C¨®rdoba, energ¨ªa renovada
La ciudad mira al Guadalquivir como eje de transformaci¨®n
Un hervidero primaveral. La feria del libro, a partir de hoy. Las cruces de mayo, el fin de semana que viene. El festival de los patios, a partir del d¨ªa 3. Y un ambicioso plan urbano que da sus primeros frutos.
El acondicionamiento de la ribera del r¨ªo lo ha convertido en un lugar delicioso para pasear y contemplar las mejores vistas de la mezquita, envuelta entre el verde de sauces y ¨¢lamos
Cuando Fernando III reconquist¨® C¨®rdoba en 1236, hasta entonces en manos musulmanas, fund¨® 14 parroquias para evidenciar la fe de los nuevos pobladores
C¨®rdoba vive su efervescencia cultural con prisas y sin pausas -y mayo es un gran mes para disfrutarla-. Candidata a ser elegida en 2016 capital cultural europea, en estas cuestiones el tiempo no corre, vuela. No hay que olvidar que la ciudad andaluza es una de las que poseen un mayor casco hist¨®rico en Europa, y que su econom¨ªa nunca se ha distinguido por su holgura. Los trabajos de restauraci¨®n de su ingente patrimonio art¨ªstico se suceden a buen ritmo, las intervenciones urban¨ªsticas est¨¢n transformando la cara del r¨ªo y algunas barriadas, los proyectos de ocio se multiplican (acaba de abrir la Ciudad de los Ni?os, un gran parque con 22 atracciones) y comienzan a surgir hoteles que dejan a un lado la est¨¦tica kitsch que marcaba la juder¨ªa y otros barrios tur¨ªsticos. Ayuntamiento, Junta de Andaluc¨ªa, obispado y empresas privadas se codean en tan ambicioso objetivo.
La llegada del AVE, en 1992, no es ajena a esta transformaci¨®n. Un aporte que ha generado un notable incremento del turismo, sin que hasta ahora lo haya acompa?ado una mejora de las infraestructuras hoteleras, lo que redunda en una enorme dificultad a la hora de encontrar plazas en temporada alta y en unos precios desorbitados (?Hay quien reserva directamente a trav¨¦s de los mayoristas extranjeros!).
Lavarle la cara al r¨ªo
"Tenemos una de las gestiones integrales del agua m¨¢s avanzadas y ecol¨®gicas de Espa?a, recibimos el r¨ªo mucho m¨¢s sucio de lo que lo devolvemos", comenta Luis Rodr¨ªguez, delegado de Cultura. C¨®rdoba se ha esmerado en lavarle la cara al Guadalquivir para el disfrute de los ciudadanos mediante el acondicionamiento de su entorno. Lo primero que salta a la vista es la actual restauraci¨®n del puente romano, la torre de la Calahorra y la Puerta del Puente, esta ¨²ltima reci¨¦n concluida. Forma parte del Plan de Actuaciones del Puente Romano y su Entorno, emprendido por la Junta de Andaluc¨ªa y dirigido por el arquitecto Juan Cuenca, miembro del hist¨®rico Equipo 57. Hoy, el puente luce embutido entre estructuras y mallas protectoras, y una serie de miradores y exposiciones permanentes instaladas en los antiguos molinos hidr¨¢ulicos permiten hacerse una idea del devenir de esta zona de la ciudad.
Una de las intervenciones m¨¢s notables en el ¨¢mbito del r¨ªo grande (que es lo que significa Guadalquivir en ¨¢rabe) es la del barrio de Miraflores, frente al casco hist¨®rico, con remodelaciones de viviendas, un parque de reciente creaci¨®n y un puente nuevo de acero corten, de l¨ªnea discreta y sobria (los cordobeses son conservadores en materia de est¨¦tica), que enlaza esta barriada con el centro. Parte de esta actuaci¨®n es el acondicionamiento de la ribera del r¨ªo, que lo ha convertido en un lugar delicioso para pasear, tomar el sol tibio de la ma?ana y contemplar las mejores vistas de la mezquita, envuelta entre el verde tierno de sauces y ¨¢lamos.
A lo largo de un par de kil¨®metros, pasarelas de madera sin tratar, praderas de gram¨ªneas, manchas de tarajes, jaras y plantas arom¨¢ticas, as¨ª como bancos y un mobiliario discreto e integrado, acompa?an a los aficionados al ejercicio, los abuelos entumecidos y los paseantes en general. Y entre la vegetaci¨®n, un jard¨ªn de piedras pintadas de Agust¨ªn Ibarrola, integrante tambi¨¦n ¨¦l del Equipo 57.
