Regresan a sus casas los 740 desalojados por la nube t¨®xica en Langreo

Langreo empez¨® ayer a recuperar la normalidad con la vuelta a sus casas de las 740 personas que el viernes tuvieron que dejar sus viviendas por la grave contaminaci¨®n de mon¨®xido de carbono por el incendio en un pozo de carb¨®n de la mina Mar¨ªa Luisa. La empresa Hunosa, que dio ayer por controlada la situaci¨®n aunque persist¨ªa el fuego, ha pactado con los sindicatos un expediente de regulaci¨®n de empleo como consecuencia del incendio.

El expediente afectar¨¢ a 470 trabajadores, pertenecientes a la explotaci¨®n siniestrada y al lavadero de mineral Modesta. De momento no se prev¨¦ que se aplique otro expediente de regulaci¨®n de empleo en el pozo Sot¨®n, que est¨¢ comunicado bajo tierra con Mar¨ªa Luisa, salvo que razones de seguridad lo aconsejasen.

Las emanaciones procedentes del foco del incendio, situado a 550 metros de profundidad, son poco significativas o incluso nulas en la superficie, por lo que se ha desactivado la declaraci¨®n de emergencia. Sin embargo, el incendio en la d¨¦cima planta del pozo hullero persist¨ªa y no se prev¨¦ que pueda extinguirse en varios d¨ªas.

Las Brigadas de Salvamento Minero, desde el interior del pozo, y los bomberos, desde el exterior, siguieron inyectando agua durante toda la noche y a lo largo de ayer en la zona del siniestro, a 550 metros de profundidad, para bajar la temperatura del ¨¢rea afectada, un t¨²nel de tres kil¨®metros de longitud que comunica la d¨¦cima planta de Mar¨ªa Luisa con el exterior, y por el que se extrae el mineral hasta el lavadero, que se encuentra en la superficie.

Con el enfriamiento de la zona siniestrada se trata de contribuir al apagado del fuego, pero sobre todo a facilitar el trabajo de sellado y tapiado del foco para aislar las llamas, impedir que se propaguen y lograr su extinci¨®n cercenando la entrada de ox¨ªgeno. "El fuego est¨¢ ya pr¨¢cticamente confinado", se?al¨® un portavoz de la empresa estatal minera Hunosa. Ram¨®n Arg¨¹elles, director general de Seguridad P¨²blica de Asturias, admiti¨®, no obstante, que, una vez aislado, a¨²n ser¨¢n necesarios d¨ªas para sofocarlo. "Es muy dif¨ªcil apagar un incendio en una mina de carb¨®n", explic¨®.

El descenso de las emanaciones de mon¨®xido de carbono procedentes del pozo y las favorables condiciones atmosf¨¦ricas, que contribuyeron a disipar el gas liberado en las ¨²ltimas 24 horas, redujeron su concentraci¨®n a niveles muy bajos e incluso nulos, lo que permiti¨® suprimir las medidas de emergencia, aunque un ret¨¦n de Protecci¨®n Civil continuar¨¢ desplegado en Langreo hasta que el fuego haya cesado. A las 5.30 horas se restableci¨® el tr¨¢nsito ferroviario por la zona y a mediod¨ªa, el tr¨¢fico de veh¨ªculos por el centro de la ciudad, con la excepci¨®n de las v¨ªas m¨¢s pr¨®ximas al pozo.

De los 740 desalojados, la mayor parte (653), encontraron refugio en domicilios de familiares y amigos; 87 fueron alojados en hoteles y seis ancianas fueron acogidas, en atenci¨®n a su avanzada edad, en el ¨¢rea de geriatr¨ªa del Sanatorio Adaro, de Langreo.

El regreso a los hogares de los evacuados se produjo de forma gradual. Las familias no pudieron entrar en sus casas sin estar acompa?ados por al menos un representante de los bomberos o de las fuerzas de seguridad que, previa medici¨®n casa por casa, certificase las ¨®ptimas condiciones atmosf¨¦ricas de las viviendas.