"Necesito que lo rompas y lo destruyas"

La Guardia Civil puso en marcha la Operaci¨®n Estampa el 8 de enero. Sospechaba que una imprenta de Melilla estaba falsificando etiquetas de productos caducados y envases de jab¨®n. Pero la investigaci¨®n deparaba tres meses despu¨¦s una sorpresa: los guardias oyeron, a trav¨¦s de los tel¨¦fonos pinchados, una conversaci¨®n entre uno de los due?os de la imprenta y Javier Lence, gerente de la campa?a del PP en la ciudad aut¨®noma, en la que ¨¦ste encargaba 1.000 impresos de voto por correo. Y una sorpresa m¨¢s: Lence volvi¨® a llamar al due?o del taller una hora antes de que entrara la Guardia Civil y urgi¨® al impresor: "Necesito que lo rompas y los destruyas".

Marfeme es una imprenta ubicada en un pol¨ªgono industrial cerca de uno de los pasos fronterizos con Marruecos. Al lado hay docenas de almacenes en los que entran y salen personas con fardos de mercanc¨ªas. Sin que se sepa c¨®mo, la Guardia Civil lleg¨® a la creencia de que esa imprenta era el supuesto origen de las etiquetas falsificadas de alimentos caducados. Con los indicios, los investigadores solicitaron al juez permiso para interceptar tel¨¦fonos.

La Operaci¨®n Estampa llevaba ya casi tres meses en marcha cuando salt¨® un imprevisto. El pasado d¨ªa 4, Lence marc¨® el m¨®vil de Jos¨¦, uno de los responsables de la imprenta: "Te voy a meter en un sobre un... Un ejemplar de una cosa que quiero que me lo mires y me garantices que sale igual. Con el mismo tipo de papel y con la misma pel¨ªcula en autocopiativo. Dime cu¨¢nto valdr¨ªa tirar 1.000 y cu¨¢nto tiempo tardas en hacerlo... Quiero que me garantices que sale clavado". Antes de cortar, el impresor pregunt¨®: "?Cu¨¢ndo nos sentamos con la campa?a?". Lence contest¨®: "A primeros de la semana que viene".

Es posible que los investigadores no supieran entonces qui¨¦n hac¨ªa ese encargo ni de qu¨¦ eran los 1.000 ejemplares impresos que ped¨ªa. Pero cinco d¨ªas despu¨¦s el asunto se aclaraba con una nueva conversaci¨®n entre el impresor y el cliente en la que aqu¨¦l le recuerda a ¨¦ste que tiene en marcha lo de "las elecciones de mayo 2007", ante lo que Lence insiste en que esos papeles tienen que ser "clavados" a los originales.

?Elecciones? ?Impresos "clavados" a los originales? Los guardias civiles de la Comandancia de Melilla debieron de alucinar de lo que escuchaban. As¨ª que pusieron los hechos en conocimiento del juez porque las pesquisas hab¨ªan dado un giro copernicano. Solicitaron al juez que respaldase los pinchazos, ya que la ley es clara: no valen los pinchazos sobre un asunto que no es el objeto de las intervenciones telef¨®nicas. Y aquello ol¨ªa a otro tema muy diferente de la supuesta falsificaci¨®n de etiquetas de comida.

El 11 de abril estall¨® otra sorpresa cuando los guardias escucharon una tercera conversaci¨®n y c¨®mo el dirigente del PP urg¨ªa al impresor: "Destruye lo que te encargu¨¦. No esperes ni un minuto. Pero no te preocupes, que yo te pago lo haya que pagar", vino a decir Lence. Todo induce a pensar que el juez orden¨® a la Guardia Civil que actuara para evitar la destrucci¨®n de aquellos 1.000 impresos.

Los tricornios irrumpieron sobre las 12.30 en la imprenta, s¨®lo una hora despu¨¦s. Hallaron las solicitudes de voto por correo y se llevaron detenidos a los hermanos Cerezo Mart¨ªnez, propietarios del negocio. Despu¨¦s arrestaron al dirigente del PP y a dos comerciantes ajenos a este asunto, pero presuntamente relacionados con la falsificaci¨®n de etiquetas.

En la Operaci¨®n Estampa, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, se han decomisado en una nave del pol¨ªgono melillense de Las Margaritas m¨¢s de 2.000 envases de zumo caducados, aunque se les hab¨ªa pegado una etiqueta que indicaba que su periodo de caducidad conclu¨ªa en agosto de 2007. En otro establecimiento se han hallado unos 10.000 tambores del detergente Ariel (300 de ellos rellenos con polvo de ¨ªnfima calidad). Tambi¨¦n han sido entregadas al juzgado "varios miles" de etiquetas supuestamente falsas de caf¨¦, chocolate y miel, as¨ª como sellos del pago de impuestos de bebidas alcoh¨®licas.

Fuentes de la investigaci¨®n recalcan que la alteraci¨®n de las etiquetas comerciales supone un fraude a los consumidores, aparte de entra?ar un riesgo para la salud. La sospecha es que los zumos, los caf¨¦s, los detergentes y otros productos alterados estaban destinados a su venta a Marruecos. Uno de los hermanos Cerezo, los due?os de la imprenta, se neg¨® ayer a hablar del asunto: "Por el momento no voy a hacer declaraciones. Si tenemos algo que decir, ya les avisaremos". Fueron sus ¨²nicas palabras.