El Sevilla no tiene l¨ªmite

El Athletic no fue ayer ese equipo de jersey de pico lustroso. Es lo que tiene tener que mudarse del adosado al barrio, dejar la clase media para tener que buscarse la vida como sea. Ayer, los resultados que aparec¨ªan musicales sobre los marcadores simult¨¢neos le indicaban que hab¨ªa otros que estaban a¨²n peor que ¨¦l. Pero la presunta ventaja que eso le pod¨ªa proporcionar deb¨ªa cobr¨¢rsela al coco de la Liga. Quitarle puntos al Sevilla est¨¢ m¨¢s que dif¨ªcil y en su casa es pr¨¢cticamente imposible. Ante este tipo de retos uno puede acudir a hacer lo que sabe, con descaro y ausencia de temores, o intentar construir una pared frente a tu porter¨ªa y que tus delanteros aprovechen a la carrera un fallo del contrincante. En el primer caso lo m¨¢s probable es salir apaleado contra el que es mejor, pero tambi¨¦n con el segundo estilo de los citados le puede caer a uno la del pulpo, pero ya sin honra ni nada a que apelar.

El Sevilla sigue eligiendo meter el golito cuanto antes para que despu¨¦s brillen la rapidez de sus transiciones, sus combinaciones y sus remates. Ayer, a los seis minutos ya le hab¨ªan anulado un gol y dos despu¨¦s Luis Fabiano estrell¨® el chut de un penalti en el poste.

El murmullo de la feliz afici¨®n sevillista son¨® en esos momentos como el previo a una decapitaci¨®n. Pero no todo era como comenz¨®. A los dos minutos del penalti fallado por el delantero brasile?o, Etxeberria le encontr¨® la espalda a los defensas y all¨ª una pelota que chut¨® tan bien que s¨®lo el poste de metal evit¨® que entrar en la meta de Cobe?o. Al tiempo que se cort¨® el buen rollo en la grada, el Athletic gan¨® peso en el partido. A pesar de que el centro del campo depend¨ªa del menor Murillo y del disminuido Yeste, algunas carreras de Etxeberria mantuvieron la tensi¨®n de la cita. Con un poco m¨¢s de ayuda de Aduriz y Gabilondo, el Athletic pod¨ªa haber intentado sacar algo m¨¢s de provecho a la intranquilidad sevillista.

El cuadro de Juande Ramos sigui¨® jugando bien, creando peligro y moviendo la pelota con criterio y celeridad. Sin embargo, a medida que pasaban los minutos, cada m¨¢s ojos buscaban el banquillo sevillista, donde estaba sentado Kanout¨¦. Kerzhakov segu¨ªa bullicioso y peligroso, pero no lo suficiente como para disipar las dudas que levantaba Luis Fabiano. El ariete brasile?o es un jugador de temperamento quebradizo. Y hab¨ªa fallado un penalti. Con el est¨¦ril control -que a¨²n no era dominio- sevillista acab¨® la primera mitad y lleg¨® el descanso, precisamente cuando algo, un calambrazo, un meneo, una rega?ina, un consejo, cambi¨® la cabeza de Luis Fabiano.

En la segunda mitad, el brasile?o era otro. Fue incluso distinto de casi todo lo que se le ha visto por Nervi¨®n. En la jugada del primer gol, con un giro sobre su eje con el bal¨®n fundido a su bota convirti¨® una cl¨¢sica combinaci¨®n por la derecha de los sevillistas en una acci¨®n bell¨ªsima y efectiva. Tras girarse y corriendo rodeado de contrarios ya de cara a la porter¨ªa vio a Kerzhakov, le pas¨® la pelota y el ruso la coloc¨® lejos del alcance de Lafuente. Indudablemente era el momento del Sevilla. Y en esta ocasi¨®n lo aprovech¨®. Cinco minutos despu¨¦s, Puerta se col¨® y chut¨® lo que deb¨ªa de ser un centro y entre la fortuna y la fatal colocaci¨®n de Lafuente remataron el partido para los de Juande.

El Athletic se desmoron¨® irremediablemente tras los goles. La cicatera t¨¢ctica de Man¨¦ qued¨® entonces ridiculizada. El entrenador de los de Bilbao despobl¨® entonces la defensa y dio entrada a Ustaritz y Urzaiz por los anodinos Gabilondo y Aduriz. Pero el Athletic, que nunca sali¨® a ganar, ya tuvo m¨¢s que claro que iba a perder. Ya s¨®lo quedaba intentar que el destrozo fuera lo menor posible.

El entrenador sevillista pudo ya darle descanso a algunas de sus piezas clave de cara a la semifinal de la Copa de la UEFA que disputar¨¢ el jueves en Pamplona con Osasuna y acercar a la redenci¨®n a algunos jugadores menos afortunados e incluso menos queridos. Chevant¨®n hizo un gol en semifallo y estrell¨® un bal¨®n en el palo ante el pelele que era ya el Athletic. Pero el protagonismo final se lo merec¨ªa Luis Fabiano y el f¨²tbol se lo regal¨® con el gol que cerraba el marcador del partido. Antes hab¨ªa marcado Yeste. Pero, al igual que el Athletic ayer, no signific¨® nada de nada.