Lujos de pega
La Polic¨ªa Local de Marbella detiene a 83 personas en su lucha contra la venta de productos falsificados
Es dif¨ªcil no llevarse un recuerdo de una ciudad en la que abundan las tiendas de marcas exclusivas, en las que sofisticadas dependientas ordenan los productos con guantes blancos y reverencian a sus distinguidos clientes como si fueran reyes. El problema llega cuando se descubre que el bolso m¨¢s sencillo de la vitrina cuesta 800 euros o 1.000 euros, o que para lucir esas gafas de Chanel con cristales de Svaroski hay que pagar un m¨ªnimo de 400 euros. En ropa de moda, tambi¨¦n los precios rondan las cuatro cifras.
Muchos visitantes de Marbella disfrutan admirando la suntuosidad de sus comercios, pero terminan sucumbiendo a las ofertas de productos falsificados hechas en tenderetes en plena calle. Un mercado menos glamouroso que calma su deseo con lujos de pega.
Las principales marcas estiman que cada a?o pierden un 20% de sus ventas potenciales por la falsificaci¨®n y la pirater¨ªa, seg¨²n datos de la Asociaci¨®n Nacional para la Defensa de la Marca (Andema). Las copias entran en nuestro pa¨ªs gracias a mafias que las traen de China y las ponen en la calle utilizando a inmigrantes en situaci¨®n irregular que trabajan a comisi¨®n.
Los representantes de las multinacionales en Espa?a apuntan a la Costa del Sol, y concretamente a Marbella, como una de las localidades en la que m¨¢s se aprovecha el tir¨®n de sus creaciones para vender versiones baratas. "Las copias no tienen el mismo precio en un mercadillo de Ja¨¦n que en Puerto Ban¨²s", se?ala Javier Fern¨¢ndez Palacios, abogado experto en propiedad intelectual. "Los vendedores tambi¨¦n aprovechan el entorno y suben el precio hasta un 50%". En Marbella, un bolso de marca falsificada puede costar desde los 20 euros hasta los 40 euros, aunque los precios var¨ªan en funci¨®n del aspecto del cliente y de las ganas de regatear que se tenga. En cualquier caso m¨¢s caros que en cualquier otro mercadillo de Andaluc¨ªa.
Despu¨¦s de mucho tiempo de aparente inactividad, la Polic¨ªa Local marbell¨ª ha iniciado una lucha contra esta venta ambulante que comienza a aportar cifras nada desde?ables. En marzo sus agentes detuvieron a 83 personas originarias de Gab¨®n, Costa de Marfil y Senegal que ofrec¨ªan falsificaciones de relojes, carteras, bolsos, cinturones, gorras y otros art¨ªculos de marcas multinacionales de moda como Dolce&Galbana, Calvin Klein, Tommy Hilfiger o Louis Vuitton. Los detenidos fueron interceptados en el paseo mar¨ªtimo de la ciudad, Puerto de Cabopino, Puerto Ban¨²s, Nueva Andaluc¨ªa y en los mercadillos que se instalan por las urbanizaciones de la costa.
La cifra supone todo un logro, seg¨²n Juan Titos, jefe del grupo malague?o de Fraudes de la Polic¨ªa Nacional y uno de los primeros agentes que encabez¨® la lucha contra este tipo de delitos hace m¨¢s de 20 a?os.
Para Fern¨¢ndez Palacios, abogado de marcas como Lacoste, Tommy Hilfiger o Nike, tambi¨¦n ha habido un cambio. "Hace a?os que no se hace nada parecido en Marbella, la ¨²ltima operaci¨®n que recuerdo fue en Puerto Ban¨²s, y porque vino Mercedes Mil¨¢ para grabar un reportaje".
Cuando los due?os de las boutiques de Puerto Ban¨²s o Marbella advierten que otros establecimientos est¨¢n vendiendo copias de sus productos o una mayor presencia de estas mafias en su entorno avisan a las marcas para que lo pongan en conocimiento de la polic¨ªa. Empresas como Louis Vuitton -una de las m¨¢s rentables en Espa?a y, por tanto, muy falsificada- tienen investigadores a sueldo. Vuitton destina m¨¢s 15 millones de euros anuales a la lucha contra el fraude de sus productos en todo el mundo.
"Muchas veces, los detenidos son los mismos porque llevan mucho tiempo en esto y los procesos duran a?os", mantiene Fern¨¢ndez Palacios. Seg¨²n el letrado, en los ¨²ltimos a?os se ha notado un incremento general de las falsificaciones, con la incursi¨®n de los perfumes, que ha hecho que las marcas destinen enormes cantidades de dinero en defender sus intereses. Como en la Costa del Sol se viene sufriendo, tambi¨¦n, desde hace tiempo, sus juzgados son pioneros en sentencias condenatorias que est¨¢n elaborando doctrina. "?stas son las armas que tenemos y con ellas luchamos", dice el abogado.
Una mafia con buena imagen
Son delincuentes organizados, pero no est¨¢n tan mal vistos como los traficantes de droga, los asaltantes de viviendas o los timadores. Los compradores de productos falsificados piensan que ¨²nicamente est¨¢n perjudicando a las grandes marcas multinacionales, que ingresan sumas multimillonarias cada a?o por la venta de sus art¨ªculos de lujo, pero seg¨²n Interpol, los beneficios de este comercio sirven con frecuencia para financiar otras actividades criminales.
Ninguno de los detenidos en la calle mientras vende productos falsificados reconoce ante los investigadores qui¨¦n le proporciona los productos. Por mucho que se les pregunte, tienen los labios sellados. "Es la ley del silencio", mantiene un abogado especializado en propiedad intelectual. "Puede ser que les prometan pagar los gastos de defensa en el juicio o que teman salir y quedarse sin trabajo". Las redes suelen erradicarse con investigaciones de gran calado, que no llegan a juicio hasta despu¨¦s de muchos a?os.
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