Glamour sobre papel

Oscar Wilde opinaba que a la belleza no le hac¨ªa falta la inteligencia, sino que la empeoraba. Cuesti¨®n de gustos. La belleza sin m¨¢s acaba siendo un producto de consumo inmediato, de usar y tirar. Es la gran trampa de la moda en su aspecto m¨¢s superficial y esnob. Pero a la vez, su fascinaci¨®n es innegable y acaba adquiriendo una profundidad, justo a partir del momento en que, parad¨®jicamente, ya ha caducado.

Lo fashion vive momentos de esplendor medi¨¢tico, las actrices de cine lucen modelos despampanantes, como en otros tiempos lo hac¨ªan Joan Crawford o Lauren Bacall, y las tiendas de vintage, ropa usada de grandes marcas, proliferan por doquier.

En este ambiente de euforia, la barcelonesa Fundaci¨®n Fotocolectania (Juli¨¢n Romea, 6) propone, hasta el 29 de septiembre, Mujer, etc¨¦tera. Moda y mujer en diversas colecciones, un conjunto de fotograf¨ªas de Vogue, Harper's Bazar, Vu magazine y otras publicaciones, de estrellas de cine, de modelos famosas y modistas endiosados.

Lola Garrido, su comisaria, ha reunido 73 fotograf¨ªas relacionadas directa o indirectamente con la moda, que abarcan desde la d¨¦cada de 1920 hasta la actualidad, procedentes de la propia fundaci¨®n y de otras colecciones privadas. La iniciativa est¨¢ patrocinada por Santa Eulalia, una de las pocas casas de alta costura que, junto con Pertegaz -a¨²n en activo-, ha sobrevivido al paso del tiempo.

En Fotocolectania se muestran fotograf¨ªas de Leni Riefenstahl, Madame D'Ora, Madame Yevonde, Cecil Beaton, Martin Munkacsi, Irving Penn, Frank Horvat, William Klein, Henri Cartier-Bresson, Alberto Garc¨ªa Alix, Humberto Rivas y, entre otras, de Karl Lagerfeld, el famoso dise?ador de Chanel.

Tambi¨¦n se exhiben fotos de estrellas de cine, en el fondo las m¨¢ximas difusoras de la moda a nivel popular, como Greta Garbo, Marlene Dietrich, Ainouk Aim¨¦e, Ana Karina y la imprescindible Marilyn Monroe, reina del glamour donde lo hubiera. Y en sus ant¨ªpodas, la artista rusa Varvara Stepanova, fotografiada por Alexander Rodchenko, entrada en carnes, directa y encantadora, con su vestido op art avant la lettre, seguramente dise?ado por ella misma.

La mayor¨ªa son copias de tiraje moderno, aunque hay algunas de ¨¦poca, pues en la exposici¨®n se ha dado prioridad a la capacidad impactante de la imagen y a su valor como tal, m¨¢s all¨¢ del objeto original de ¨¦poca. La fotograf¨ªa est¨¢ alcanzando ¨²ltimamente cotas muy altas en el mercado y conseguir originales vintage es dif¨ªcil. Sin embargo, es una l¨¢stima que en un tema tan rico y complejo como la fotograf¨ªa de moda -m¨¢s de lo que aparece a primera vista- no se haya elaborado un poco m¨¢s el discurso. El mismo t¨ªtulo de la exposici¨®n es supuestamente medi¨¢tico, pero resulta inconcluso.

En la elecci¨®n de obras el criterio es variado y parecen convivir diferentes miradas mezcladas indistintamente. No todo est¨¢ estrictamente relacionado con la moda, incluso hay desnudos y fotos de car¨¢cter metaf¨ªsico. Obviamente, tambi¨¦n hay grandes ausencias. Tal vez todo este material, que es interesante en s¨ª mismo, se pod¨ªa haber agrupado por cap¨ªtulos: las revistas de moda, la publicidad, el impacto del cine, la alta y la baja costura, el lujo y la miseria, ricas y gordas, la fragilidad de la belleza, el estereotipo, el objeto del deseo, la rebeli¨®n femenina, lo fascinante, lo repulsivo, lo vacuo... y un sinf¨ªn de apartados al gusto. Sin embargo, no hay ninguno.

Una imagen vale mil palabras, pero una exposici¨®n es como una pel¨ªcula que se ordena fotograma por fotograma y escena por escena. Con ello Mujer, etc¨¦tera habr¨ªa resultado m¨¢s atractiva y, a la vez, did¨¢ctica. En este sentido, lo mejor de la iniciativa es el cat¨¢logo, lujosamente editado con primor y elegancia con el generoso apoyo de Santa Eulalia.