Blair: "Hice lo que cre¨ª que era correcto"
El primer ministro brit¨¢nico anuncia que abandonar¨¢ el poder el pr¨®ximo 27 de junio
Acosado desde hace a?os por su seguro sucesor, Gordon Brown, desgastado por la guerra de Irak y cada vez m¨¢s impopular en pol¨ªtica nacional, Tony Blair anunci¨® ayer la desde hace tiempo anticipada fecha de su jubilaci¨®n tras 13 a?os de l¨ªder laborista y 10 de primer ministro brit¨¢nico: ser¨¢ el 27 de junio. En un discurso corto y medido, que humedeci¨® muchos ojos sin querer provocar l¨¢grimas, Blair, que acaba de cumplir 54 a?os, no reneg¨® de nada, pero se esforz¨® en aclarar: "Siempre hice lo que cre¨ª que era correcto y lo mejor para el pa¨ªs", aunque se haya podido equivocar. Blair eligi¨® campo propio para el anuncio. Huy¨® de la agresiva burbuja de Westminster para rodearse de calor en la casa laborista de Trimdon, en Sedgefield, su circunscripci¨®n electoral.
Recibido como un h¨¦roe, despedido como un santo, el todav¨ªa primer ministro y l¨ªder laborista -lo seguir¨¢ siendo hasta que el 27 de junio presente su dimisi¨®n a la reina y le devuelva los sellos oficiales de jefe del Gobierno- hizo un balance de su gesti¨®n en el que pareci¨® poner su honradez personal por encima de los siempre opinables resultados. Ese gran profesional de la pol¨ªtica y brillante actor que es Tony Blair quiso humedecer los ojos de la audiencia, la que estaba all¨ª y la que estaba en casa, pegada al televisor, pero no quiso que lloraran por ¨¦l.
Por una vez huy¨® de las abrumadoras listas de ¨¦xitos -"No necesito estad¨ªsticas"- y sintetiz¨® su balance en una frase: "S¨®lo hay un Gobierno desde 1945 que puede decir lo siguiente: m¨¢s empleo; menos paro; mejores resultados en educaci¨®n y sanidad; menos crimen; y crecimiento econ¨®mico en cada trimestre. Es este Gobierno".
La guerra de Irak, uno de los factores clave que desencadenaron el declive de su liderazgo pol¨ªtico, plane¨® varias veces por la sala. Unas veces de manera espec¨ªfica, como cuando admiti¨® que hab¨ªa sido "amargamente controvertida". Otras s¨®lo en esp¨ªritu. Podr¨ªa haber estado pensando en ella cuando explic¨® que la realidad de la pol¨ªtica cuando se est¨¢ en el Gobierno no se pinta "con los colores del arco iris, sino con opacos tonos en negro, blanco y gris". Para a?adir: "Pero os pido que acept¨¦is una cosa. Con la mano en el coraz¨®n, hice lo que cre¨ª que era correcto. Puedo haberme equivocado. A vosotros os toca decidir. Pero creedme al menos una cosa. Hice lo que pens¨¦ que era bueno para este pa¨ªs".
Aunque no mencion¨® a George W. Bush, evoc¨® la guerra contra el terrorismo y su decisi¨®n de estar "hombro con hombro con nuestro m¨¢s antiguo aliado" tras los atentados en Nueva York y Washington del 11 de septiembre de 2001. Un d¨ªa y una decisi¨®n que luego han marcado su carrera pol¨ªtica.
No pareci¨® haber contrici¨®n, sin embargo, por su discutido estilo de gobernar. A su querencia por dominar la agenda informativa hasta el punto de tener m¨¢s en cuenta la forma que el fondo. A su gusto por codearse con los ricos y famosos. A las numerosas corruptelas que han ensombrecido el Partido Laborista y que pueden acabar llevando a los tribunales a algunos de sus m¨¢s pr¨®ximos colaboradores por el caso de la supuesta venta de honores.
No faltaron, en cambio, los tintes nacionalistas tan caros al Nuevo Laborismo y a su arquitecto. "Este pa¨ªs es una naci¨®n bendita", dijo ya casi al final. "Los brit¨¢nicos son especiales. El mundo lo sabe. En nuestro fuero interno, nosotros lo sabemos. ?sta es la naci¨®n m¨¢s grande de la tierra. Ha sido un honor servirla".
A Tony Blair le quedan apenas siete semanas en el poder. La cumbre del G 8 en junio ser¨¢ su ¨²ltima gran cita internacional. Pero de aqu¨ª al 27 de junio quiere estar un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n en la prensa. Hoy estar¨¢ en Par¨ªs, con el presidente electo de Francia, Nicolas Sarkozy, con el que seguramente se habr¨ªa entendido much¨ªsimo mejor que con Jacques Chirac. Quiz¨¢s si Sarkozy hubiera sido presidente en la primavera de 2003, en v¨ªsperas de la invasi¨®n de Irak, la vida pol¨ªtica de Tony Blair a¨²n no habr¨ªa acabado. En Par¨ªs se pronunciar¨¢ a favor de Gordon Brown como su sucesor, el hombre que desde su nombramiento como primer ministro ha hecho todo lo posible por anticipar su jubilaci¨®n.
Luego llegar¨¢ el vac¨ªo. Probablemente en julio abandonar¨¢ su esca?o en los Comunes y se dedicar¨¢ a luchar contra la pobreza y contra los efectos del cambio clim¨¢tico. Y tambi¨¦n a ganar dinero, mucho dinero, escribiendo libros y dando conferencias en el circuito de pol¨ªticos jubilados.
[El presidente de EE UU, George W. Bush, lament¨® la marcha de Blair. De ¨¦l, de su principal aliado en la guerra de Irak, Bush destac¨® su capacidad para "pensar a largo plazo" y dijo que es "un hombre de palabra, algo que a veces resultar raro en los c¨ªrculos pol¨ªticos". El presidente se mostr¨® confiado en que el sucesor de Blair, Gordon Brown, apoye el actual rumbo estrat¨¦gico en Irak. Por su parte, el predecesor de Bush, el ex presidente Bill Clinton, reconoci¨® el m¨¦rito de Blair por "revitalizar su partido, modernizar la econom¨ªa de su pa¨ªs y su acercamiento a los problemas sociales"].
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