"Los 14 'ochomiles' me ilusionan pero no me esclavizan"
Edurne Pasaban (Tolosa, 1973) retoma el desaf¨ªo de los 14 ochomiles y lo hace con una sonrisa. "Al Shisha Pangma fui todav¨ªa desanimada. Ahora es distinto. Desde el suceso del K2 he reflexionado mucho. Quiere subir los 14 ochomiles y quiero ascenderlos disfrutando. Una meta que me ilusiona, pero que no quiero que me esclavice", se?ala mientras tacha de su calendario los d¨ªas que le quedan para viajar al Nepal. El pasado 4 de abril comenz¨® la ascensi¨®n a su noveno ocho mil, el Annapurna (8.091 metros), y "si todo va bien" volver¨¢ en oto?o para escalar el Broad Peak (8.047 m.) en el Karakorum.
Pregunta. Regreso al Nepal ?Con qu¨¦ ¨¢nimo emprende esta nueva expedici¨®n?
Respuesta. Estoy muy motivada, mucho m¨¢s que en la anterior expedici¨®n al Sisha Pangma a la que fui algo desanimada. Ahora ya tengo claro lo que quiero: los pr¨®ximos tres a?os los voy a dedicar a completar los 14 ochomiles. Un sue?o que siempre he buscado y que me ilusiona.
"Procuro ser coherente en la monta?a: abrir una nueva v¨ªa en el Annapura ser¨ªa algo grande, pero soy consciente de que doy para lo que doy"
"Si no lo hago ahora dif¨ªcilmente podr¨¢ ser, ya que en la vida tengo otros proyectos como tener familia o asentarme en un lugar concreto"
P. ?Siente presi¨®n ante otras monta?eras que tambi¨¦n busquen completar los 14 ochomiles, como la alemana Garlinde Kaltenbrunner que ya ha escalado nueve cimas?
R. Cada uno sufre las presiones que quiere. Yo no voy a competir con Garlinde, primero porque es muy amiga m¨ªa y nos re¨ªmos mucho con todo este tema, y segundo porque no voy a arriesgar mi vida para ser un d¨ªa la primera en terminar algo. El ritmo con el que subo las monta?as no quiero que dependa de esto, ni mucho menos. La vida de Edurne Pasaban seguir¨¢ igual con o sin las 14 cimas. Lo realizo porque me gusta. Teniendo esto claro, basta para no ceder ante las presiones.
P. ?Qu¨¦ le ha llevado a tomar esta decisi¨®n?
R. Tengo 33 a?os y es un momento propicio para conseguirlo. Los 14 me ilusionan, pero no me esclavizan. Si me esclavizaran tendr¨ªa que vivir fan¨¢ticamente de esto. No quiero formar parte de este circo. La vida vale mucho m¨¢s que todo esto. Me encantar¨ªa subir el Annapurna y viajar despu¨¦s al Broad Peak, pero no estoy dispuesta a caer en esto.
P. ?C¨®mo le acompa?ar¨¢ el cuerpo en esta nueva cima?
R. Estoy en plena forma, he entrenado mucho y estoy muy ilusionada. Tengo ganas de empezar el a?o, escalar al Annapurna. Hoy me ha tocado rellenar todos los bidones y me he emocionado.
P. ?Por d¨®nde atacar¨¢ al Annapurna, un ocho mil que muchos himalayistas dejan para el final?
R. El Annapurna es una monta?a dura, exigente y peligrosa, sobre todo, por las avalanchas. Una monta?a a la que no va nadie. De hecho, estaremos nosotros y una expedici¨®n rusa. Tendremos mucho trabajo. Ascenderemos por la v¨ªa de los Holandeses, por la que escal¨® Juanito Oiarzabal cuando termin¨® los 14. Una v¨ªa muy exigente y peligrosa, sobre todo del campo uno al dos.
P. ?Cree que en esta expdici¨®n abrir¨¢ v¨ªa nueva?
R. Procuro ser coherente en la monta?a. S¨¦ donde est¨¢n mis limites. Abrir una nueva v¨ªa en el Annapura ser¨ªa algo muy grande, pero soy consciente tambi¨¦n de que doy para lo que doy. Hemos escogido una ruta dura y estaremos a la altura.
