Los retos del futuro

"La globalizaci¨®n es un hecho que despierta fuertes emociones. Quiz¨¢s porque, al llevar el sistema econ¨®mico m¨¢s all¨¢ de las fronteras de cualquier Estado, nos fuerza, de hecho, a tener que decidir c¨®mo percibimos y qu¨¦ pensamos de la mano invisible", escribe Paul Krugman en el pr¨®logo de esta obra. Y es que globalizaci¨®n es una de las palabras que se est¨¢n utilizando con mayor asiduidad en nuestro tiempo, aunque muchos no conozcan exactamente su significado, su alcance y los efectos que est¨¢ produciendo. Por eso, y como apunta el prestigioso profesor del MIT, se ha convertido en un arma arrojadiza de todos los males que afectan a la sociedad contempor¨¢nea, lo que ha dado lugar a que casi todos hayan optado por la globalfilia o la globalfobia.

Para evitar multas de hasta dos millones de euros, la empresa tendr¨¢ que vigilar m¨¢s procesos y riesgos

En esta nueva edici¨®n -actualizada y muy ampliada- de Comprender la globalizaci¨®n, el autor, presidente del Centre for Economic Policy Research, y uno de los economistas m¨¢s conocidos por los lectores espa?oles gracias a su presencia en los medios de comunicaci¨®n, explica en qu¨¦ consiste el proceso de globalizaci¨®n creciente de la econom¨ªa mundial y qu¨¦ efectos est¨¢ teniendo en el ¨¢mbito econ¨®mico, pol¨ªtico e incluso cultural y c¨®mo afecta a Estados, gobiernos, empresas y grupos humanos en general, y a Espa?a en particular.

La globalizaci¨®n, afirma De la Dehesa, es positiva en cuanto a que representa un importante progreso para la econom¨ªa mundial, aumentando su eficiencia y su potencial de crecimiento. Pero, como todo cambio profundo, puede plantear problemas de equidad, ya que habr¨¢ personas y pa¨ªses que no saldr¨¢n beneficiados o que se quedar¨¢n descolgados de ese proceso. Para conseguir que la globalizaci¨®n tenga un amplio apoyo es necesario evitar que haya perdedores netos y ayudarles a que mejoren y superen la situaci¨®n.

Una forma de obtener ¨¦xito en esa tarea es, para el autor, poner al descubierto una serie de falacias. Por ejemplo, que la competitividad est¨¢ determinada exclusivamente por los precios y costes relativos, que la competitividad debe medirse por el comportamiento de las exportaciones, que los pa¨ªses en desarrollo hacen dumping social, que China y la India van a ser competitivos en manufacturas y servicios durante d¨¦cadas, que la competitividad se consigue con m¨¢s cient¨ªficos e ingenieros o que la globalizaci¨®n amenaza la supervivencia del Estado de bienestar en los pa¨ªses desarrollados.

El an¨¢lisis cr¨ªtico de estas falacias desemboca finalmente en un examen de Espa?a y los retos que le plantea la globalizaci¨®n. En s¨ªntesis, De la Dehesa los resume en que la econom¨ªa espa?ola debe ser m¨¢s eficiente y m¨¢s competitiva, que debe desarrollar toda la econom¨ªa de los servicios basada en el conocimiento y la innovaci¨®n y que debe asegurar la sostenibilidad futura del sistema de protecci¨®n social.

En definitiva, afirma el autor, Espa?a ha afrontado el proceso de globalizaci¨®n con cierto ¨¦xito hasta ahora, pero a¨²n quedan muchos huecos por rellenar. Y es que la competitividad de la econom¨ªa espa?ola empieza a dar signos de debilidad, como se ve al comprobar el fuerte crecimiento del d¨¦ficit por cuenta corriente, que el desarrollo de la econom¨ªa del conocimiento y de las altas tecnolog¨ªas lleva mucho retraso respecto de otros pa¨ªses europeos, que todav¨ªa quedan muchas reformas estructurales por emprender y, finalmente, que las finanzas p¨²blicas del Estado de bienestar van a absorber una cantidad cada vez mayor de recursos que deber¨ªan de destinarse al desarrollo masivo de la educaci¨®n, la formaci¨®n, inversi¨®n en I+D e infraestructuras.