Imaginada
Quisiera una Barcelona con zapatos de Kansas. Una Barcelona que planee por los campos sobre una cig¨¹e?a. Una ciudad gobernada a carcajadas por Kasperle. Una f¨¢brica de chocolate propiedad de los ni?os que ven m¨¢s all¨¢ de las cosas que est¨¢n. Una ciudad llena de restaurantes de techos de cristal y camareros con pies de alfombra m¨¢gica, cuerpo de madera y ojos de emperador desnudo. En los que se sirvan platos inmensos de habichuelas m¨¢gicas que ser¨¢n escaleras que crucen las nubes, rodeen la tierra y vuelvan aqu¨ª. Para aterrizar en el mar y caer en el interior seco de un submarino imposible. Una Barcelona cosida con calles que sean caminos en los que se r¨ªan de nosotros los perros. Un mundo en el que se abran grietas con estruendo y sin aviso para que podamos entrar en los cuadros hechos con tizas en las aceras. Una Barcelona milagrosamente sujeta en sus andamios de ni?a. Una ciudad que no existe y cuyo eco est¨¢ suspendido en la migraci¨®n de p¨¢jaros salvajes que levanta un cuento extranjero.
Lolita Bosch es escritora
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