"Si se proh¨ªbe criticar la religi¨®n, la democracia se hunde"
Ni Jes¨²s, ni Buda ni Mahoma deben ser tab¨² para la s¨¢tira en una democracia. Philippe Val, director del semanario sat¨ªrico franc¨¦s Charlie Hebdo, reivindica el derecho a "mofarse" de todas las religiones en nombre de la libertad de expresi¨®n. Por eso, el 8 de febrero de 2006 decidi¨® publicar la docena de caricaturas de Mahoma aparecidas unos meses antes en el diario dan¨¦s Jyllands-Posten, que provocaron una cadena de ataques fundamentalistas contra las embajadas de Dinamarca en diversos pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo. La portada de Charlie Hebdo fue m¨¢s all¨¢: un Mahoma salido del l¨¢piz del caricaturista Cabu, principal accionista -con Val- del semanario, se lamentaba: "Es duro ser amado por gilipollas".
"Cuando la situaci¨®n era m¨¢s tensa recib¨ª amenazas de muerte. Detuvieron a un salafista que me enviaba cartas an¨®nimas"
"Creo que la independencia de los medios de comunicaci¨®n depende de la personalidad de su director y sus periodistas"
Val fue denunciado por "injurias de car¨¢cter racista" por varias organizaciones islamistas. El juicio, que tuvo lugar el pasado febrero, acab¨® por exculpar a Charlie Hebdo. En una reciente visita a Espa?a para participar en un acto organizado por la Asociaci¨®n Di¨¢logo, que promueve el intercambio cultural entre Francia y Espa?a, Val convers¨® con El PA?S sobre los l¨ªmites de la libertad de prensa en un Estado laico y la independencia de los medios de comunicaci¨®n en las democracias actuales.
Pregunta. ?Ha ganado el juicio definitivamente? ?Habr¨¢ una apelaci¨®n?
Respuesta. Hab¨ªa varios demandantes. El principal, la Gran Mezquita de Par¨ªs, adem¨¢s de la Uni¨®n de Organizaciones Islamistas en Francia (UOIF), que son radicales, y la Liga Isl¨¢mica Mundial, que son wahab¨ªes, pagados por Arabia Saud¨ª para islamizar en tierra cristiana. Son misioneros. Cuando ganamos, la Gran Mezquita de Par¨ªs, que est¨¢ a las ¨®rdenes de las autoridades francesas y a favor de la integraci¨®n en la vida publica, dijeron: "Estamos contentos". Esto es lo m¨¢s importante, porque representan oficialmente a los musulmanes de Francia. Quienes recurren son la UOIF y la Liga Isl¨¢mica Mundial. Lo m¨¢s interesante es que los representantes de los musulmanes, por as¨ª decir, modernos, se han disociados de los radicales. El recurso es menos peligroso.
P. ?Ha tenido miedo?
R. No me lo he planteado. He hecho lo que cre¨ªa que deb¨ªa hacer y he tenido protecci¨®n policial cuando ha sido necesario. Desde hace seis meses creemos que la situaci¨®n se ha calmado, pero cuando era m¨¢s tensa recib¨ª amenazas de muerte. Hab¨ªa un tipo que me quer¨ªa asesinar. Un salafista que me enviaba cartas an¨®nimas. Hace cuatro meses lo arrestaron, ha sido juzgado y condenado.
P. ?D¨®nde est¨¢ la frontera entre el respeto a las religiones y la censura, el tab¨²?
R. En Francia, el marco de la libertad de expresi¨®n es la Ley de Prensa 1881 -sobre ultraje, difamaci¨®n, llamamiento al odio- y las modificaciones posteriores, como la ley contra el racismo y el antisemitismo. Son leyes que yo respeto y creo que son necesarias. En los noventa fui encausado -aunque gan¨¦ los juicios- por cristianos integristas, cat¨®licos de extrema derecha, que me acusaron de racismo anticristiano y antifranc¨¦s. Al final, es lo mismo: con el pretexto de que criticamos la religi¨®n nos acusan de racismo.
P. ?Por eso decidi¨® publicar las caricaturas de Mahoma?
R. Criticar una religi¨®n no es racismo. Las democracias se han forjado siempre en la cr¨ªtica de los dogmas religiosos... ?Desde siempre, desde Galileo! ?Hasta hoy en d¨ªa hay que estar en contra de la Iglesia para poder realizar investigaciones con c¨¦lulas madre! Si se proh¨ªbe criticar las religiones, la democracia se hunde, sencillamente. Es el propio motor de la democracia. No es tanto la cr¨ªtica a las religiones como serie de dogmas para sus creyentes como personas privadas, sino en la medida que la religi¨®n pretenda sustituir al legislador para organizar lo colectivo, las costumbres y el marco de la libertad de expresi¨®n. No es la religi¨®n quien lo debe hacer, sino el legislador elegido por sufragio universal.
P.?Le preocupa la proximidad del nuevo presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, a ciertos propietarios de medios de comunicaci¨®n?
R. No es nada nuevo que Sarkozy tiene v¨ªnculos con empresarios que poseen medios de comunicaci¨®n. Evidentemente, lo que se va a reforzar ahora, y es un verdadero problema para la libertad de expresi¨®n en Francia, es que no le hace falta decir expl¨ªcitamente: "No quiero que se hable de esto". Yo pienso que hay un gran problema de independencia de la prensa en Francia, porque la mayor¨ªa de las cabeceras pertenecen a grupos industriales que reciben contratos del Estado. Y cuando un grupo que recibe contratos del Estado es propietario de un peri¨®dico, hay un problema. Creo que la independencia depende de la personalidad del director y de los periodistas del medio. Si no se puede establecer una relaci¨®n de fuerza entre el propietario y el director... En Paris-Match [del grupo Lagard¨¨re] aparentemente no la han instaurado: su director, Alain Genestar, fue despedido por haber publicado la foto de Cecilia Sarkozy y su amante en Nueva York .
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