Trist¨¢n Ulloa: Del desnudo al pudor
Su papel m¨¢s conocido es el de escritor, en Luc¨ªa y el sexo, la pel¨ªcula de Julio Medem, y ahora acaba de dirigir, con su hermano David, Pudor, basada en la novela del peruano Santiago Roncagliolo, editada por Alfaguara. En la pel¨ªcula de Medem, Trist¨¢n Ulloa permite a su cuerpo la rebeli¨®n de lo imp¨²dico, y en esta que dirige ahora junto a su hermano aborda el pudor como asunto. Le buscas en Google y antes de llegar a lo que se dice de ¨¦l en espa?ol hay una caterva inmensa de referencias en ingl¨¦s: aquella pel¨ªcula le catapult¨® a la mitolog¨ªa del f¨ªsico, como si no s¨®lo se le desnudara en el filme, sino que se le desnudara ya para toda la vida. ?l, en persona, cuando se sienta a hablar, cuando se levanta para saludar, cuando se excusa para ir al ba?o, cuando bebe de una botella de agua tibia, cuando junta las manos para darse calor o confianza, es m¨¢s un personaje t¨ªmido, retra¨ªdo, estrictamente pudoroso que el que ha alcanzado las faldas de esa mitolog¨ªa.
"Los artistas deben dar su opini¨®n. A m¨ª me asusta que estemos en el mismo manique¨ªsmo de hace 40 a?os"
"No s¨¦ de d¨®nde vienen esos miedos. A m¨ª me cuesta mostrarme tal como soy, parezco m¨¢s antip¨¢tico y fr¨ªo"
Un tipo normal de 37 a?os, hecho en el extranjero, en Orleans (Francia), y recriado en Galicia y en Madrid, apasionado por el teatro y por el cine. Ha hecho muchos papeles en el cine; ha trabajado con Salvador Garc¨ªa Ruiz (Mensaka) ?a quien admira por encima de todas las cosas?, con Alejandro Amen¨¢bar (Abre los ojos), con Jaume Balaguer¨® (Los sin nombre), con Juan Luis Iborra y Yolanda Garc¨ªa Serrano (Kil¨®metro 0), con ?lvaro Fern¨¢ndez Armero (El juego de la verdad)? Pr¨¢cticamente en todos esos papeles ha sido un hombre reconcentrado, interior, como en El l¨¢piz del carpintero, de Anton Reixa, a partir de la novela de Manuel Rivas, que hace del doctor Abarca, un m¨¦dico acosado por el franquismo?, y en esa misma pel¨ªcula de Medem est¨¢ pose¨ªdo por una intimidad que le contiene y que defiende como un tesoro que tambi¨¦n duele. La verdad es que cuando le encuentras, sentado en un sill¨®n de un hotel de Madrid, imaginas que puede ser mucho m¨¢s chico que como aparece en las pel¨ªculas; un tipo sonriente y retra¨ªdo que ha sido agigantado por las fantas¨ªas del cine. Pero cuando se levanta es, de veras, un hombre gigant¨®n, m¨¢s grande que el que se ve en pantalla.
Como esta industria, por otra parte, fustiga la imagen de los que hacen promoci¨®n, y en este momento ¨¦l la est¨¢ haciendo porque ahora se va a estrenar su primera pel¨ªcula como director, uno imagina que tiene poco tiempo, o que te lo va a dar sin implicarse demasiado. Pero no es as¨ª, ni mucho menos. Consumimos m¨¢s de una botella de agua, nunca dio la sensaci¨®n de que ten¨ªa la mente en otro sitio, y s¨®lo terminamos cuando se acabaron las cintas para grabar. Despu¨¦s se levant¨®, dio la mano desde su altura y se fue caminando un poco como Gary Cooper, sin mirar atr¨¢s; un reflejo m¨¢s de la timidez que le aparece por sus ojos y que est¨¢ presente en todo su cuerpo como una malla de pudor.
