Regueifas a ritmo de hip hop
Un millar de estudiantes de secundaria participan en un concurso para mantener vivo el viejo arte repentizador
Tangas, bicicletas y amor¨ªos de instituto protagonizan los versos de los adolescentes del siglo XXI. La regueifa, una tradici¨®n oral gallega en verso en la que la iron¨ªa es la protagonista, tiene muchos a?os de vida por delante, a tenor de lo visto el pasado viernes en Vigo. Cerca de 150 estudiantes de Secundaria de Vigo, Baixo Mi?o y Ponteareas versearon sobre el escenario del Centro Cultural de la parroquia viguesa de Valladares, en la disputada final del I Certamen de Regueifas. El nivel fue tan alto que los doce finalistas fueron premiados, ante la imposibilidad de que el jurado, en el que participaba el m¨²sico Xurxo Souto, se decidiese por un solo regueifeiro.
Pero hasta llegar al escenario en el que cantaron sus rimas los 150 finalistas, casi a ritmo de hip hop, unos 1.000 estudiantes m¨¢s se fueron quedando en el camino en las dos eliminatorias celebradas previamente, dentro del concurso promovido por la Conseller¨ªa de Cultura. Los dos ide¨®logos del certamen, Luis Correa, O Caruncho, y Pinto d'Herb¨®n, conocido rapeiro-regueifeiro, empezaron a trabajar en este proyecto el pasado mes de diciembre, organizando talleres de formaci¨®n en 18 colegios del sur de Galicia. "Hab¨ªa que ense?ar a los chavales a componer la cuarta gallega, las regueifas se cantan en cuartetos", explica Caruncho. As¨ª que tras la sesi¨®n te¨®rica, regresaban al pasar un mes para realizar una sesi¨®n oral.
Aunque es la primera vez que organizan el certamen, llevan regueifando con estudiantes desde hace cuatro a?os, cuando iniciaron esta actividad en Vigo. "Las regueifas agudizan el ingenio, ayudan a ampliar el vocabulario y a practicar el gallego", resume Pino D'Herb¨®n. Caruncho puntualiza: "Y te ense?an a perfeccionar las construcciones gallegas, tan distintas de las castellanas".
La lecci¨®n, desde luego, la aprendieron bien los estudiantes. No es f¨¢cil, desde luego, improvisar cuatro versos ante un auditorio abarrotado de adolescentes. Pero algunos lo hicieron con maestr¨ªa y con una mala leche sorprendente, como manda los c¨¢nones tradicionales de la regueifa.
Las eliminatorias se hicieron en grupos de entre 10 y 12 chavales, y cada uno de ellos pod¨ªa cantar tres regueifas. Las dos primeras las tra¨ªan preparadas de antemano, pero la tercera deb¨ªa basarse en un verso inicial que eleg¨ªan Caruncho y Pinto D'Herb¨®n.
"Por ejemplo: a mi?a moto non anda", gritaba Caruncho, aut¨¦ntico showman sobre el escenario. Y los doce aspirantes, entre aplausos, comenzaban a cantar el verso y a?ad¨ªan tres m¨¢s con sorprendente aplomo.
Tras una ma?ana de rimas, pasada la una de la tarde lleg¨® el gran momento. Para empezar, porque a los centenares de estudiantes que abarrotaban el Centro Cultural de Valladares se uni¨® la conselleira de Cultura, ?nxela Bugallo. Su entrada fue lo ¨²nico que silenci¨®, por unos minutos, al bullicioso auditorio. Pero en cuanto los 12 finalistas empezaron a cantar las regueifas el estruendo volvi¨®. Sobre todo cuando un arriesgado poeta se atrevi¨® a lanzar un guante al p¨²blico con sus versos, asegurando que sobre el escenario estaban los mejores, "as¨ª que los de abajo deb¨¦is ser los peores". El resto de sus intervenciones fueron recibidas con abucheos, hasta que Pinto D'Herb¨®n explic¨® que "la regueifa no se responde con abucheos sino con palabras".
En el escenario qued¨® demostrado que el ingenio femenino es, al menos en n¨²mero, superior al masculino. De los 12 finalistas de los casi 1.100 estudiantes gallegos que participaron en el certamen, siete eran chicas y s¨®lo cuatro chicos. El jurado, integrado por Xurxo Souto, Augusto Canario, Domingo Blanco, Mar¨ªa dos Anxos Rodr¨ªguez y M¨®nica Meil¨¢n, decidi¨® que los 12 merec¨ªan el premio.
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