Rajoy no da credibilidad al desmentido de Zapatero y le critica por su "relativismo"

A veces porque ¨¦l as¨ª lo quiere, y otras porque la actualidad le marca el ritmo, lo cierto es que en 10 d¨ªas de campa?a s¨®lo ha habido uno en el que el eje conductor del discurso de Mariano Rajoy no fuera la cr¨ªtica al Gobierno por la lucha antiterrorista, que es lo que m¨¢s le gusta a su p¨²blico.

Ayer se repiti¨® el esquema: titulares de prensa sobre reuniones con ETA, desmentido del Gobierno, y reacci¨®n de Rajoy: "Necesitamos un Gobierno con una pol¨ªtica antiterrorista que pretenda derrotar a ETA, no negociar con ellos. El problema de Zapatero es que ya ni siquiera sus desmentidos tienen cr¨¦dito porque chocan con la realidad. Si crees en una pol¨ªtica dilo, defi¨¦ndelo, pero no puedes enga?ar a la gente". Incluso parafrase¨® la famosa frase del ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, en la jornada de reflexi¨®n de 2004: "Los espa?oles se merecen que les digan la verdad".

"?Es un traidor!", gritaban desde los tendidos. "?Zapatero, terrorista!" se calent¨® una se?ora. Rajoy insiste siempre con su frase "somos el partido de la moderaci¨®n, del sentido com¨²n", pero no siempre el p¨²blico le acompa?a.

El mitin de Zaragoza, con unas 6.000 personas -una cifra importante en una plaza donde el PP no gobierna- qued¨® totalmente deslucido porque la plaza de toros estuvo muy lejos del lleno que se espera cuando llega el l¨ªder nacional. Hab¨ªa varios claros enormes en los tendidos, tapados con lonas, y en las andanadas superiores, nadie. Es la tercera vez que sucede. En Murcia -el club de f¨²tbol local se jugaba el ascenso a la hora del mitin- el pinchazo fue sonoro porque esa plaza de toros siempre se hab¨ªa llenado. En Las Palmas las gradas se quedaron medio vac¨ªas.

El PP en Arag¨®n es un partido que sufre una ya larga oposici¨®n -ocho a?os fuera del Gobierno aut¨®nomo- y no remonta cabeza desde que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar aprob¨® el trasvase en el Plan Hidrol¨®gico Nacional, denostado en la comunidad del Ebro. Gustavo Alcalde, su l¨ªder, trata de hacerse un hueco, pero las encuestas auguran al socialista Marcelino Iglesias una c¨®moda mayor¨ªa minoritaria que le permitir¨ªa dos opciones de pacto: el Par, los regionalistas que han sido sus socios en estos ocho a?os y van a la baja, y la CHA, los aragonesistas. El PP conf¨ªa, sin embargo, en hacerse con la alcald¨ªa de Zaragoza.

Rajoy aprovech¨® como cada d¨ªa para hacer promesas sobre infraestructuras locales que s¨®lo podr¨ªa cumplir si llega a ser presidente del Gobierno. Como Zaragoza ya tiene AVE, que es lo que ha prometido en Galicia, Santander, Oviedo, Valladolid, Alicante o Murcia, el l¨ªder del PP se dedic¨® a las conexiones ferroviarias con Francia.

La actualidad le pudo, pero Rajoy quer¨ªa hablar en Zaragoza tambi¨¦n de familia. El l¨ªder del PP anuncia una aut¨¦ntica "revoluci¨®n social" en pol¨ªticas de ayuda a la familia, un apartado en el que Espa?a est¨¢ a la cola de Europa. Prometi¨® una ayuda de 3.000 euros por el nacimiento o adopci¨®n de cada hijo, y ampliar la paga de 100 euros mensuales que instaur¨® el PP a las mujeres que no trabajen.

Como cada d¨ªa, Rajoy dej¨® un golpe sobre lo que ¨¦l entiende como la gran diferencia entre el PSOE y el PP. Mientras la izquierda, dice, est¨¢ en crisis y sin modelo, la derecha, en Francia con Sarkozy, en Alemania con Merkel y en Espa?a con ¨¦l, tiene principios, valores y proyecto. Para plasmar esta idea, ayer Rajoy recurri¨® a una cr¨ªtica muy similar a la que hizo el papa Ratzinger antes de obtener la mitra: "Tenemos valores y principios. Yo no creo en el relativismo zapaterista, creo en el trabajo y el esfuerzo". Luego dio un "?Viva la virgen del Pilar!", y a otra cosa.