De mucha sinton¨ªa. Pronto descubrimos que tenemos muchas cosas en com¨²n, a pesar de que ¨¦l es de Lima y nosotros somos espa?oles, aunque no puedo decir de qu¨¦ ciudad? Mi hermano y yo hemos vivido en Galicia, nuestra familia vivi¨® exiliada en Francia, ahora Madrid? En fin, quedamos un d¨ªa con Santiago, fuimos a un restaurante italiano, y enseguida parec¨ªa que quien nos vend¨ªa la moto de hacer la pel¨ªcula era ¨¦l a nosotros, y no al rev¨¦s? Le da la vuelta a todo, es muy ir¨®nico?
?Qu¨¦ le hab¨ªa interesado en el libro?
Hab¨ªa algo en la esencia de Pudor en lo que me sent¨ªa muy reconocido, y tambi¨¦n se sent¨ªa reconocido David. Es una historia dom¨¦stica, sobre una familia que no se comunica? No importa que la historia ocurra en Madrid, o en Lima, o en Gij¨®n? A m¨ª me lleg¨® la idea de la necesidad de sentirnos queridos o amados, aceptados con todos nuestros defectos; que todas nuestras debilidades fueran expuestas en carne viva me atra¨ªa mucho.
?Se ha sentido personaje del libro en alg¨²n momento?
S¨ª, pero no porque me haya ocurrido nada de lo que pasa en la novela, y en la pel¨ªcula no hay ning¨²n detalle que sea autobiogr¨¢fico? A todos nos pasa mucho de lo que sucede en el libro. Vivimos bajo un mismo techo; para bien o para mal, nos toca vivir con esa gente que son realmente tus padres y tus hermanos, y cuando pasa el tiempo aspiras a que te acepten los que est¨¢n a tu alrededor? Y te vas dando cuenta de que a veces es m¨¢s complicado contar cosas a tu familia que a gente de fuera?
Una pregunta que me ha trasladado Roncagliolo: ?c¨®mo abord¨® la figura del ni?o 'voyeur' que hay en la novela?
El concepto visual de la pel¨ªcula es m¨¢s de mi hermano; de ¨¦l viene esa sensaci¨®n que quer¨ªa trasladar al espectador, que se sintiera siempre en primera fila, siguiendo la historia como un testigo privilegiado de la intimidad del personaje? Muchas veces logramos ese acercamiento colocando obst¨¢culos f¨ªsicos ?una puerta, una ventana, una cortina? que, una vez superados, ya dan la sensaci¨®n de que uno se convierte verdaderamente en un voyeur. Jugar con ese miedo a acercarnos a esos momentos de much¨ªsima intimidad, como si nos diese de veras pudor. Yo creo que la clave de toda la pel¨ªcula es el pudor, tanto para realizar como para actuar. Pudor, contenci¨®n. Siempre estamos conteni¨¦ndonos en todo, como si cualquier grito nos molestase y tuvi¨¦semos miedo de ser demasiado efusivos.
?Le pasa a usted, ese pudor?
Siempre nos estamos conteniendo. Pero ?hasta cu¨¢ndo nos podemos contener, hasta que la presa rompa sus compuertas? Al final siempre se produce esa ruptura, y se hace necesaria esa catarsis, porque hay tanto agarrotamiento que ya no sabemos c¨®mo actuar.
Hay algunas im¨¢genes en las que esa ruptura del pudor funciona como una met¨¢fora: una ducha, una cortina, un espejo, unos desnudos?
