"La literatura es un juego, no quiero dedicarme a esto"
Todo se ha disparado. Los alumnos del instituto donde trabaja, en la localidad alicantina de Crevillente, le aplauden por los pasillos; sus compa?eros le preparan fiestas sorpresa; le llaman los escritores; le piden art¨ªculos en los peri¨®dicos: pasa media tarde contestando correos electr¨®nicos... La vida de Luis Leante (Caravaca de la Cruz, 1963) ha dado un giro espectacular desde que hace un mes gan¨® el Premio Alfaguara de Novela con Mira si yo te querr¨¦. Ahora empieza a imaginar lo que vendr¨¢, durante la promoci¨®n del libro por decenas de ciudades espa?olas y latinoamericanas. Cuando empez¨® a escribir la novela no ten¨ªa ni editor ni agente literario. Pas¨® m¨¢s de un a?o en una habitaci¨®n llena de libros, rodeado de mapas del S¨¢hara y de fichas e im¨¢genes de la Barcelona de los a?os cincuenta tratando de dar forma al manuscrito, pero en ning¨²n momento pens¨® ni en el premio ni el p¨²blico.
"No existe la originalidad en la literatura, desde la ¨¦poca de los romanos todo est¨¢ escrito"
"S¨¦ que me van a dar. He toreado en muchas plazas port¨¢tiles y ahora toreo en una grande"
Luis Leante hab¨ªa ganado anteriormente 17 premios literarios, pero apenas se le conoc¨ªa como escritor fuera de su entorno y del circuito en que se mueven los autores que carecen de editorial. Ha recogido premios subido en un tractor, sobre la mierda de las vacas, y ha paseado con mucha dama de honor del brazo pero no rechaza ninguno de esos galardones. "Cuando tienes 20 a?os quieres escribir y que te lean y te crees que ¨¦se es el camino. Lo normal es quedarse ah¨ª, pero yo he tenido suerte", cuenta en su casa de Alicante, apenas unos d¨ªas antes de recoger el premio.
Ahora mucha gente sabe qui¨¦n es Luis Leante, pero ?qu¨¦ pasar¨¢ cuando lo lean? "?sa es la gran inc¨®gnita, todo se ha montado alrededor del vac¨ªo. La prueba de fuego empieza en estos momentos con el libro en la calle, pero me siento seguro de lo que he hecho y no me asusta lo que se avecina. Tres d¨ªas despu¨¦s de conocerse el premio, hab¨ªa colgadas cr¨ªticas descarnadas contra la novela sin que siquiera se hubiera tenido acceso al texto, pero no me importa, s¨¦ que me van a dar. He toreado en muchas plazas port¨¢tiles y ahora toreo en una grande, aunque ?ojal¨¢ me equivoque!".
Mira si yo te querr¨¦ narra una historia de amor imposible entre dos j¨®venes de distinta clase social, contada a trav¨¦s de los protagonistas: Montse, una cuarentona, a la que su marido abandona por una mujer m¨¢s joven y que se encuentra en plena crisis existencial, y el cabo Santiago, un legionario, con olor a Varon Dandy, que cumple la mili en El Aai¨²n. Como tel¨®n de fondo de la narraci¨®n se encuentra la salida de las tropas espa?olas del S¨¢hara Occidental abandonando al pueblo saharaui a su suerte, bajo las garras de Marruecos y Mauritania, lo que provoc¨® que miles de refugiados huyeran al desierto argelino donde todav¨ªa viven en jaimas.
No ha escrito una novela pol¨ªtica, pero ONG, asociaciones saharauis y partidos pol¨ªticos se han puesto en comunicaci¨®n con Leante nada m¨¢s conocer el paisaje de la obra. "No quiero quitarle importancia al tema, pero el centro de la novela no es pol¨ªtico, s¨®lo el trasfondo, aunque entiendo que quieran centrarla en el problema del S¨¢hara. Por lo dura que resulta la vida en los campamentos de refugiados es dif¨ªcil no implicarse. Se sienten profundamente defraudados por la pol¨ªtica espa?ola, cambian los gobiernos pero no hay soluci¨®n para su pueblo, ah¨ª siguen como un abrigo apolillado y llevan as¨ª treinta a?os", afirma el autor.
Dos viajes al S¨¢hara, uno con
un grupo de alumnos del instituto donde trabaja para llevar casi una tonelada de comida y material escolar y otro con un ex legionario, Ram¨®n Albero, que estuvo en El Aai¨²n dando palos y que ahora es una persona muy comprometida con el pueblo saharaui, acabaron por marcarle.
