Distintas generaciones, el mismo miedo
Dos empleados de Delphi, separados por 16 a?os, debaten sobre el futuro de sus puestos de trabajo
Juan Jos¨¦ Pombo va a cumplir 53 a?os y lleva 27 como empleado de Delphi. Primero en una contrata, despu¨¦s como operario de producci¨®n y, desde hace diez a?os, como electricista. Su compa?ero, C¨¢ndido Nevado, de 37 a?os, empez¨® a trabajar con 22 como empleado eventual, pero no le hicieron fijo hasta 2001.
Pregunta. ?C¨®mo recibieron la noticia del cierre?
C¨¢ndido Nevado (C.N.). Tengo turno de noche y, cuando llegu¨¦ el jueves 22 de febrero a mi casa, despu¨¦s de llevar a los ni?os al colegio [tiene dos, de 4 y 3 a?os], me ech¨¦ a dormir. Llam¨® un compa?ero. Antes de decirme nada ya sab¨ªa lo que me iba a contar. Hab¨ªa habido muchos rumores antes. El d¨ªa que me hicieron fijo llor¨¦ de emoci¨®n. El d¨ªa 22 tambi¨¦n llor¨¦, pero de rabia.
"No hay terrenos para grandes empresas, todo es para hoteles y campos de golf"
Juan Jos¨¦ Pombo (J.J.P). Yo lo viv¨ª en directo. El presidente del comit¨¦ nos reuni¨® en el comedor para anunciarnos que se iban, que se llevaban el producto. Hab¨ªa gente que quer¨ªa salir enseguida a la carretera. Incluso hab¨ªan enviado dos tanquetas de la Polic¨ªa. Yo ped¨ª que no entr¨¢ramos a la provocaci¨®n. Menos mal, porque luego nos enteramos que, si pones en riesgo la factor¨ªa o la integridad de un directivo, la empresa se puede escudar en un cierre patronal, as¨ª que le hubi¨¦ramos hecho el juego.
C.N. El primer d¨ªa todo el mundo quer¨ªa ir a la calle. Pero hay que hacerlo poco a poco. Hay que llamar la atenci¨®n, dialogar y, despu¨¦s, llegar¨¢ lo que sea si no hacen caso. Pero es cansado. ?Vale para algo lo que hemos hecho? Tenemos el apoyo de la gente, pero los pol¨ªticos siguen con palabras y sin hechos.
J.J.P. Hasta ahora la lucha ha sido una ni?er¨ªa. Unas barricadas, un fuego.. Si hasta la Guardia Civil est¨¢ con nosotros.
P. ?Sab¨ªan que la situaci¨®n de la empresa era mala?
C.N. Siempre hablaban de crisis, pero era normal. cada vez que ten¨ªamos que negociar el convenio nos dec¨ªan que la empresa atravesaba un mal momento.
J.J.P. Ellos lo ten¨ªan planificado. Ahora sacan esas palabras nuevas: globalizaci¨®n, deslocalizaci¨®n... Pero yo de eso no entiendo. Yo no tengo que administrar la empresa, s¨®lo defender mis derechos, los de la clase obrera. Ahora no tenemos ni materiales. Es un ataque psicol¨®gico.
C.N. Yo, por eso, cuando salgo, trato de desconectar. Delphi est¨¢ en Puerto Real y yo en Chiclana. No enciendo el ordenador, no pongo la tele. Si no, voy a acabar con estr¨¦s, sin dormir, con ansiedad..
J.J.P. Yo no desconecto. T¨² eres joven, tienes futuro. Pero a m¨ª me duelen los pies, los codos y los dedos.
C.N. T¨² lo tienes m¨¢s complicado. Mis ni?os no entienden, pero los tuyos te preguntar¨¢n.
J.J.P. Yo tengo dos hijos, de 20 y 27 a?os, y los dos han venido a luchar conmigo, a poner pegatinas en la universidad.
P. ?Se han sentido apoyados por la ciudadan¨ªa?
J.J.P. S¨ª. La sociedad le ha visto las orejas al lobo. Ve que ¨¦ste es el futuro de sus hijos.
C.N. Lo de Las Aletas, o que nos recoloquen en empresas peque?as que dicen que van a venir, esas soluciones no sirven. Acaban con mi problema, pero, ?y el resto de parados?, ?y los auxiliares o eventuales? Pero claro, no hay terreno para grandes empresas, todo es para hoteles y campos de golf.
J.J.P. Tenemos una sociedad de servicios para el cachondeo de otros pa¨ªses y cuando ellos se resfr¨ªan nosotros cogemos una pulmon¨ªa.
P. ?C¨®mo afrontan el futuro?
C.N. Yo prefiero vivir al d¨ªa, no pensarlo. Lo mismo se arregla que nos vamos todos a la calle. Si tengo que hacer cursos, lo har¨¦, si tengo que ponerme a fabricar chupa-chups, lo har¨¦. Pero todos juntos, lo que no pueden es dividirnos.
J.J.P. Ahora lo aguantamos, pero el d¨ªa que no cobremos, esto va a ser la bomba.
C.N. Si hace falta, nos encerramos, hacemos una huelga de hambre.
J.J.P. No, yo no me pongo en huelga, yo no he hecho nada. Lo que nos quieren ellos es matarnos de hambre. Pero si se declaran en quiebra, yo me declaro insolvente y no pago la hipoteca, ni la luz, ni nada.
C.N. Lo importante es que la plantilla siga unida. Todos a la vez.
J.J.P. Que s¨®lo se escuche una voz. Si nos separan, hemos perdido.
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