Tanto en la realizaci¨®n como en la m¨²sica y en la interpretaci¨®n se ha buscado eso, jugar con los estados de ¨¢nimo de los personajes creando una atm¨®sfera que permita que el espectador se meta en ese ¨¢nimo, a veces en funci¨®n de la c¨¢mara fija y a veces haciendo que la c¨¢mara se mueva y adquiera su propio nervio? Hay una escena, en el mercado, en la que la protagonista [Elvira M¨ªnguez] expresa abiertamente ese desconcierto que busca la c¨¢mara: ella est¨¢ rodeada de gente, siente n¨¢useas, se encuentra desplazada, ha perdido un tren de vida, se ha recluido en casa para cuidar de su propia familia, de sus hijos, ?y todo para qu¨¦? Ahora se encuentra con m¨¢s de 40 a?os, y ¨¦sta es su vida? Ayer lo hablaba con unos amigos: ?qu¨¦ dif¨ªcil es cuidar a los hijos! Cambiamos nuestras vidas por nuestros hijos, cuando lo hermoso ser¨ªa que nuestros hijos se acoplaran a nuestras vidas? Claro, lo dice alguien que no es padre.
?Todo eso que cuenta en la pel¨ªcula lo ha visto alrededor?
En esencia he visto mucho de eso, en nuestra casa, en nuestra familia. Pero insisto en que no creo que sea autobiogr¨¢fico lo que cuento. Aunque reconozco casos de familias o de amigos que guardan cosas sin resolver, que se ven incapaces de cont¨¢rselas a sus compa?eras o compa?eros. No creo que todo el mundo viva de esa forma, pero la incomunicaci¨®n nos agarrota hasta un punto en que impedimos que la familia nos conozca.
En ese sentido, 'Pudor' es un viaje a muchos de los asuntos de la vida.
La muerte, el sexo. Partes imprescindibles de la vida. Muchas veces se quiere proteger al espectador de esas realidades. ?Por qu¨¦ hay que lavarle la cara a eso con lo pol¨ªticamente correcto? Ese viaje a la vida, con todas las consecuencias, es una manera de contar de verdad lo que nos pasa, de hacerlo sin pudor.
La falta de pudor se vio ya en 'Luc¨ªa y el sexo', en su caso como actor. ?Piensa que acaso hab¨ªa tantas cosas expl¨ªcitas en esa pel¨ªcula de Medem que se ocult¨® lo que hab¨ªa dentro?
Yo creo que no viv¨ª esa pel¨ªcula como la gente piensa que uno vive cuando trabaja en pel¨ªculas as¨ª. Para m¨ª fue una pel¨ªcula muy especial porque supuso una inflexi¨®n en mi carrera. Yo nunca hab¨ªa hecho escenas de cama antes, o casi nunca, y me resultaba natural hacerlo as¨ª; yo no me planteaba si se hab¨ªa hecho antes de una manera o de otra? Es m¨¢s, yo hab¨ªa hecho otras pel¨ªculas m¨¢s osadas que la de Julio; por ejemplo, Intimidad, de Patrice Chereau, en la que la actriz le hace una felaci¨®n verdadera al actor? Al margen de eso, Luc¨ªa y el sexo no me supuso nada violento. Era parte de una historia de amor. Cuando se conocen dos personas, lo que m¨¢s predomina en esas dos personas son el deseo y el sexo. En el caso de esa pel¨ªcula, lo natural era que hubiera sexo; evitarlo hubiera quedado francamente ?o?o.
Otra pregunta de Santiago Roncagliolo: ?c¨®mo abord¨® usted la escena de sexo de las dos adolescentes?
Con naturalidad, como hicimos con el tema de la muerte? La muerte est¨¢ ah¨ª, nos cuesta aceptarla. Para darle m¨¢s naturalidad todav¨ªa, el que se enfrenta con ese asunto es el ni?o, que es el que m¨¢s coquetea con la muerte a lo largo de la historia? Creo que en nuestra cultura no sabemos hacernos con la muerte, parece que se tenga que morir alguien cercano para que la veamos al fin de frente; la queremos apartar porque nos molesta. Con el sexo pasa algo parecido. En este caso, el despertar sexual de una adolescente tiene ante s¨ª todas las posibilidades abiertas. No es que haya tendencias homosexuales o l¨¦sbicas, que todo es posible; se desarrolla una batalla hormonal, y en medio de esa batalla se dan todas las confusiones que uno pueda imaginar. Es una edad terrible, en el buen sentido y en el no tan bueno.
