Dias extra?os, tulipanes de acero
En sus ¨²ltimos a?os en Venecia, el poeta Ezra Pound no recordaba a S¨®crates. "Yo no s¨¦ nada", le confesaba a una periodista italiana aquel fantasma loco y cada vez m¨¢s l¨²cido, m¨¢s quijotesco y flaco hasta la inconsistencia. "He olvidado hasta el nombre del fil¨®sofo griego que afirmaba que en su ignorancia estaba su sabidur¨ªa. Me he convertido en un iletrado y en un analfabeto. Toda mi vida cre¨ª que sab¨ªa algo. Despu¨¦s lleg¨® un d¨ªa extra?o y me di cuenta de que no sab¨ªa nada".
Lo cierto -quiz¨¢s lo ¨²nico cierto- es que hay d¨ªas extra?os. D¨ªas en los que descubrimos que habitamos en una laguna. Nuestro cerebro es tierra pantanosa, fronteriza, inestable. Tarde o temprano amanecen y llegan esos d¨ªas y de pronto nos miramos los pies y vemos que se mueven en el barro, incapaces de asentarse con firmeza en el suelo. No hay suelo. Entonces Ezra Pound puede colarse por cualquier rendija y llevarnos de la mano a Venecia porque s¨®lo en Venecia -nos dice desde un v¨ªdeo de YouTube el autor de los Cantos pisanos- se permite la entrada a los fantasmas que ni siquiera creen en su propia existencia.
Los d¨ªas previos a unas elecciones son tambi¨¦n d¨ªas extra?os. Nos sentimos extra?os mientras los candidatos hacen alarde de su seguridad. S¨®lo ignoran (se dir¨ªa que temen) la duda. Ni siquiera se puede dudar cu¨¢nto cuesta un caf¨¦ (eso menos que nada). No puede consentirse que alguien piense que pisan en falso. Todos est¨¢n seguros y saben lo que dicen. Se discursea con la misma contundente frivolidad sobre el cambio clim¨¢tico, la pobreza en el mundo o el transporte mar¨ªtimo y terrestre. Ning¨²n partido serio habr¨ªa aceptado a S¨®crates en sus planchas electorales. Todos lo saben todo. Nadie habita en Venecia. Nadie admite lagunas, aunque de los curr¨ªculos de muchos candidatos se desprendan aut¨¦nticos oc¨¦anos de ignorancia.
Tiene raz¨®n Ferr¨¢n Adri¨¤, el famoso cocinero, cuando afirma que ¨¦l no es Picasso. Adri¨¤, que ha sido invitado a participar en la Documenta de Kassel, una de las citas art¨ªsticas m¨¢s importantes del mundo, explica que no tiene por qu¨¦ excusarse por el hecho de haber aceptado. Adem¨¢s, se pregunta, "?qu¨¦ es arte en estos tiempos?". Tiene raz¨®n Adri¨¤: no es Picasso. Picasso no sab¨ªa cocinar, pero, como ¨¦l, Picasso era el mejor. Dicen que el cocinero catal¨¢n tiene un cat¨¢logo de 7.000 folios donde se circunstancian m¨¢s de 20 a?os de investigaci¨®n culinaria. ?Qu¨¦ es arte en estos tiempos? ?Qu¨¦ es nada en estos tiempos o qu¨¦ es algo? ?Qu¨¦ m¨¢s da algo que nada? Se dir¨ªa que Pound se alimentaba en sus d¨ªas venecianos de aire helado de parmesano con muesli, pero Ferr¨¢n Adri¨¤ era apenas un ni?o en aquella ¨¦poca y a¨²n no hab¨ªa inventado esos platos extra?os y et¨¦reos.
Otro artista de estos extra?os d¨ªas es Jeff Koons, autor del perro llamado Puppy que se alza ante el museo Guggenheim de Bilbao. Ahora han plantado, en la terraza exterior del edificio, una serie de amapolas gigantes de colores chillones por las que hemos pagado cinco millones de d¨®lares americanos (3.8 millones de euros). Las amapolas son de acero inoxidable y tienen el mismo aspecto crom¨¢tico que las carrocer¨ªas de los coches tuneados. Son siete tulipanes de cinco metros de largo. Hay, adem¨¢s, otros cuatro manojos id¨¦nticos (repartidos por el mundo) que completan la serie. El director del museo dijo que estamos ante la obra "m¨¢s compleja y ambiciosa" de Koons. El artista ha logrado superar (eso dicen) la figura de porcelana que representaba a Michael Jackson acariciando a un mono o la que reproduc¨ªa a la Pantera Rosa. La primera, por cierto, fue subastada en Sotheby?s hace a?os por casi seis millones de d¨®lares. Jeff Koons, antes de convertirse en artista fallero de lujo, trabaj¨® en la Bolsa neoyorquina. Dicen los responsables del museo que el artista transforma "objetos banales en obras muy seductoras". ?Es acaso banal una amapola o es Koons quien banaliza la amapola? ?Son banales o muy interesantes los conejos de acero de Koons? Lo cursi abriga, afirmaba Ram¨®n G¨®mez de la Serna. Y quiz¨¢s estas amapolas kitsch de cinco millones de d¨®lares consigan abrigarnos. Estos tulipanes han supuesto para Koons, nos juran, "a?os de investigaci¨®n y trabajo". A?os muy bien pagados, pero ?qu¨¦ es el dinero? ?Qu¨¦ es el arte? ?Qu¨¦ es todo? Corren d¨ªas extra?os, ya lo dec¨ªa S¨®crates.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.