Un ordenador en las gafas
La tecnolog¨ªa punta permite medir distancias con una pistola l¨¢ser y hablar por las cuerdas vocales
En octubre de 1899, un joven de 25 a?os llamado Gugliermo Marconi viaj¨® desde Bolonia a Nueva York con una m¨¢quina creada por ¨¦l mismo que permit¨ªa la comunicaci¨®n telegr¨¢fica mediante ondas electromagn¨¦ticas. El motivo de su largu¨ªsimo viaje era mostrar su invento en la competici¨®n deportiva m¨¢s antigua del mundo, la Copa del Am¨¦rica de vela. En el puerto de Nueva York, Marconi despleg¨® los hilos de su m¨¢quina e hizo de cronista deportivo en la victoria del barco estadounidense Columbia ante el ingl¨¦s Shamrock, en la d¨¦cima edici¨®n de la Copa. Eran los primeros pasos de la radio y la primera vez que la competici¨®n serv¨ªa de escenario para grandes desarrollos tecnol¨®gicos. M¨¢s de un siglo despu¨¦s, las ondas de aquel ingeniero italiano han dado paso a gafas con un visor que informa de la velocidad del viento y pistolas l¨¢ser que miden al mil¨ªmetro la distancia entre un barco y otro.
Desde que Marconi prob¨® su radio en 1899, la Copa re¨²ne los ¨²ltimos avances cient¨ªficos
Oracle y Victory comparten mejoras con las escuder¨ªas de F-1 de BMW y Red Bull
Como la f¨®rmula 1, la Copa del Am¨¦rica re¨²ne los mayores avances tecnol¨®gicos aplicados a cada parte del barco. Desde las velas, tejidas con carbono negro, el mismo que emplea la industria militar para la fabricaci¨®n de tanques, hasta los pinganillos que utilizan los tripulantes. Los del Desaf¨ªo Espa?ol, por ejemplo, est¨¢n dise?ados en Catalu?a mediante moldes de los pabellones auditivos de cada regatista y equipados con una altavoz seg¨²n la intensidad de su voz. M¨¢s modernos son incluso los sistemas de comunicaci¨®n del Victory Challenge, sueco. Sus tripulantes llevan adherida una petaca al hombro y un micr¨®fono pegado a la garganta con velcro. La se?al ac¨²stica va directamente a los auricales del resto de regatistas. "Hablamos por las cuerdas vocales. As¨ª no molesta el viento y no hay interferencias. No debemos gritar. La comunicaci¨®n es perfecta. Es como si estuvi¨¦ramos hablando por tel¨¦fono", explica Pepe Ribes, proa del Victory. Sus navegantes se comunican entre s¨ª divididos entre tres grupos, seg¨²n sus funciones en el barco. Cada vez que Ribes habla, por ejemplo, su voz llega n¨ªtida al ca?a, navegante y trimmer del velero. ?Qui¨¦n se lo iba a decir a Marconi!
Ganador del acto 13 pese a competir todav¨ªa con el barco antiguo, el campe¨®n Alinghi est¨¢ a la cabeza de las grandes inversiones tecnol¨®gicas. Durante el invierno, se recluy¨® en Dubai en busca de las condiciones de viento m¨¢s similares a Valencia. Y all¨ª uno de sus patrones, Peter Holmberg, prob¨® unas gafas de sol que incorporan un visor con un software desarrollado por el propio equipo. Mediante un ap¨¦ndice que no dificulta la visi¨®n, el tripulante puede visionar en la misma gafa varios datos necesarios para la navegaci¨®n: la direcci¨®n del viento y su velocidad en nudos, la marcha del barco respecto al norte y la distancia de la pr¨®xima boya. La informaci¨®n es transmitida de manera instant¨¢nea mediante una red inal¨¢mbrica de Internet entre el sistema de navegaci¨®n del barco y las gafas.
Tambi¨¦n para calcular la proximidad o lejan¨ªa de un rival se utilizan una pistolas l¨¢ser que han jubilado a los antiguos marineros que presum¨ªan de estimar las distancias sin ayuda cient¨ªfica. Por unos 5.000 euros la unidad, cualquier equipo puede comprar una pistola l¨¢ser que emite una se?al cada 10 segundos para calcular los metros exactos de separaci¨®n. El artilugio, con un alcance de un kil¨®metro, es la versi¨®n mejorada de los utilizados por empresas de tasaci¨®n para estimar la superficie de una casa. En otros veleros, el t¨¢ctico lleva una br¨²jula colgante alrededor del cuello que se sit¨²a ante el ojo como si fuera una lupa y le informa de la distancia exacta hasta la l¨ªnea de salida.
En un mundo de m¨¢ximo avance cient¨ªfico, dos sindicatos se aprovechan adem¨¢s de la transferencia de tecnolog¨ªa entre la Copa del Am¨¦rica y la f¨®rmula 1. El estadounidense Oracle utiliza para su barco unos rodamientos de cer¨¢mica que emplean en la suspensi¨®n los b¨®lidos de la escuder¨ªa BMW, y Victory Challenge comparte con Red Bull los ¨²ltimos avances en telemetr¨ªa. "Cualquier barco de alto nivel lleva hoy una electr¨®nica muy sofisticada. En el nuestro hay 70 sensores en el casco y las velas que env¨ªan continuamente informaci¨®n a un ordenador que procesa todos los datos", cuenta Alicia Ageno, la navegante espa?ola del equipo sueco y experta en inform¨¢tica.
La ausencia del Desaf¨ªo Espa?ol de la anterior edici¨®n de la Copa, en 2003, supuso un "retraso tecnol¨®gico", seg¨²n Luis Doreste, director deportivo del equipo. "Ahora estamos intentando recuperarlo", asegura. "Es lo que permite a los dem¨¢s equipos ir por delante", apunta Juan Carlos S¨¢nchez, director de Investigaci¨®n y Desarrollo del Desaf¨ªo. El equipo destina m¨¢s del 60% de su presupuesto, de 60 millones de euros, a estar a la ¨²ltima en tecnolog¨ªa. El Centro de Supercomputaci¨®n de Barcelona presta a Mare Nostrum, el octavo ordenador m¨¢s potente del mundo, capaz de calcular "en un click lo que otros tardan d¨ªas". Otras 13 empresas y universidades espa?olas se unen a la causa. Los tiempos de Marconi quedan ya muy lejos.
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