Rudyard Kipling dec¨ªa que el triunfo y el fracaso son dos impostores. Como la vida y la muerte.
Yo creo que la muerte es lo que le da significado a la vida. Me gusta pensar que la muerte nos da toda una vida de ventaja; ya que estamos aqu¨ª vamos a aprovecharla.
?C¨®mo vive usted la vida?, ?y la muerte?
A veces se me olvida que vamos a morir, y es bueno olvidarse. Perder esa conciencia no est¨¢ mal de vez en cuando, y recuperarla tambi¨¦n est¨¢ muy bien. Si la gente fuera consciente de nuestra fragilidad, de que a la vuelta de la esquina puede estar la muerte, viajar¨ªamos m¨¢s, leer¨ªamos m¨¢s, ser¨ªamos m¨¢s tolerantes y m¨¢s felices.
En un 'chat' con admiradores suyos, uno dijo que en usted hay una gota de tristeza.
No s¨¦ si es de tristeza o es de perderme? Me pierdo mucho, y cuando me pierdo se me va la cabeza, incluso hablando se me va. Me meto en jardines de palabras, soy muy distra¨ªdo, me cuesta mucho concentrarme. Me lo dec¨ªan en el colegio: cuando estoy hablando, e intento discurrir, se me abren muchas v¨ªas del discurso. Debo de tener alg¨²n problema con las conexiones de las neuronas, no s¨¦. Yo creo, en fin, que es m¨¢s un problema de distracci¨®n que de melancol¨ªa. Me abstraigo mucho. Y me concentro sobre todo con el karma de los personajes que me ofrecen.
?Cu¨¢les le ofrecen y cu¨¢les rechaza?
Los primeros personajes que haces te marcan mucho. El primero importante que tuve fue con Salvador Garc¨ªa, en Mensaka? Creo que ese personaje ten¨ªa mucho de Salvador? Y despu¨¦s he interpretado, en cierto sentido, a Julio Medem? Son personajes cercanos, y me gusta hacerlos. Pero creo que estamos en un mercado y somos valores, y parece que a los productores y directores les cuesta ofrecernos papeles que no parezcan de nuestro registro. Piensan que somos un grupo de gente mimada y demasiado bien pagada, que s¨®lo somos capaces de abordar un registro.
?Y eso es envidia?
Creo que s¨ª. En lo econ¨®mico, de todos modos, discrepo; no creo que estemos bien pagados. La mayor¨ªa trabajamos una vez al a?o, o una vez cada dos a?os, y ese dinero que ganas te lo tienes que administrar. En general, se tiene a los actores como ni?os mimados, o tontos y repelentes.
El endiosamiento se da en todos los universos art¨ªsticos.
Seguro. Yo entiendo esto como un oficio, es una carrera tan de fondo que me va a dar tiempo de hacer de todo; voy a hacer mucha mierda, y de vez en cuando, s¨®lo de vez en cuando, har¨¦ algo que merezca la pena. Admiro profundamente a actores como H¨¦ctor Alterio, Michael Caine o Max von Sydow; gente que ha trabajado toda la vida, a veces en pel¨ªculas mal¨ªsimas, pero ellos siempre han estado dignos? Una vez le escuch¨¦ decir a Alterio que el mejor trabajo de un actor debe ser el que est¨¢ haciendo en ese momento, ya sea una serie o el anuncio de un detergente. A veces pienso que sobrevaloramos lo que hacemos y nos damos demasiada importancia. Yo estoy por desmitificar esta profesi¨®n, quitarnos de encima lo que nos hace repelentes de cara a los productores y parte del p¨²blico.
Tambi¨¦n se les critica ¨²ltimamente si adoptan una determinada postura pol¨ªtica?
