Po¨¦tica de lo aleatorio
Las Cajas Optimistas de Filliou, los dibujos de Tomas Schmit en pos de la Cuadratura del c¨ªrculo, la relaci¨®n entre forma y vac¨ªo en George Brecht, la Salchicha Literaria de Dieter Roth (contiene triturado un libro de Max Frisch) o el Museo de Ben (Vautier), con bola de pimp¨®n "donde est¨¢ Dios, que est¨¢ en todas partes", son algunas de las obras que con las de Joseph Beuys, John Cage, Daniel Spoerri, Nam June Paik o Wolf Vostell conforman esta muestra.
Todas ellas sugieren c¨®mo, a partir de muy pocos medios, se puede despertar la imaginaci¨®n y hacer que se aventure el pensamiento. Esto es as¨ª porque tales artistas impulsaron la po¨¦tica de lo aleatorio. En lugar de prevenir el azar o ahuyentarlo, cuentan con ¨¦l, saben que forma parte de la vida: las indicaciones de John Cage para su Water Music son catalizadores del azar y los paneles de Alison Knowles celebran encuentros fortuitos.
Entender el azar como inte
grante de la vida genera la osad¨ªa Fluxus que, a diferencia de sus antecesores dad¨¢s, busca, m¨¢s que ¨¦pater le bourgeois, sugerir que hay artes para construir lo cotidiano, siempre que se est¨¦ dispuesto a vivir fuera del manual de instrucciones y sin temor a lo que pueda ofrecer el ahora. As¨ª parecen indicarlo las exactas cajas de Gerhard R¨¹hm (Now, Nun).
De ah¨ª, otra clave de Fluxus: buscar una comunicaci¨®n diferente que opone el valor del silencio y el gesto al del lenguaje establecido, y lo extiende desde la performance y la m¨²sica al cine y la radio. Una comunicaci¨®n que posee un componente decisivo, el humor, que logra abrir huecos en la racionalidad m¨¢s defensiva.
Todo esto hace que Fluxus sea sobre todo una actitud en la que coinciden autores de distintas culturas y procedencias art¨ªsticas muy diversas. La muestra, promovida por el IFA, Instituto para las Relaciones Exteriores, con sede en Stuttgart, ofrece sobre todo un panorama de esas coincidencias. Lo forman, con las obras expuestas, piezas musicales y grabaciones de radio, fotograf¨ªas de diversas acciones, los nuevos cat¨¢logos (fichas ordenadas en cajas) y material gr¨¢fico: carteles (el del primer festival en Wiesbaden, 1962), anuncios de conciertos e invitaciones de galer¨ªas y museos. Este material se?ala la geograf¨ªa Fluxus: Colonia y D¨¹sseldorf, como polos decisivos, la galer¨ªa Block en Berl¨ªn, el Museo de Moengengladbach, etc¨¦tera. Tiene inter¨¦s porque, como se dice en el cat¨¢logo, Fluxus no lo hicieron s¨®lo los artistas, sino unas pocas galer¨ªas decididas, directores de museos audaces al exponer y comprar, y coleccionistas sensibles a un nuevo presente.
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