Objetores de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa

Leonor Tamayo y su marido Francisco Navarro son objetores de conciencia. Pero lo que les provoca reparos no es su actividad profesional, sino la nueva asignatura escolar obligatoria Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, que deber¨¢n estudiar sus seis hijos.

Por eso, han entregado por escrito una declaraci¨®n de objeci¨®n de conciencia contra la materia en el colegio concertado cat¨®lico San Jos¨¦ de Cluny de Pozuelo de Alarc¨®n, donde tres de sus seis hijos cursan estudios en Ense?anza Infantil. La pareja pertenece a la Asociaci¨®n Profesionales por la ?tica, y Tamayo es una de las responsables de la campa?a iniciada por esta organizaci¨®n contra la asignatura.

El matrimonio tiene seis hijos de cinco, cuatro, tres, dos y un a?o, y un peque?o de cuatro meses. Tamayo explica que rechaza la asignatura porque incide en el terreno de los valores y la conciencia moral de sus hijos. "Y eso me corresponde llevarlo a buen t¨¦rmino a m¨ª como madre, no al Estado. Yo trato de inculcarles ¨¦tica racional y humanismo cristiano", puntualiza.

Una de las grandes preocupaciones de Tamayo es la ense?anza que van a recibir sus hijos en cuanto a la concepci¨®n de hombre y mujer, "que trasciende a todos los aspectos de la vida". Tamayo sentencia: "La muestra de lo que va a ser la Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa es que las organizaciones de homosexuales, que promueven la marcha del Orgullo Gay de 2007, acaban de recordar que esta materia escolar es importante como avance logrado por los colectivos homosexuales".

La pareja sabe que la materia contra la que luchan todav¨ªa no se imparte en los centros escolares y que, en todo caso, sus hijos no se tendr¨¢n que enfrentar a ella hasta quinto o sexto de Primaria. Sin embargo, han decidido mostrar su rechazo de forma oficial, sobre todo "en solidaridad con los alumnos de Secundaria que empezar¨ªan su estudio en septiembre, dependiendo de la comunidad aut¨®noma".

La soluci¨®n para el matrimonio es que Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa se convierta en materia optativa. "El Estado est¨¢ arrog¨¢ndose potestades que no le corresponden. No podemos consentir que ning¨²n Gobierno, sea del signo pol¨ªtico que sea, cocine un sistema de formaci¨®n moral que se opone a nuestras convicciones y lo imponga como asignatura obligatoria", manifiesta Tamayo. Estar¨ªan dispuestos a que sus hijos realizaran alguna actividad sustitutoria "siempre que se ajuste a mis convicciones como padre o madre".

Tamayo asegura que en el colegio no le han puesto impedimentos para aceptar el escrito. "El centro me ha comunicado que otros padres tambi¨¦n lo han presentado", comenta. EL PA?S se puso en contacto ayer con el colegio San Jos¨¦ de Cluny, sin conseguir que la direcci¨®n manifestara su opini¨®n al respecto.

La Federaci¨®n Espa?ola de Religiosos de la Ense?anza, FERE-FECA, no est¨¢ de acuerdo con la objeci¨®n de conciencia contra la nueva materia. En su opini¨®n, los contenidos aprobados hasta la fecha por el Gobierno est¨¢n, en principio, dentro del marco general de los derechos humanos. Al mismo tiempo, puntualizan que en los centros cat¨®licos la asignatura se impartir¨¢ en consonancia con su proyecto educativo. Por tanto, desde FERE mantienen que los padres deber¨ªan confiar en la titularidad del centro escolar, como lo hacen en el resto de las asignaturas.