Cada ciudadano tiene la responsabilidad de implicarse desde su sitio en la sociedad, y si nuestro sitio es ¨¦ste, tenemos que hablar desde donde estamos. Estoy de acuerdo con que cualquier artista emita una opini¨®n o un juicio.
?C¨®mo ve usted este pa¨ªs?
Me asusta, porque veo que estamos en el mismo manique¨ªsmo de hace 40 a?os; todo es blanco o negro, malo o bueno? Me asusta que una manifestaci¨®n acabe con el himno nacional, como un signo identificativo de una parte de Espa?a.
De la buena.
Exacto. Como si ese himno o esa bandera fueran patrimonio de una parte de Espa?a, contra la otra. Es de todos los espa?oles, a pesar de que, con perd¨®n, esa bandera y ese himno han costado muchas vidas; pero, vale, porque ya se ha institucionalizado, pero no seamos sectarios? Me preocupa el manique¨ªsmo que lleva a hilar tan fino con las pancartas de las manifestaciones; acu¨¦rdese de aquella contra ETA, que si iba o no iba la palabra libertad. La verdad es que tocan un poco los cojones. Siempre va a haber motivos para discrepar, no somos una naci¨®n homog¨¦nea, no tenemos por qu¨¦ serlo. Hablamos idiomas diferentes, que no son dialectos, ?por qu¨¦ no aprovechamos eso, por qu¨¦ no acaba esto en un federalismo? Aprovech¨¦moslo.
Usted proviene de una familia exiliada. ?C¨®mo se ha ido haciendo?
Mis abuelos fueron exiliados republicanos en Francia. Mi abuelo era hijo de una buena familia de derechas, y ¨¦l era un poco la oveja negra; se hizo republicano, estuvo en el frente de Barcelona y huy¨® por Francia. Lleg¨® a Francia en una ¨¦poca en que a los espa?oles les llamaban ping¨¹inos, porque iban todos en fila india y eran bajitos. Le toc¨® currar en los campos de trabajo bajo la ocupaci¨®n nazi, en una f¨¢brica de armas. Mis abuelos por parte de padre son emigrantes gallegos de la misma ¨¦poca. Unos y otros fueron a parar a Orleans, al centro del pa¨ªs. Mis padres se conocieron all¨ª. Poco antes de morir Franco, mi padre tuvo que venirse a hacer el cuartel; yo ten¨ªa cuatro a?os, y aqu¨ª nos vinimos.
?Le marc¨® el viaje de sus padres a la tierra de origen?
Pude mamar de dos culturas, yo no sab¨ªa si era espa?ol o franc¨¦s. Ahora s¨¦ que soy espa?ol. En la vida cotidiana en Espa?a me dec¨ªan que era franc¨¦s, y en Francia me dec¨ªan que era espa?ol, y yo reivindicaba lo contrario en los dos sitios. Mi abuelo, que estuvo 40 a?os en el exilio, se pas¨® hablando en Francia de lo maravilloso que era Espa?a, y cuando por fin se acab¨® su exilio, muri¨® Franco y decidi¨® volver a Espa?a, renegaba del pa¨ªs que se hab¨ªa encontrado. "?Vaya mierda, qu¨¦ han hecho con este pa¨ªs!". Hablaba de lo bien que se hab¨ªa portado Francia con ellos? Siempre hemos vivido de renegar un poco de los dos pa¨ªses. Es c¨®mico, y bonito tambi¨¦n.
?Y de d¨®nde es usted, ahora?
Yo soy de donde vivo, y ahora mismo soy de Madrid. Aqu¨ª tengo mi vida.
Una vida con su madre.
S¨ª, est¨¢ muy cerca, siempre. Pero tambi¨¦n tengo la vida con mi padre. Con ¨¦l la relaci¨®n fuerte es m¨¢s reciente. Con mi madre, esa relaci¨®n es m¨¢s constante; con mi padre es m¨¢s visceral.
?Qu¨¦ hacen ellos?
