Un pupitre contra la discriminaci¨®n
La educaci¨®n es el motor para integrar a los 700.000 gitanos que viven en Espa?a. Crecen los proyectos formativos, pero no cuajan en barrios chabolistas como el malague?o de Los Asperones
Cuando Tati ten¨ªa 10 a?os se meti¨® por primera vez en el mar. Se sorprendi¨® porque quiso beber pero el agua estaba salada. Y eso que naci¨® y creci¨® a siete kil¨®metros de la costa malague?a.
A Santiago todos le conocen como Tati. Tiene 19 a?os, esposa, una hija de dos a?os y no sabe leer ni escribir, aunque fue al instituto hasta segundo de secundaria. No tiene trabajo y vive "de lo que puede" en una habitaci¨®n anexa a la casa de sus padres. Es uno de los 900 vecinos de Los Asperones: una barriada 100% gitana de la ciudad de M¨¢laga donde se acent¨²an el absentismo escolar, el abandono de los estudios y el analfabetismo, ya de por s¨ª con ¨ªndices altos entre los gitanos.
Un 80% de los gitanos que inician la ESO en Espa?a no la termina; sobre todo, porque no hay referentes en sus familias.
"?De qu¨¦ quieres vivir de mayor?", pregunta el maestro. "De la chatarra", dice el ni?o
As¨ª lo afirma un estudio de la Fundaci¨®n Secretariado Gitano (FSG), una entidad social sin ¨¢nimo de lucro financiada en su mayor¨ªa por fondos de la UE. Los resultados del estudio - en el que colaboraron los Ministerios de Educaci¨®n y Trabajo- parecen optimistas cuando se contrastan con la realidad de barriadas como Los Asperones. Ninguno de sus vecinos tiene el graduado escolar. "A lo sumo, un par de ellos habr¨¢ llegado a 4? de ESO", calcula Patxi Velasco, maestro del colegio de primaria del barrio. "Lo dejan porque no le ven utilidad".
El informe remarca que los gitanos asimilan estudio a un mejor trabajo. Pero los vecinos de Los Asperones se quejan de que no pueden mirar m¨¢s all¨¢ de las calles llenas de barro y desechos de pl¨¢stico que les envuelven. Tati hizo un curso de jardiner¨ªa organizado por una de las dos asociaciones del barrio: "Iba puntual, me gustaba". Pero no acierta a explicar por qu¨¦ no confi¨® en que la jardiner¨ªa le podr¨ªa dar de comer. Su afici¨®n, como la de sus vecinos, es la cr¨ªa de gallos de pelea. Los m¨¢s peque?os tambi¨¦n juegan con ellos en la calle. Olvidan los deberes del colegio.
Los ni?os de Los Asperones suelen ir dos cursos por detr¨¢s del que les corresponder¨ªa por edad. Aprender, en su caso, va m¨¢s all¨¢ de leer, escribir o sumar. La sirena de la escuela despierta a algunos vecinos, y cada ma?ana, lo primero que hacen los ni?os al entrar en clase es desayunar. "Les ubicamos; hay ni?os que no saben ni el d¨ªa que es", explica Patxi Velasco.
En Espa?a, siete de cada diez gitanos mayores de 15 a?os son analfabetos, seg¨²n la FSG. El Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) no tiene cifras espec¨ªficas de Los Asperones, pero s¨ª del distrito de M¨¢laga donde est¨¢ el barrio; en el distrito, el porcentaje de analfabetos es similar al que da el Secretariado Gitano.
"El primer objetivo es que vengan. Ahora, que lean", explica Velasco, el maestro. Desde hace unos meses, ¨¦l observa que en la escuela no hay absentismo. El Ayuntamiento y la Junta de Andaluc¨ªa pusieron en marcha hace diez a?os un plan para erradicarlo. Una monitora habla con las familias cuando sus hijos faltan a la escuela m¨¢s de cinco d¨ªas al mes. De los 85 alumnos del colegio, cinco est¨¢n prepar¨¢ndose para iniciar el pr¨®ximo curso la secundaria:ir¨¢n dos y el resto repetir¨¢ para poder seguir la ESO al ritmo de sus nuevos compa?eros.
