"Los campus europeos deben diferenciarse entre s¨ª"
La r¨ªgida universidad europea se est¨¢ quedando atr¨¢s frente a un sistema estadounidense flexible y aut¨®nomo. Es la principal conclusi¨®n que extrae Pello Salaburu (1951, Arizkun, Navarra), catedr¨¢tico de Filolog¨ªa vasca y ex rector de la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV), en el libro La universidad en la encrucijada: Europa y EE UU, publicado por la Academia Europea de Ciencias y Artes, en colaboraci¨®n con Universia y el Grupo Santander. La obra, que Salaburu present¨® recientemente en Bilbao y Madrid, completa con m¨¢s de 100 tablas un exhaustivo an¨¢lisis de ambos modelos educativos.
Pregunta. Usted contrasta la autonom¨ªa de la Universidad en EE UU con el intervencionismo de los gobiernos europeos. ?En qu¨¦ se plasma?
"Es bueno todo aquello que suponga apoyar al que demuestra que vale"
Respuesta. El Gobierno espa?ol, por ejemplo, regula todo: asigna los n¨²meros clausus, regula las pruebas para contratar a catedr¨¢ticos y titulares, la forma de constituir las comisiones que juzgan las tesis doctorales, impone el sueldo del rector y que debe elegirlo la comunidad universitaria... Este sistema impide que las universidades den pasos para diferenciarse, y esto es imprescindible para ser competitivas.
P. Refleja en el libro que en EE UU se invierte mucho m¨¢s dinero por alumno.
R. Se invierte dos veces m¨¢s que en Europa y tres veces m¨¢s que en Espa?a. Esto se debe a una diversificaci¨®n de los ingresos: las donaciones son una gran fuente de financiaci¨®n, gracias a un sistema fiscal muy generoso, y las matr¨ªculas son mucho m¨¢s elevadas.
P. ?Cu¨¢l es el punto d¨¦bil del sistema europeo: la docencia o la investigaci¨®n?
R. La transmisi¨®n de la ciencia no presenta diferencias respecto a EE UU. En cuanto a la creaci¨®n de ciencia, los estadounidenses nos llevan la delantera: producen muchos m¨¢s art¨ªculos cient¨ªficos y registran m¨¢s patentes, y el ¨ªndice de impacto de las mismas es todav¨ªa mayor.
P. ?C¨®mo se puede impulsar la investigaci¨®n?
R. Con una inversi¨®n mayor y exigiendo resultados. Confundimos evaluaci¨®n con papeleo: Europa est¨¢ demasiado atada a la burocracia. Hay que dejar a las individualidades que se manifiesten m¨¢s, por eso EE UU llega m¨¢s lejos partiendo del mismo punto. La nueva figura del personal laboral es positiva, y deber¨ªa permitir dar los mejores sueldos a los mejores docentes e investigadores. En EE UU, los salarios los fija en cierta medida el decano. Tambi¨¦n habr¨ªa que flexibilizar la carga docente de los investigadores productivos y ofrecer unas condiciones atractivas para detener la fuga de cerebros y atraer a gente de fuera.
P. Usted critica la falta de visibilidad social de la universidad europea. ?C¨®mo se puede reforzar?
R. La sociedad norteamericana est¨¢ muy orgullosa de su universidad; desde el principio vio su necesidad y se implic¨® en su creaci¨®n. Esa cultura la da la tradici¨®n, pero, sobre todo, los agentes sociales tienen que creer que la universidad sirve para algo. En Europa, la Universidad es invisible: la producci¨®n de conocimiento es la riqueza m¨¢s importante que hay, y los responsables no lo acaban de ver. La educaci¨®n hace que la sociedad sea m¨¢s democr¨¢tica porque las personas est¨¢n m¨¢s formadas para decidir, y los estudios muestran que en las sociedades con m¨¢s titulados las personas son m¨¢s sanas y hay menos delincuencia.
P. ?El proceso de Bolonia, que crear¨¢ un sistema homologable de t¨ªtulos en toda Europa, ayudar¨¢ a acercarnos a EE UU?
R. Es una gran oportunidad. La movilidad entre los pa¨ªses y una estructura de las titulaciones inteligible son imprescindibles. Adem¨¢s, la metodolog¨ªa incide en el trabajo personal, que es la mejor forma de aprender. Va a ayudar a romper con la rigidez europea, va a crear un espacio de educaci¨®n mucho m¨¢s atractivo.
P. ?Qu¨¦ le parece la propuesta de que la financiaci¨®n universitaria est¨¦ sujeta a resultados?
R. Es bueno todo aquello que suponga apoyar al que demuestra que vale. En los pa¨ªses n¨®rdicos y centroeuropeos se aplican estas f¨®rmulas y funcionan mejor.
P. ?Qu¨¦ opina de los estudios que cuestionan la viabilidad de las carreras con pocos estudiantes?
R. Mi impresi¨®n es que el n¨²mero de alumnado por titulaci¨®n no es el problema. En Estados Unidos es bastante menor, y el n¨²mero de alumnos por profesor es similar al de aqu¨ª. Es una cuesti¨®n de organizaci¨®n interna: hay muchas titulaciones y todas muy especializadas, mientras que yo defiendo una educaci¨®n m¨¢s generalista en los primeros a?os y que la especializaci¨®n la del m¨¢ster. Adem¨¢s, las universidades espa?olas pretenden ense?ar todo, situarse todas en el mismo nivel. En EE UU hay nichos, y cada tipo de universidad tiene claro qu¨¦ ofrece para diferenciarse.
P. Usted cuestiona que los cargos acad¨¦micos se elijan dentro de la comunidad universitaria.
R. Hoy las ramas del saber que se estudian son casi infinitas; la separaci¨®n entre universidad y empresa es mucho menor; hacen falta muchos fondos que la universidad sola no puede atraer; las nuevas tecnolog¨ªas han transformado la docencia... El resultado es una empresa mucho m¨¢s compleja y flexible, que requiere gestores con habilidades suficientes. Hay que elegir al mejor, y el mejor no siempre est¨¢ dentro de la universidad.
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