Mi madre ha hecho de todo. Hay mucho en ella del personaje de Elvira M¨ªnguez en Pudor? Yo creo que en ese matrimonio hay mucho de nuestros padres. Los hijos se van, y ?qu¨¦ has hecho en la vida?? Ella siempre se ha buscado su vida. Ha trabajado en hosteler¨ªa, en una empresa de exportaci¨®n e importaci¨®n; ha sido escultora, y su actual pareja es pintor. Le encanta el arte. Y ahora quiere ser actriz, se meti¨® hace cinco a?os en una escuela de teatro. Es actriz amateur y ha descubierto que le gusta. Desde que se separ¨® ha probado sus posibilidades art¨ªsticas, y con cincuenta y poco se ha metido a estudiar teatro? ?Todos los padres van a ver actuar a sus hijos, y yo voy a ver a mi madre!
?Y su padre?
Siempre fue economista, pero en el fondo siempre quiso ser director de cine. En la ¨¦poca de la Escuela de Cine, en la que entraron Trueba y compa?¨ªa, necesitaba ser mayor de 21 a?os, y ¨¦l no lo era. Y se meti¨® en Econ¨®micas. Ha sido un triunfador en todo lo que ha hecho como economista: agente de Bolsa, asesor financiero?, pero creo que a ¨¦l le hubiese gustado tirar para otro lado. Bueno, fueron padres muy j¨®venes, me tuvieron con 20 a?os; mi padre estaba haciendo el cuartel, y mi madre, currando? Lo han hecho m¨¢s que bien.
Es curioso que los dos quieran o quisieran hacer lo que hace usted: cine, teatro?
Hostia, es verdad. No lo hab¨ªa pensado.
?Y ahora c¨®mo es esa relaci¨®n del hijo maduro que tiene una vida que a ellos les hubiera gustado?
Cuando me decid¨ª a ser actor me cost¨® decirlo, porque me parec¨ªa un acto de osad¨ªa por mi parte, siendo como yo era. "?Si a ti te entran ataques de ansiedad hablando con desconocidos!", me dec¨ªa mi padre? A los 18 a?os me costaba enfrentarme al hecho de hablar en p¨²blico. La primera vez que fueron a verme en el teatro ?yo estaba en un grupo universitario?, fue uno de los d¨ªas m¨¢s felices de mi vida. ?Era como salir del armario! Mi padre nunca me hab¨ªa visto en un escenario, y era como decirle: papa, soy gay, ?m¨ªrame! Pues ser actor era como ir en contra de mi forma de ser, como salir del armario.
Tendr¨ªa que trabajar mucho para vencer la ansiedad de estar ante el p¨²blico?
Sigo trabajando en ello. Sigo teniendo esa ansiedad. El otro d¨ªa fui a un concierto de Nancho Novo, el protagonista de Pudor, ?y me sac¨® a escena! Me temblaban las piernas, y lo pas¨¦ mal. Uno siempre tiene el miedo de encontrarse al diablo detr¨¢s de la puerta? No s¨¦ de d¨®nde vienen esos miedos; ser¨¢ miedo de no gustar, miedo de parecer lo que no soy. A m¨ª me cuesta a veces mostrarme tal como soy, parezco m¨¢s antip¨¢tico y fr¨ªo de lo que soy realmente.
Al ponerse tras la c¨¢mara, ?ha cambiado su percepci¨®n de los directores?
He trabajado con veinte directores, y s¨ª, este trabajo me ha servido para entenderlos m¨¢s. Me ha servido para ser m¨¢s transigente con unos y con otros; creo que a veces hay que ponerles en su sitio, para escucharles, para desmitificarles. Dirigir, actuar y escribir son tres formas de contar una historia. Me ha gustado ser actor, y me gusta tener actores a mi cuidado, porque puedo entender el miedo y las inseguridades que un actor puede pasar delante de una c¨¢mara. Ha sido una hermosa experiencia.
?Ya sabe cu¨¢l es la clave de este oficio?