"La normalizaci¨®n de la ense?anza debe tener una normalizaci¨®n previa de la vivienda, el trabajo, la relaci¨®n con los vecinos", razona Jes¨²s Salinas, miembro de la Asociaci¨®n de Ense?antes con Gitanos, que lleva 27 a?os formando a educadores que trabajan con gitanos.
Los Asperones es el tercer mundo de los gitanos. Naci¨® de forma provisional y ya lleva casi 20 a?os en pie. Es uno de los ¨²ltimos barrios de Andaluc¨ªa donde s¨®lo viven gitanos, y su escuela es de las pocas en Espa?a con alumnado s¨®lo gitano."Estamos con los desechos", lamenta Juan Moreno, uno de los tres vecinos que el Ayuntamiento ha contratado para limpiar sus suelos. El vertedero municipal, el cementerio, una protectora de animales y un desguace de coches envuelven el poblado. La educaci¨®n es casi un lujo.
Juan Moreno tiene 32 a?os, se cas¨® a los 15 y cada ma?ana lleva a sus dos hijos a un colegio de fuera del barrio. "Quiero que se relacionen con otra gente, que decidan ellos mismos su futuro. Ya me hubiera gustado haber estudiado". Aunque reconoce que eso lo piensa ahora y que entonces no puso mucho de su parte. Cada tarde, sus ni?os vuelven al barrio: "?se es el problema", explica. De poco sirve que en la escuela convivan con payos y vean que hay otras formas de vivir. "Cuando tienes uso de raz¨®n, si no sales de aqu¨ª y te paras a pensar, te vuelves loco".
Pero los j¨®venes de Los Asperones "s¨®lo piensan en casarse", lamenta La Chunga, ?ngela Rodr¨ªguez. Es la presidenta de una asociaci¨®n del barrio que con ayuda de C¨¢ritas y el Secretariado Gitano organiza cursillos para motivar a los j¨®venes a aprender un oficio. Su hija menor, de 17 a?os, acaba de dejar 4? de ESO y se casar¨¢ en verano. "Yo me cas¨¦ con 12 y no quer¨ªa eso para ella. La mujer debe tener un sueldo y una independencia, pero mira". La hija evita el tema mientras pasea con su novio. No entiende por qu¨¦ debe razonar que dej¨® los estudios. En Los Asperones no todas las madres piensan como La Chunga. Virtudes lo sabe: dej¨® la ESO para ir con su padre "a la chatarra".
Tiene cinco hermanos y su madre vuelve a estar embarazada.
"?Este s¨ª se ha echado a perder!", bromea Patxi Velasco, que lleva siete a?os ense?ando en el barrio. Alude a Enrique, un chico alegre de 20 a?os que baja de una furgoneta con un cr¨ªo rubio y una chica embarazada. "Era buen estudiante, muy listo, y adem¨¢s, un atleta de lo mejorcito, le llev¨¢bamos a entrenar". Ahora busca y vende chatarra, como muchos de sus vecinos. "Ya casado, con el ni?o y otro en camino, no se puede", se justifica. El maestro les pregunta de qu¨¦ quieren vivir de mayores: "De la chatarra", contesta el ni?o. Los adolescentes, padres y madres precoces, ni se lo plantean. Seg¨²n la FSG, el paro afecta a un 13,8% de los gitanos espa?oles en activo (la media estatal es del 8,3%). No hay datos espec¨ªficos de Los Asperones, pero s¨®lo una decena de vecinos cobra n¨®mina a fin de mes. La escuela, las asociaciones y la FSG quieren cambiar eso, aunque reconocen que es dif¨ªcil mientras el barrio est¨¦ aislado.
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