Los funcionarios andan a pedal

El primer d¨ªa a primera hora, hace ahora una semana, con su habitual disposici¨®n Higinio se prest¨® para probar las bicis. Mont¨® en una, y no se sabe si por falta de costumbre, porque era muy temprano o porque el artefacto fallaba, Higinio se desequilibr¨® y fue al suelo de narices. El funcionarial accidente se sald¨® con una ceja abierta, una visita al enfermero y una larga ristra de conversaciones en la Conseller¨ªa de Medio Ambiente.

Pese al descalabro de su compa?ero y al mal tiempo que estrenaron la semana pasada, uno de cada diez funcionarios de este departamento (sobre todo uno, de nombre Fulgencio) han empezado a realizar en bicicleta sus cotidianas gestiones entre el inmueble que ocupan (en San L¨¢zaro) y el edificio administrativo de la Xunta en San Caetano.

La idea fue de Manuel Salgado, jefe de servicio de Educaci¨®n para a Sostenibilidade. Este funcionario -que es el ¨²nico de Medio Ambiente que, haga sol o llueva a c¨¢ntaros, va a trabajar todos los d¨ªas en veloc¨ªpedo- recordaba que en Lugo hab¨ªa arrumbadas 600 bicis compradas por la anterior Xunta y se propuso recuperarlas. Habl¨® con su jefe, Emilio Fern¨¢ndez, director xeral de Desenvolvemento Sostible, y ¨¦ste hizo lo propio con el de m¨¢s arriba, el conselleiro Manuel Pachi V¨¢zquez.

El proyecto gust¨®, y cuando quisieron recuperar las bicicletas de Lugo lleg¨® la sorpresa. De los 600 veh¨ªculos adquiridos en mayo de 2005, cuando la conseller¨ªa estaba en manos de Xos¨¦ Manuel Barreiro, no quedaban m¨¢s que 200 y casi todos estaban averiados. ?n v¨ªsperas de elecciones auton¨®micas, las bicicletas se destinaron a un circuito con monitores. Se prestaban y no se controlaba la devoluci¨®n, as¨ª que, en consecuencia, el parque m¨®vil mermaba y mermaba. "Hab¨ªan desaparecido 400...", explicaba ayer Manuel Salgado, "porque con las bicicletas ocurre una cosa: Tienen ruedas".

Se le encomend¨® a F¨¦lix Latorre, uno de los componedores de bicis de toda la vida en Lugo, que intentase resucitar las 200 que a¨²n estaban, y ¨¦ste fue capaz de salvar poco m¨¢s de un centenar. De ¨¦stas, la conseller¨ªa entreg¨® 40 a la Universidade de Santiago para que fomente el transporte ecol¨®gico entre los alumnos; otras 20 las envi¨® al Campus de Lugo; otras tantas se las prest¨® al parque e¨®lico experimental Sotavento y all¨ª van y vienen de molino en molino; y las 22 ¨²ltimas quedaron en el garaje de la conseller¨ªa para uso de los funcionarios. El curso que viene, la campa?a se extender¨¢ a las universidades de Vigo y A Coru?a con ayudas para la compra de nuevas bicicletas.

No son la de 7 kilos de Pereiro, pero sus 21 marchas sobran para recorrer el llano kil¨®metro y medio que separa San L¨¢zaro de San Caetano e incluso los tres y medio m¨¢s empinados que distancian la conseller¨ªa de Muface. Con el tiempo, seg¨²n Salgado, quiz¨¢s consigan los funcionarios el carril que reclaman y hasta es posible que logren otro de sus objetivos: "Que Pachi se desplace a los consellos de la Xunta a pedal".

Claro que Medio Ambiente no quiere que sean s¨®lo sus trabajadores los que den ejemplo, as¨ª que ha puesto a disposici¨®n de toda la Xunta sus m¨¢quinas y ha promocionado la iniciativa a trav¨¦s de carteles. Adem¨¢s, para que no haya excusas, Desenvolvemento Sostible tambi¨¦n ha embarcado en esta historia a Presidencia, que se ha comprometido a adquirir varias barras de aparcamiento y una marquesina que dar¨¢ cobijo en San Caetano a la mitad de las bicicletas disponibles.

Los interesados s¨®lo tienen que anotar la salida, la llegada y los desperfectos que hayan topado en sus monturas. A cambio, se les entrega una bici, un chaleco, un casco y una cadena. Para que las 22 que quedan no vuelen.