Creo que a medida que pasa m¨¢s tiempo, m¨¢s inseguridad tienes respecto a lo que es de veras este oficio. Nos dedicamos a hacer pel¨ªculas, no salvamos vidas. Nuestro trabajo es entretener, y a veces pensamos que nuestro trabajo es mucho m¨¢s que eso.
?Por qu¨¦ decidi¨® pasarse a la direcci¨®n?
De una forma muy natural. Lo hablaba mucho con mi hermano David; hicimos un corto en su d¨ªa, y especulamos sobre la posibilidad de hacer una historia larga? Nos gustaba la idea de contar la historia de un individuo que est¨¢ solo y rodeado de gente, solo; no es nada nuevo, lo abordan I?¨¢rritu, Winterbottom, Haneke?, muchos, y nosotros tambi¨¦n est¨¢bamos atra¨ªdos por el tema. La gente me ha preguntado si es una moda ser director. Para m¨ª es de lo m¨¢s natural que un actor se quiera pasar a dirigir.
?En qui¨¦n se fija a la hora de dirigir?
Hay un director por encima de los dem¨¢s, del que he aprendido mucho no s¨®lo a nivel profesional, sino a nivel humano, Salvador Garc¨ªa Ruiz, con el que hice Mensaka y Las voces de la noche? Me parece un tipo de una gran humildad y de una gran honestidad. No le ha ido bien del todo comercialmente, pero creo que es uno de los mejores directores de actores de este pa¨ªs, quiz¨¢ el mejor. He aprendido mucho de Ic¨ªar Bolla¨ªn, de Manuel Huerga, de Julio Medem?, pero si me preguntan con quien me gustar¨ªa repetir una y mil veces dir¨ªa que con Salvador Garc¨ªa Ruiz.
Valora mucho la humildad?
S¨ª, nos llenamos mucho la boca con la palabra humildad, pero creo que somos falsos humildes. A veces los actores quieren ser seres intocables. Y toda la vida hemos sido en realidad bufones?
Dirigiendo, ?su hermano David ha sido un factor de humildad o de reafirmaci¨®n?
Somos dos hermanos muy amigos, nos lo contamos absolutamente todo, pero muchas veces no tengo la conciencia de que estoy con mi hermano. A veces con gente de tu familia hay barreras que no cruzas nunca? Y en ese sentido, mi hermano es amigo, con ¨¦l no hay barreras. Tenemos afinidades culturales, nos hemos criado juntos, hemos visto el mismo tipo de cine, hemos le¨ªdo a los mismos autores? Le llevo seis a?os, y es verdad que le he descubierto muchas cosas, pero es verdad que le hemos dado la vuelta a la tortilla, y ¨¦l ha pasado a ser el hermano mayor. Tiene una cultura muy vasta, muy audiovisual; est¨¢ informad¨ªsimo, y a m¨ª me da lecciones de todo, incluso de forma de ser. Tenemos caracteres muy distintos; podemos llegar a ara?arnos trabajando, pero siempre llegamos a ese punto en que nos hallamos felices de ser dos y tener cuatro ojos.
?Qui¨¦n pone qu¨¦?
?l pone bastante la cabeza y yo pongo el coraz¨®n. Son vasos comunicantes.
?Uno solo habr¨ªa hecho otra pel¨ªcula?
Esta pel¨ªcula, tal y como ha quedado, no la hubiese podido hacer sin David. Hay muchas cosas, muchos planos que los veo clar¨ªsimos: s¨®lo los pudo haber hecho ¨¦l; veo su impronta, su sello? ?l la pod¨ªa haber hecho solo?, pero tambi¨¦n le habr¨¦ servido. Yo me he ocupado m¨¢s de los actores y de lo que es la historia en s¨ª. Es lo que m¨¢s me gusta; a ¨¦l le gusta m¨¢s la c¨¢mara, el plano; es un esteta? De ah¨ª nacen algunas de nuestras discusiones: "A ver si por poner bien la c¨¢mara vamos a joder que los actores hagan lo que quieran".
