisamente para contentar a los vecinos y los madrile?os que suelen pasar el fin de semana en Orusco, el Ayuntamiento este a?o ha querido tirar la casa por la ventana. Las celebraciones han costado unos 6.000 euros, 2.000 m¨¢s que las ediciones anteriores. La asociaci¨®n El Peral ha encargado el dise?o de la escenograf¨ªa, entre otros, al restaurador Jer¨®nimo Echeverr¨ªa, quien trabaj¨® durante 10 a?os en Siena (Italia) tallando los adoquines de las calles del casco antiguo de la ciudad del Palio. El artista Jos¨¦ Terr¨®n se ha ocupado de la decoraci¨®n, al tiempo que la organizaci¨®n ha renovado el equipo de sonido e iluminaci¨®n. "Todo nuevo", aseguraba ayer el alcalde ense?ando orgulloso las ¨²ltimas adquisiciones.
La Pasi¨®n tambi¨¦n ha sido una oportunidad para que los ni?os del pueblo aprendieran algunas nociones de pintura y artes pl¨¢sticas echando un cable en la construcci¨®n de las escenograf¨ªas y de los telones de fondo. Ante uno de ellos, Mario G¨®mez ser¨¢ el maestro de ceremonias de uno de los milagros m¨¢s amenos de Cristo: la transmutaci¨®n del agua en vino durante las bodas de Can¨¢. Sin embargo, en lugar de las vasijas b¨ªblicas, Orusco ha adaptado para la ocasi¨®n la fuente de la plaza principal, enfrente de la casa consistorial, de la que a las 20.30 manar¨¢n unos 50 litros de vino casero y dar¨¢ inicio a la procesi¨®n.
Como en todo espect¨¢culo de teatro, despu¨¦s de actuar y representar el serm¨®n de la monta?a, el camino al santuario, la crucifixi¨®n y la resurrecci¨®n, habr¨¢ una cena para los participantes. La ¨²ltima ocasi¨®n para ense?ar los trajes de la Pasi¨®n: telas elegidas con esmero y "confeccionadas a mano", apunta orgullosa Catalina. "Aunque la verdad es que mi hija ha preferido comprarse uno", concluye Rivas. Cuesti¨®n de generaciones. Lo importante es participar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.