Azudes y ace?as
En este mismo barrio se espera con impaciencia la puesta en marcha del famoso Palacio de Congresos proyectado por Rem Koolhaas (retrasado por cuestiones presupuestarias) y el Centro de Arte Contempor¨¢neo, que le prestar¨¢n a la ciudad califal un soplo de modernidad del que ha carecido hasta hace poco.
Los numerosos molinos hidr¨¢ulicos de origen hispano-musulm¨¢n que se ba?an en el r¨ªo tambi¨¦n han sido objeto durante estos a?os de diversas intervenciones por parte del Ayuntamiento. Uno de los m¨¢s interesantes es el de Martos, hoy dependiente del Jard¨ªn Bot¨¢nico de C¨®rdoba, que, dicho sea de paso, es uno de los lugares m¨¢s atractivos desde el punto de vista did¨¢ctico y cient¨ªfico de la ciudad.
Los molinos del Guadalquivir se conocieron entre los siglos XIII y XVI por el nombre de ace?as (del ¨¢rabe as-sania, noria de tiro) y fueron los grandes protagonistas de la industria harinera de la capital. El de Martos se encuentra ubicado en el azud conocido hist¨®ricamente como Parada de San Juli¨¢n y fue el principal de cuantos lo rodearon. De ser ace?a harinera durante la ¨¦poca isl¨¢mica y bajomedieval, pas¨® a convertirse en molino de regolfo y bat¨¢n entre 1550 y 1565.
Hoy, el Jard¨ªn Bot¨¢nico, tambi¨¦n a orillas del r¨ªo, integra en su oferta este molino restaurado con sutileza en 2006 por el arquitecto Juan Navarro Baldeweg y que conserva los restos de su estructura. Forma parte del patrimonio etnol¨®gico y etnobot¨¢nico de la ciudad, y ayuda a interpretar la historia a trav¨¦s del uso del agua y la tradici¨®n del empleo de las plantas como fuente de alimento y de producci¨®n industrial: pa?os y tejidos, pieles.
Las iglesias fernandinas
El casco hist¨®rico ha conocido un trabajo de recuperaci¨®n bastante notable durante los ¨²ltimos a?os. Desde la Corredera, hoy convertida en centro de encuentro con sus innumerables terrazas y bares, hasta el barrio del Alc¨¢zar Viejo, o los jardines del Conde de Vallellano, se ha restaurado pr¨¢cticamente un 80% del casco hist¨®rico.
Adem¨¢s de pasear a la suerte entre sus calles enjalbegadas, asombrarse ante los espl¨¦ndidos patios que dejan entrever su intimidad tras las cancelas, y saborear los olores y el murmullo quedo de la vida cotidiana, se puede hacer una de las rutas m¨¢s interesantes: la de las iglesias fernandinas, en el barrio de la Axerqu¨ªa Norte (del ¨¢rabe shark, levante, por hallarse en el noreste de la ciudad). Requisito imprescindible: gozar de buenas pantorrillas y manejar un plano en condiciones que no sea el tur¨ªstico al uso.
Cuando Fernando III reconquist¨® C¨®rdoba en 1236, hasta entonces en manos musulmanas, fund¨® 14 parroquias con la intenci¨®n de evidenciar la fe de los nuevos pobladores. Aunque la realidad apunta a que casi todas fueron anteriormente mezquitas, y que dichas iglesias no se levantaron hasta finales del siglo XIII, en ¨¦poca de Alfonso X, por lo que ser¨ªa m¨¢s adecuado llamarlas iglesias alfons¨ªes. Hoy se conservan 11 en total.
Algunos autores aprecian en ellas influencias cistercienses, mientras que otros detectan elementos de origen galaico, lo que se explica por la influencia de los caballeros gallegos que se sumaron a las tropas castellanas.
Aun siendo diferentes entre s¨ª, las iglesias fernandinas se caracterizan por tener una planta de tres naves con ¨¢bsides, cubiertas de madera y con elementos mud¨¦jares. Las puertas de acceso pertenecen por lo general al rom¨¢nico de transici¨®n, est¨¢n abocinadas y formadas por arcos ligeramente apuntados, de degradaci¨®n y apoyados sobre columnillas.
