El poder del rey republicano
El presidente franc¨¦s no depende de la confianza del Parlamento y goza de completa inmunidad penal
El presidente franc¨¦s est¨¢ protegido frente a los intentos de pedirle responsabilidades pol¨ªticas o judiciales, lo cual configura un papel mucho m¨¢s fuerte del que ejercen en sus pa¨ªses jefes de Gobierno como Angela Merkel, Romano Prodi, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y cualquiera de los dem¨¢s l¨ªderes, que dependen de la confianza de sus Parlamentos y act¨²an bajo jefes de Estado con facultades limitadas.
En Francia, el tantas veces llamado monarca republicano contin¨²a en el cargo incluso con Gobiernos de signo adverso, lo cual ocurre cuando el partido del presidente muerde el polvo en unas elecciones legislativas. La vida del presidente es m¨¢s inc¨®moda si ha de bregar con un Gobierno adverso, pero tiene la ventaja de disponer de tiempo para organizar la derrota de esa mayor¨ªa contraria a la primera oportunidad. As¨ª lo hicieron en el pasado Fran?ois Mitterrand o Jacques Chirac.
El presidente nombra al Gobierno y designa a decenas de dirigentes de organismos p¨²blicos
El jefe del Estado goza igualmente de una completa inmunidad penal. Este argumento fue usado el mi¨¦rcoles pasado contra dos magistradas que se presentaron en el palacio del El¨ªseo, dispuestas a registrar la oficina de un funcionario -no la de Chirac- durante la instrucci¨®n de un sumario por el asesinato de otro juez, hecho ocurrido hace ya 12 a?os. Las dos jueces fueron bloqueadas por los gendarmes y confinadas en uno de los porches de acceso a El El¨ªseo hasta que se marcharon, hora y media m¨¢s tarde, sin haber logrado pasar al interior.
El presidente de la Rep¨²blica nombra al Gobierno, decide sobre el presupuesto presidencial -multiplicado por nueve durante el mandato de Chirac-, preside el Consejo de la Magistratura y designa personalmente m¨¢s de un centenar de responsables o dirigentes de organismos p¨²blicos en sectores variados, desde econ¨®micos a culturales. Incluso en un r¨¦gimen tan presidencialista como el de Estados Unidos, una comisi¨®n del Senado tiene derecho a examinar los nombramientos presidenciales antes de que sean efectivos. No ocurre as¨ª en Francia, si bien Sarkozy ha anunciado una reforma para que "algunas" designaciones puedan ser sometidas al escrutinio parlamentario.
La ¨²nica sanci¨®n efectiva para el jefe del Estado franc¨¦s consiste en hacerle perder la siguiente elecci¨®n presidencial. Te¨®ricamente, las dos C¨¢maras parlamentarias pueden votar la destituci¨®n de un presidente por "graves faltas a sus deberes". Pero ni la norma legal precisa en qu¨¦ pueden consistir esas faltas -se ha especulado con temas como la alta traici¨®n o la corrupci¨®n demostrada-, ni impide al presidente disolver el Parlamento antes de que ¨¦ste act¨²e contra ¨¦l.
As¨ª es la excepci¨®n constitucional francesa. Francia es un pa¨ªs donde el presidente juega un verdadero papel pol¨ªtico permanente. Por eso se ha introducido en la Constituci¨®n un procedimiento posible de destituci¨®n, que en absoluto afecta al d¨ªa a d¨ªa. El art¨ªculo 5 de la Constituci¨®n dice que el presidente asegura el funcionamiento regular de los poderes p¨²blicos y la continuidad del Estado; s¨®lo en caso de que no cumpla ese papel ser¨ªa te¨®ricamente posible introducir el procedimiento de destituci¨®n. En la pr¨¢ctica, el ¨²nico contrapeso al poder presidencial es que la mayor¨ªa parlamentaria no coincida con su campo pol¨ªtico. Por eso, el nuevo jefe del Estado va a empe?arse en que las legislativas de junio alumbren una mayor¨ªa absoluta favorable a su partido, que le dejar¨ªa las manos completamente libres.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.