Intervida asign¨® el mismo ni?o a dos padrinos en m¨¢s de 300 casos

M¨¢s de 300 ni?os de Per¨² y Bangladesh inscritos en los programas de apadrinamiento de la ONG Intervida se registraron por duplicado en 1998. La fundaci¨®n, investigada por la Fiscal¨ªa por presunto desv¨ªo de fondos a empresas, asign¨® un mismo ni?o a dos padrinos. Una pr¨¢ctica irregular -as¨ª consta en las bases de apadrinamiento- con la que los beneficios se multiplican, ya que dos personas distintas pagan por apadrinar a un solo menor.

La informaci¨®n sobre las pr¨¢cticas de la Fundaci¨®n Privada Intervida procede de un documento interno al que ha tenido acceso EL PA?S. En ¨¦l aparecen cuatro "listados de ni?os duplicados" correspondientes con cuatro proyectos impulsados por Intervida en Per¨² y Bangladesh. Las listas son de 1998 e incluyen los nombres y apellidos de 316 menores, as¨ª como la ocupaci¨®n de sus padres biol¨®gicos y la escuela donde estudian. La inmensa mayor¨ªa de ellos son del pa¨ªs sudamericano, donde la ONG concentra buena parte de su actividad.

En condiciones reglamentarias -un ni?o, un padrino- se habr¨ªan obtenido unos 6.600 euros mensuales por cada ni?o, puesto que la cuota que abonan los socios es de 21 euros al mes. Pero con la f¨®rmula alternativa -un ni?o, dos padrinos- la cifra se duplica. Como los ni?os.

Preguntada por las condiciones y requisitos de apadrinamiento, una portavoz de Intervida juzg¨® "impensable" que a una ONG se le pase por la cabeza asignar un mismo ni?o a dos o m¨¢s personas. De hecho, en la informaci¨®n de la p¨¢gina web se dice que cada ni?o "s¨®lo tiene un titular del apadrinamiento, que puede ser una empresa, un grupo de amigos, una persona, etc".

Pero Juan Cruz Inquilla es uno de esos cr¨ªos que fueron apadrinados por partida doble. Naci¨® en la comunidad ind¨ªgena de Cocosani -una aldea andina situada al pie del lago Titicaca, en Per¨²- el 11 de diciembre de 1988. Sus padres se llaman Valent¨ªn y Modesta, que figuran como "agricultores".

De este ni?o se acuerda bien Carlos Aizpuru Otxoa de Eribe. Este vitoriano de 40 a?os, casado y con hijos, se vio atra¨ªdo a mediados de los 90 por la llamativa y lacrim¨®gena publicidad de Intervida. Decidi¨® convertirse en padrino y le asignaron, seg¨²n confirma ¨¦l mismo, a Juan Cruz Inquilla. Pero abandon¨® la Fundaci¨®n Privada Intervida a los pocos a?os ante una desagradable sorpresa: "Me enviaron dos a?os seguidos el mismo dibujo, repetido. ?C¨®mo puede ser que el ni?o pinte exactamente lo mismo?", asegura, en conversaci¨®n telef¨®nica.

Sinti¨® tambi¨¦n la llamada de la solidaridad Bakartxo Ormaz¨¢bal D¨ªaz. Una amiga anim¨® a esta mujer de 37 a?os y residente en la localidad navarra de Bara?¨¢in a visitar una caravana de Intervida instalada en Pamplona. Le convencieron. El ni?o asignado: Juan Cruz Inquilla, de Cocosani. El mismo que Carlos cre¨ªa apadrinar en solitario a escasos 100 kil¨®metros de all¨ª. Bakartxo tambi¨¦n sospech¨® por los dibujos: "Un a?o enviaba un dibujo bien hecho, y al a?o siguiente, cuatro rayajos. Eso no se entiende", explica.

"Hab¨ªa o¨ªdo rumores, pero yo no los acababa de creer. Incluso pens¨¦ en la posibilidad de ir a visitar al ni?o...", recuerda la navarra con voz de desencanto. Al final, tambi¨¦n ella se dio de baja. Pero otros contin¨²an a d¨ªa de hoy como padrinos y la noticia de que compart¨ªan apadrinamiento les ha pillado a¨²n m¨¢s a contrapie.

"Una verg¨¹enza"

Es el caso de Elena Mas Muntaner, de 42 a?os y vecina de Palma de Mallorca. Apadrin¨® a Edwin Ju¨¢rez Yunca, nacido en 1990 en el poblado de Collini. Edwin fue asignado tambi¨¦n, seg¨²n las listas de la ONG, a Mar¨ªa Cruz Castellano Jarones, de Vitoria. Elena paga sus cuotas mensuales desde hace once a?os. "Esto es una verg¨¹enza. Al final la gente no har¨¢ nada por ayudar a los dem¨¢s", lamenta Elena, que est¨¢ meditando darse de baja de Intervida.

De forma similar se expresa Francisco Orgiles Verd¨², trabajador social en Petrer (Alicante), que apadrin¨® a Edwin Churata Quispe (Huilasipe, Per¨², 1989), un ni?o del que tambi¨¦n era padrino David Herrera, un vecino de Bilbao. Francisco es contundente: "Ha sido un enga?o".