Algunos de estos templos, como el de Santa Marina, de imponente aspecto defensivo y uno de los m¨¢s populares por hallarse en el barrio en que naci¨® Manolete, mantienen un espl¨¦ndido artesonado o alfarje mud¨¦jar. Otros, como el de San Miguel, destacan por su portada del g¨®tico primitivo. La iglesia de San Agust¨ªn, que preside una plazoleta en la que pegan la hebra vecinos y mochileros, muestra una espada?a de cuatro ojos y est¨¢ en pleno proceso de restauraci¨®n. Lo mismo sucede con la de San Lorenzo, en un sencillo y hermoso estilo rom¨¢nico de transici¨®n, con un roset¨®n mud¨¦jar con arcos entrelazados.
Por lo dem¨¢s, todo el barrio est¨¢ en pleno proceso de recuperaci¨®n en un ambicioso plan de rehabilitaci¨®n integral municipal, y las iglesias est¨¢n siendo restauradas con recursos de la Junta de Andaluc¨ªa y el obispado de C¨®rdoba. Descubrirlas a trav¨¦s de calles y recodos s¨®lo requiere paciencia y curiosidad.
La 'milla de oro'
As¨ª ha bautizado el ingenio popular el ensanche urban¨ªstico del llamado vial norte, o Plan Renfe, por sus lujosas y costosas infraestructuras. Una operaci¨®n urban¨ªstica de gran calado, terminada en 1995, que soterr¨® las v¨ªas del ferrocarril a lo largo de tres kil¨®metros, para cubrirlas de espacios verdes y edificios de viviendas de un gusto y una calidad irreprochables. A esta operaci¨®n pertenece la actual estaci¨®n de trenes. En ella participaron la Junta de Andaluc¨ªa, el Ayuntamiento, el Ministerio de Transportes y Renfe, que sin embargo se ape¨® en un tramo del proyecto, cuyo coste total se estima en unos 108 millones de euros.
Hoy, este vial se extiende junto a la estaci¨®n y ofrece perspectivas generosas, zonas ajardinadas que combinan alberos, arbolado, espacios infantiles, quioscos e imaginativos juegos de agua que refrescan el ambiente estival. La zona tambi¨¦n se conoce por el paseo mar¨ªtimo, tras convertirse en eje de ocio y l¨²dico, con sus abundantes bares de copas de dise?o cuidado.
Algunos de los edificios que forman esta nueva barriada son obra de Rafael de la Hoz, uno de los arquitectos cordobeses m¨¢s reconocidos y un experto, entre otras cosas, en edificios de viviendas: una modalidad que en este pa¨ªs est¨¢ por los suelos. Los edificios Nazca I-II son uno de los ejemplos m¨¢s destacables. Llaman la atenci¨®n por su parapeto de ladrillo cer¨¢mico azul que refleja el cielo y protege las viviendas de las incidencias del sol, y sus oquedades de luz y color que dejan respirar el edificio. Es tambi¨¦n notable y de reciente creaci¨®n el edificio Atl¨¢ntico, situado en la zona norte (Isla del Hierro, 1), proyectado por un equipo dirigido por Joaqu¨ªn Caro y Jos¨¦ S¨¢nchez Pamplona, dos asiduos ellos tambi¨¦n de la constructora Noriega, de gran prestigio en Andaluc¨ªa. Este voluminoso edificio se ha recubierto de piedra caliza, madera y paneles de hormig¨®n polim¨¦rico de color verde cacer¨ªa, que, en palabras de Joaqu¨ªn Caro, "han logrado que el edificio parezca vivo, mediante el efecto vibrante de los paneles con textura de ondas, en los que se refleja el sol de diferente manera a lo largo del d¨ªa". Los miradores interiores y los patios, que se han concebido horizontales en lugar de verticales para apurar las vistas de la sierra, les prestan un ritmo especial a las fachadas.
Una hoteler¨ªa diferente
La hoteler¨ªa cordobesa se ha caracterizado durante bastante tiempo por su uso y abuso del reclamo tur¨ªstico f¨¢cil y la fantas¨ªa neomorisca tan propia de las calles m¨¢s transitadas de la juder¨ªa. En la actualidad, varios hoteles han dado un giro a esta est¨¦tica alambicada para ofrecer un estilo singular m¨¢s acorde con los gustos actuales. El m¨¢s notable en este sentido es el palacio del Bail¨ªo, de los siglos XVI al XVIII, hoy recuperado por la cadena Hospes como exclusivo hotel de cinco estrellas, el ¨²nico de esta categor¨ªa en C¨®rdoba, y de reciente apertura.