P. ?Viaja con el temor de que pudiera convertirse en otro K2 [Tras una dura ascensi¨®n en 2004, junto a Oiarzabal, le tuvieron que ser amputados dos dedos del pie por congelaci¨®n y estuvo hasta el mes de noviembre en silla de ruedas]?
R. El K2 ya pas¨®. Sufrimos mucho, pero aprendimos tambi¨¦n mucho. Y el Annapurna, aunque no es un monta?a tan alta como el K2, exige tambi¨¦n una gran forma f¨ªsica.
P. ?Qu¨¦ ha sido m¨¢s dif¨ªcil de superar tras el K2, las heridas f¨ªsicas o los temores internos?
R. En mi vida siempre habr¨¢ un antes y un despu¨¦s del K2. Por eso he realizado este par¨®n de dos a?os. Quer¨ªa reflexionar si realmente me gustaba lo que hac¨ªa o si lo realizaba por las presiones. La carrera de los 14 ochomiles da miedo. Una vez que entras todo el mundo liga tu actividad a los 14, con toda la presi¨®n que conlleva. Entonces parece que escalas por obligaci¨®n, algo insufrible. A m¨ª lo que me gusta son las expediciones, las monta?as.
P. ?Qu¨¦ balance realiz¨®?
R. Me ha costado mucho tomar esta decisi¨®n. Si no lo hago ahora a los 33 a?os, esto que tanto me gusta, a los 45 dif¨ªcilmente voy a conseguirlo. En la vida tengo pendientes otros proyectos que tambi¨¦n hay que planificar, como tener familia o asentarme en un lugar concreto.
P. Una decisi¨®n que ha tomado en un a?o duro, debido a la perdida de amigos en la monta?a.
R. El a?o empez¨® muy bien, pero la p¨¦rdida de Luis Mar¨ªa Picabea, Xabier Zubieta y Xabier Saralegi fue para m¨ª un golpe muy duro. Llegu¨¦ a pensar en dejarlo. Eran amigos de cordada de verdad, de los que te llamas casi a diario y convives todos los fines de semana. Todav¨ªa no lo he asimilado. Ten¨ªamos muchos proyectos. Lo he vivido muy cerca, cuesta mucho darle la vuelta. El apoyo de sus familiares me ha ayudado a seguir. No podemos quedarnos en casa. Hay que continuar. Pensar¨¦ mucho en ellos.
P. ?Ser¨¢ la cumbre del Annapurna un homenaje?
R. Un poco s¨ª. Ellos eran parte del proyecto. Casi a diario nos mand¨¢bamos mensajes sobre el mismo. Y la cumbre pertenecer¨¢ tambi¨¦n a ellos, sin ninguna duda.
P. ?Ser consciente de que existe este riesgo le lleva a ser m¨¢s precavida?
R. S¨ª. Siempre hay que tener respeto a la monta?a. Yo soy una persona muy segurola. Cuando te toca una cosa como ¨¦sta, pones muchos m¨¢s medios. Tambi¨¦n es cierto que con los a?os ganas en confianza y no piensas tanto en la seguridad. Por eso, cuando sucede un accidente el impacto es mayor.
P. ?Contin¨²an acompa?¨¢ndole amigos?
R. Por su puesto, al Annapurna vamos el tolosarra Asier Izaguirre y yo, junto con Ferr¨¢n Latorre, como c¨¢mara de Al filo de lo imposible, e Ivan Vallejo, monta?ero de ecuador al que le faltan tres ochomiles. Todos hemos coincidido en anteriores expediciones. Somos todos muy amigos.
P. ?C¨®mo encuentra a la afici¨®n vasca?
R. En Euskadi hay mucha tradici¨®n. Yo siempre me he sentido muy vinculada a esta tradici¨®n. Los medios de comunicaci¨®n hablan cada vez m¨¢s de monta?a y consiguen suscitar una gran afici¨®n. Muchas regiones desear¨ªa contar con la juventud que aqu¨ª tenemos.
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