Mira si yo te querr¨¦ est¨¢ llena de personajes reales, refugiados y militares que se pasaron al otro lado cuando se fueron las tropas espa?olas, pero hubo un hombre que le impresion¨® de veras y que fue "el que dispar¨® la novela", un tipo que se present¨® de pronto con un mu?¨®n, gritando "musso mussano" y que seguramente hab¨ªa perdido la cabeza. "Me dio por pensar que la locura pod¨ªa estar relacionada con todo lo que hab¨ªa sufrido". Junto al personaje que deambula con su locura por los campos de refugiados se agolpaban las historias que le contaban, relatos estremecedores de dolor y de amor. Imposible olvidar la visi¨®n de los prisioneros marroqu¨ªes cuidando los huertos, gente que lleva 25 a?os en una c¨¢rcel en mitad del desierto, en una prisi¨®n sin puertas de la que no se puede escapar. Ante ese torrente de historias, tomaba notas, escrib¨ªa borradores, e incluso, recurri¨® a la ayuda de una grabadora; no suele hacerlo pero utiliz¨® el casete porque "se trataba de lecturas que en voz alta ganaban mucho". Paralelamente, en el ordenador ten¨ªa almacenado un argumento sobre una historia de amor imposible que en ese momento encaj¨® perfectamente con el S¨¢hara: "Hab¨ªa una separaci¨®n y la b¨²squeda de un amor tras el paso del tiempo". Aquello fue cogiendo fuerza. El cabo Santiago, un charnego con el que homenajea al Pijoaparte de Juan Mars¨¦, y la doctora Cambra, una m¨¦dica de urgencias de un hospital de Barcelona, iban a vivir una situaci¨®n extrema y viajar¨ªan a Tinduf.
Con todas las cartas boca arriba empez¨® la documentaci¨®n sobre la marcha verde y la salida de las tropas espa?olas del S¨¢hara. Ley¨® cerca de 40 libros adem¨¢s de toda la informaci¨®n que cheque¨® sobre el desierto y las maneras de sobrevivir entre la arena con temperaturas extremas, buscando los s¨ªntomas que se presentan si te pica un escorpi¨®n o c¨®mo se produce la muerte por falta de agua.
"El escritor es producto de lo que lee y de lo que vive y, en mi caso, m¨¢s de lo que leo que de lo que vivo, mi vida es la de un funcionario de nivel 24. No existe la originalidad en la literatura, desde la ¨¦poca de los romanos todo est¨¢ escrito, desde los argumentos a los prototipos de los personajes. Se puede variar pero es muy dif¨ªcil ser totalmente original". Su idea es que lo que diferencia las obras tiene mucho que ver con la estructura. Mira si yo te querr¨¦ est¨¢ montada como un puzle en el que al final todas las piezas acaban encajando. La Espa?a franquista, el m¨¢s hermoso y cegador de los desiertos, la legi¨®n o el pasodoble Las corsarias, surgen seg¨²n se van abriendo cap¨ªtulos para acabar contemplando el paisaje completo de la vida de los personajes en un campo de refugiados.
Su novela anterior fue un trabajo hist¨®rico, pero ha escrito tambi¨¦n una coral y una policiaca. Ha tocado todos los g¨¦neros y esta novela tiene poco que ver con el resto de su producci¨®n literaria. Todas sus obras se parecen en el estilo y Leante se reconoce en ellas, pero no le gusta explotar las f¨®rmulas. "Trato de que haya un salto, despu¨¦s de un trabajo intimista escribo una de aventuras porque quiero disfrutar. Huyo de la rutina; la literatura es un juego, no quiero dedicarme a esto".
En su ¨¢rbol geneal¨®gico no fi
guran escritores, pero su padre le contaba desde peque?o la vida de la gente de Caravaca de la Cruz y mil historias m¨¢s que se inventaba sobre la marcha. ?Ad¨®nde vas? Le preguntaba el peque?o cuando sal¨ªa para trabajar en la tienda: "A Par¨ªs". Y a partir de ah¨ª narraba una aventura que transcurr¨ªa junto al Sena o en cualquier otro lugar de esos que se pueden visitar con la imaginaci¨®n. Su otra profesi¨®n y su vocaci¨®n, la de maestro, tiene que ver con su abuela do?a Guillermina, la comadrona del pueblo. Ella siempre le augur¨® que ser¨ªa maestro.
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