De la c¨¢rcel al escaparate
Madrid acoge la primera tienda dedicada a vender art¨ªculos y obras de arte elaboradas por presos de toda Espa?a
Dos chicas se paran frente a uno de los muchos escaparates que flanquean la calle Le¨®n, en el c¨¦ntrico barrio de las Letras de Madrid. "Mira, abren una tienda nueva", dice una de ellas. Detr¨¢s del cristal, media docena de personas se afana en llenar las estanter¨ªas de cuadros, figuras de cer¨¢mica, juguetes y objetos decorativos. Aunque a primera vista parezca una tienda normal y corriente, se trata de un local ¨²nico. Es el primer establecimiento de Espa?a que se dedica en exclusiva a vender art¨ªculos elaborados por reclusos.
La tienda se llama Asombra -el nombre lo ide¨® Fernando Beltr¨¢n, creador de marcas como Amena y Opencor- y abrir¨¢ sus puertas el pr¨®ximo lunes gracias a una iniciativa conjunta de la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias y la Comunidad de Madrid. La idea es sencilla: ?Por qu¨¦ no dar una salida comercial a los objetos que se manufacturan en los talleres ocupacionales de las c¨¢rceles espa?olas y de los centros de reeducaci¨®n de menores de la regi¨®n madrile?a?
Para los presos, el beneficio es doble: por un lado, se quedar¨¢n con los ingresos de las ventas. Adem¨¢s, como recalcan los impulsores del proyecto, la tienda servir¨¢ para que personas que han vivido "ancladas al fracaso" se den cuenta de que ah¨ª afuera hay "gente dispuesta a pagar por el fruto de su esfuerzo".
Los cuatro dependientes que atender¨¢n a la clientela tambi¨¦n son reclusos. Ver¨®nica (nombre ficticio) tiene 26 a?os, es madre de una ni?a de cuatro y fue condenada a diez a?os de c¨¢rcel porque cuando lleg¨® a Barajas desde su Colombia natal la polic¨ªa descubri¨® droga oculta en su equipaje. Tras cumplir la mitad de la condena, le han concedido el tercer grado y un trabajo con el que sentirse realizada: "Es una gran oportunidad, porque para un extranjero que sale de la c¨¢rcel es muy dif¨ªcil encontrar empleo".
En Asombra se puede comprar desde estuches de madera por dos euros hasta obras de arte valoradas en m¨¢s de 130. Entre ellos hay dos cuadros hechos con hilo de seda que reproducen lienzos de Liechtenstein y Kandinsky con una perfecci¨®n que hace honor al nombre de la tienda.
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