Arboricultura
?Recuerdan qu¨¦ es caerse de un guindo? Pues llamarse Batasuna o as¨ª y no saber por d¨®nde les da el aire. Vayamos por partes. Corren rumores de que eso que no se llama Batasuna se ha visto sorprendida por las impugnaciones de determinadas listas de ANV. Y digo vayamos por partes porque, de ser aut¨¦ntico el chasco que dicen haberse llevado los chicos que no son de Batasuna, el super-analista Urkullu -luz y faro del PNV contra el que lanzaron pullas los otrora gerifaltes de Batasuna, acus¨¢ndole de c¨®mplice del PSOE en las impugnaciones, en una nueva versi¨®n del remover el ¨¢rbol (el PNV crea un clima de opini¨®n) para que otros cojan las nueces (el PSOE ilegaliza)- tendr¨ªa que caerse a su vez de ese guindo al que se hab¨ªa subido y que supon¨ªa que Batasuna (o lo que sea) habr¨ªa pactado con el PSOE la anulaci¨®n de una serie de listas de ANV (m¨¢s, es de suponer, todas las de ASB). Como se ve, entre guindos anda el juego. Y, por m¨¢s se?as, entre guindos excluyentes, porque si es verdad lo de Urkullu, no puede ser m¨¢s que mentira la sorpresa de B.
Hombre, hay que reconocer que la afirmaci¨®n de Urkullu tiene sentido dentro de la din¨¢mica de un proceso: si el proceso se inici¨® mediante contactos y seguramente arreglos entre el PSOE y la denominada izquierda abertzale, no es descabellado pensar que una de las formas, o quiz¨¢ la ¨²nica, de que el proceso no se rompa pase por consensuar una salida a la situaci¨®n de Batasuna. Una salida que pase por no legalizarla de vobilis, o sea, sin que rechace la violencia, pero tambi¨¦n por no dejarla fuera del todo, ya que fuera hace demasiado fr¨ªo y, como cualquiera que haya estudiado la qu¨ªmica m¨¢s elemental sabe, a los procesos les viene bien el calor.
Claro que tampoco hace falta un pacto expl¨ªcito para que ocurra eso. Me explico. Es m¨¢s que seguro que el Gobierno haya echado cuentas y haya llegado a la conclusi¨®n de que para mantener el proceso al ralent¨ª -es decir, para que no se rompa del todo aunque de cara a la galer¨ªa no exista proceso o algo as¨ª- debe dar un poco de cuerda a la ya ni siquiera llamada Batasuna, en la esperanza de que con eso el mundo del terrorismo se d¨¦ por satisfecho y admita que por lo menos est¨¢n poniendo buena voluntad. Pero entonces viene ese mundo y se pone a despotricar contra las medidas adoptadas por la Fiscal¨ªa y, a la espera de lo que diga el Supremo, ya vierte amenazas y prepara a sus bases (bases de qu¨¦, ?si no existen?) para la ruptura completa del proceso (?qu¨¦ proceso si ellos no pintan nada en ¨¦l porque no existen?). Y aqu¨ª es donde se caen del guindo porque aparentemente no se esperaban que esto pudiera suceder, o sea, que el Estado amputara listas a ANV, lo que demostrar¨ªa que est¨¢n en la inopia y no acaban de creerse la realidad.
Es lo que tiene vivir en una burbuja, que acabas tomando por real lo que te dicta el imaginario, y en el de eso que una vez se llam¨® Batasuna s¨®lo hay ensue?os de victoria y omnipotencia. De modo que, si est¨¢n disimulando, es decir, que sus bravatas no est¨¢n destinadas m¨¢s que a salvar las apariencias, lo est¨¢n haciendo muy bien. Porque es lo que se esperaba de ellos, que quieran tomar el brazo cuando les dan la mano y que no sepan, como los ni?os (con perd¨®n por mezclarlos en esto), diferenciar la realidad y sus deseos. De ah¨ª que den la impresi¨®n de estar cay¨¦ndose de un guindo. S¨®lo que en todo esto hay una cosa muy rara que nos est¨¢ haciendo caer de un guindo -pero distinto- a nosotros.
Si los habitualmente llamados Batasuna no tienen nada que ver con ANV, ?qu¨¦ les importa lo que ocurra con sus listas? Hombre, podr¨ªan rasgarse las vestiduras en plan gen¨¦rico y te¨®rico, aduciendo que con eso no mejora la calidad democr¨¢tica de una sociedad con la que no est¨¢n de acuerdo. Pero de ah¨ª a tom¨¢rselo tan a pecho como para proferir amenazas y asegurar que se est¨¢ liquidando un proceso en el que ANV no tiene nada que ver, va un trecho. A menos que ocurra, es un suponer, que ANV sea al 100 % la misma cosa que Batasuna, o algo as¨ª. Pero ¨¦se es otro guindo.
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