?C¨®mo ve el cine en Espa?a?
Uf. Me hab¨ªa preparado para esta pregunta, pero me cuesta abordarla. En el cine espa?ol somos cuatro gatos, y nos tiramos los trastos a la cabeza. Podemos juntarnos para manifestarnos contra la guerra, y nos cuesta horrores juntarnos para hacer una ley y defender lo nuestro. Por otro lado, la imagen que damos es que somos una panda de amigos vividores que se junta a hacer pel¨ªculas a costa de las subvenciones?
?Y las pel¨ªculas?
Creo que el cine espa?ol es muy osado y se est¨¢ atreviendo con todo. Siempre se nos ha identificado con el drama, y con el cine f¨¢cil, con el humor m¨¢s grueso. Pero creo, sinceramente, que el cine espa?ol no est¨¢ en crisis en el lado de los escritores, de los directores, de los actores. Los que est¨¢n en crisis son los productores y el sistema que maneja las pel¨ªculas, pero no creo que haya crisis alguna a nivel de creatividad. Como en todas partes, no nos podemos dormir en los laureles y decir que nuestro cine es la hostia, aunque lo sea.
?Est¨¢ reflejando la vida?
No todo lo que se podr¨ªa, pero tampoco hay que obsesionarse con eso? Hay algunos que est¨¢n por la realidad, como Fernando Le¨®n o Ic¨ªar Bolla¨ªn, y otros que prefieren hacer un cine m¨¢s de entretenimiento, como Amen¨¢bar o, en otro sentido, Almod¨®var? Y hay cantidad de directores a los que les apetece probar cosas nuevas. El cine del que nos hemos alimentado es el que nos hace buscar un estilo propio? Creo a estas alturas que quiz¨¢ lo que puede salvar el cine es la coproducci¨®n.
Ha hecho algunas referencias al engreimiento de actores y directores. ?C¨®mo se cuida para que no le pase?
Intento valorar honestamente lo que hago. Al margen de lo que piense la gente, yo creo que me gusto en lo que he hecho; pero s¨¦ que no he descubierto la p¨®lvora, es un trabajo. Estoy a gusto con mi esp¨ªritu, pero nada m¨¢s. Creo que hay que quitarle gravedad a las cosas, ni para bien, ni para mal. El punto de equilibrio es muy dif¨ªcil de encontrar. ?sta es una profesi¨®n en la que te dicen que eres un genio y luego te dejan arrinconado.
?Le ha pasado?
S¨ª, y me ha servido de lecci¨®n. Pens¨¦ que esto iba a ser jauja despu¨¦s del ¨¦xito de Luc¨ªa y el sexo. Estuve un par de a?os sin trabajar y no entend¨ªa por qu¨¦. Mis compa?eros de reparto segu¨ªan trabajando, y yo, no. Puede que piensen que quiz¨¢ vas a cobrar demasiado y no te llaman.
?Qu¨¦ le produce esa gota de tristeza que ve¨ªa su 'fan'?
No s¨¦? Igual me pone triste que no te hagas entender. Y tambi¨¦n que no haya matices en la vida, que no se acepten claroscuros, que no se entienda que los humanos somos m¨¢s complejos?
?Qu¨¦ le hace feliz?
Un lugar precioso, un viaje, conocer gente nueva. La felicidad viene por los est¨ªmulos. Me gusta descubrir cosas nuevas.
?Est¨¢ bien ahora, en un buen momento?
S¨ª, no s¨®lo a nivel profesional, sino tambi¨¦n a nivel personal. El vaso est¨¢ medio lleno. Sigo buscando cosas, descubri¨¦ndolas, motiv¨¢ndome. F¨ªjese en gente como Alterio o como Juan Diego: tienen la carrera hecha y se siguen entusiasmando con los proyectos. Me gustar¨ªa seguir as¨ª a esas edades.
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