En ¨¦poca romana, la casa estaba situada en la parte alta de la ciudad, junto al foro. En tiempos de Al ?ndalus tambi¨¦n estuvo ocupada, y cuando Fernando III el Santo reconquist¨® la ciudad, la casa fue cedida a la familia C¨¢rcamo. Perteneci¨® a continuaci¨®n a los Fern¨¢ndez de C¨®rdoba, y as¨ª pas¨® de mano en mano hasta que Rafael Castrej¨®n la compr¨® al torero Machaquito en 1929 ?por la m¨®dica cantidad de 150.000 pesetas! A esa ¨¦poca pertenece esencialmente su estructura actual, con sus jardines, caballerizas y granero, que se distribu¨ªan a lo largo de 4.000 metros cuadrados. De entonces se ha conservado tambi¨¦n un sal¨®n y algunos detalles neocalifales tan del gusto del siglo XIX.
Hoy se ha convertido en un hotel de l¨ªnea moderna, despejada y elegante, en el que imperan las iluminaciones y los tonos blancos, las telas aterciopeladas, los tornasolados sutiles y alg¨²n detalle que celebra el arte califal, como son los pa?os de pan de oro y plata de las paredes, que evocan los matices que adoptan las puertas de lat¨®n de la mezquita grande bajo la luz rasante.
El arquitecto encargado de la restauraci¨®n es el granadino ?ngel Ram¨®n Mart¨ªnez del Valle, y del interior se ha encargado el equipo de dise?adores del propio Grupo Hospes. "A la hora de enfrentarnos al proyecto", comenta Marcel Gago, director de Hospes Design, "ha primado el respeto por el esp¨ªritu del edificio, la conservaci¨®n de sus elementos originales, tanto en arquitectura como en los materiales: puertas, techumbres y dem¨¢s". De hecho, el jard¨ªn intramuros, que recuerda los patios andalus¨ªes con sus arriates fragantes y su serena placidez, se ha respetado siguiendo el criterio de Patrimonio, que no ha permitido que se pavimentara, por lo que se ha recubierto de una grava de arena y cal, con el fin de que fuera transpirable.
En algunas habitaciones se han restaurado de forma impecable unos frescos del siglo XIX que representan al Gran Capit¨¢n (Fernando Gonz¨¢lez de C¨®rdoba) y distintas escenas del Quijote. Un envoltorio moderno y sosegado para un edificio que destila historias pasadas. El mismo que, poco a poco, parece que va vistiendo la gran capital omeya.
GU?A PR?CTICA
Dormir- Posada de Vallina (957 49 87 50; www.hotelvallina.com). Corregidor Luis de la Cerda, 83. Frente a la portada sur de la mezquita, acogedor y reci¨¦n abierto, en una posada de origen musulm¨¢n. Desde 80 euros la habitaci¨®n doble, con desayuno.- NH Califa (www.nh-hotels.com; 957 29 94 00). Lope de Hoces, 14. Junto al centro hist¨®rico. Funcional y c¨®modo. Desde 83 euros la doble.- NH Amistad C¨®rdoba (957 42 03 35; www.nh-hotels.com). Plaza de Maim¨®nides, 3. Junto a la muralla y en plena juder¨ªa. Agradable y confortable. Desde 130 euros la habitaci¨®n doble.- Palacio del Bail¨ªo (902 25 42 55 y 957 49 89 93; www.hospes.es). Ram¨ªrez de las Casas Deza, 10-12. Desde 180 euros en temporada baja.Comer- Casa Salinas (957 29 08 46). Puerta de Almod¨®var, s/n. En pleno casco antiguo, taberna tradicional para picar. Unos 20 euros.- El Churrasco (957 29 08 19). Romero, 16. Un cl¨¢sico de la cocina tradicional cordobesa. Unos 50 euros.- Picnic (957 48 22 33). Ronda de los Tejares, 16. En la zona comercial, muy buena cocina de mercado. Alrededor de 50 euros.Informaci¨®n- Oficina de Turismo de C¨®rdoba (902 20 17 74; www.turismodecordoba.org).- www.capitalcultural2016.cordoba.es.
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