"Mejor que te largues de aqu¨ª"

Un grupo de polic¨ªas municipales se lanza a la carrera por la calle de Fuencarral, a la altura de Apodaca, hacia las cuatro de la madrugada en busca de un objetivo impreciso. El redactor intenta tomar un par de fotos, pero un polic¨ªa pasa a su lado y le da un empuj¨®n que casi lo tira al suelo. "?Qu¨¦, te diviertes?", le espeta una agente, que sin mediar palabra le propina dos porrazos en la piernas. "Soy periodista", responde el agredido. "Pues lo mejor es que te largues de aqu¨ª".

Caminar ayer de madrugada por el barrio de Malasa?a daba miedo. "Desaloje la plaza. ?R¨¢pido!", le grita un agente municipal a un transe¨²nte despistado en el Dos de Mayo. ?Qu¨¦ ha sucedido? "Llame al 010", es lo ¨²nico que responde, con la proverbial opacidad de las fuerzas policiales. "Hab¨ªa unos chavales haciendo un botell¨®n en la plaza y cuando ha llegado la polic¨ªa y les han dicho que se fueran han empezado a lanzarles litros y piedras", explica una veintea?era que, como tantos j¨®venes, hab¨ªa salido de fiesta la v¨ªspera del Primero de Mayo.

"Estaban de 'botell¨®n'. La polic¨ªa les dijo que se fueran y les lanzaron 'litros' y piedras"

Un contenedor de escombros cruzado en plena calle de La Palma impide el paso a los veh¨ªculos, que adem¨¢s tienen que sortear los cubos de basura volcados. Un municipal le comenta a otro que los enfrentamientos se han iniciado despu¨¦s de las dos y media de la madrugada, cuando han llegado a la plaza "grupos de j¨®venes organizados buscando jaleo". Una chica que ha presenciado el inicio de la batalla, Mar¨ªa, reconoce que algunos de los chavales "se han pasado": "han dejado el coche [patrulla] destrozado".

Grupos de unos quince polic¨ªas municipales, pertrechados con porras, y varios agentes de paisano con porras telesc¨®picas recorren San Vicente Ferrer y La Palma en busca de los agitadores. ?Punkis, cabezas rapadas, antisistema? Nadie sabe nada. Cargan, se abren paso a porrazos y se llevan por delante a todo el mundo. Varios agentes han recibido botellazos y pedradas y est¨¢n muy nerviosos. Otro municipal se encara con una chica que sale de un bar porque lleva una cerveza en la mano. La aludida no entiende por qu¨¦ tiene que tirar su copa. "Tranquilo, hombre", intenta ella. "Me da su consumici¨®n, por favor", le pide ¨¦l, con una solicitud exagerada. La chica cede, el polic¨ªa coge la copa, se gira y la arroja al suelo.

Los municipales, junto a varios antidisturbios, corren de repente de un lado para otro porque parece que no acaban de localizar d¨®nde se encuentran los alborotadores. "Sab¨ªa que lo del herido era una trampa, lo sab¨ªa", se lamenta un oficial municipal, despu¨¦s de que casi 18 coches patrulla (entre ellos, algunos nacionales) han quedado bloqueados en la calle de Daoiz con Montele¨®n, al parecer tras una pista falsa.

Los avances de los municipales son imprevisibles y muchos transe¨²ntes temen encontrarse una carga policial en cualquier esquina. En la calle de La Palma, una pareja de adolescentes llora porque el chico ha recibido varios porrazos y la chica ha perdido a los amigos entre el jaleo. "?D¨®nde est¨¢s, t¨ªo?", grita ¨¦l con angustia por el m¨®vil. De repente, alguien alerta de que se acerca la poli, y los presentes, la pareja y todos los noct¨¢mbulos a la vista, se apelotonan a trompicones en la puerta de un peque?o local, en La Palma, cercano al contenedor cruzado. "Esto parece Vietnam", comenta alguien con sorna.

Poco antes, se llevan esposado a un chico en la plaza del Dos de Mayo. "Yo no he hecho nada, os lo juro por mi padre, que est¨¢ muerto". El polic¨ªa municipal que lo acompa?aba le grita: "Te hemos visto lanzar dos botellas al coche. Lo has destrozado".

Los altercados se han saldado con 20 heridos leves seg¨²n se?ala una m¨¦dica del Samur, en el hospital de campa?a instalado en la glorieta de Bilbao. Uno de los ¨²ltimos agredidos, hacia las cinco de la madrugada, ha sido Carlos, de 27 a?os, que explica que trabaja en la Comunidad de Madrid y que se ha llevado un corte en la frente, un labio hinchado y varias contusiones por preguntar a los agentes que por qu¨¦ increpaban a unos j¨®venes.

Mientras lo esposaban, varios periodistas se han acercado para saber qu¨¦ estaba sucediendo. Los polic¨ªas se han encarado con ellos, les han ordenado que se fueran y les han espetado: "?A ver qu¨¦ vais a escribir!".