Rajoy promete un "cambio tranquilo" entre gritos de "Espa?a merece otro presidente"

Llega la hora de la verdad para Mariano Rajoy. Sus primarias. Por si hab¨ªa dudas, ayer, en el cierre de campa?a, el l¨ªder fue despedido entre gritos de "Espa?a merece otro presidente" y "oa, oa, oa, Mariano a La Moncloa", como en las generales. Y ¨¦l recuper¨® la idea del cambio tranquilo con la que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero se hizo con el poder en el PSOE: "Ir¨¦ a La Moncloa en unos meses. El cambio ser¨¢ tranquilo, pero ya es imparable". Esta frase demuestra su inter¨¦s por no movilizar el voto anti-PP que tanto temen, sobre todo tras la agresiva irrupci¨®n de Aznar en la recta final de la campa?a.

Llega la hora de la verdad para Mariano Rajoy. Sus primarias. Por si hab¨ªa dudas, ayer, en el cierre de campa?a, el l¨ªder fue despedido entre gritos de "Espa?a merece otro presidente" y "oa, oa, oa, Mariano a La Moncloa", como en las generales. Y ¨¦l recuper¨® la idea del cambio tranquilo con la que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero se hizo con el poder en el PSOE: "Ir¨¦ a La Moncloa en unos meses. El cambio ser¨¢ tranquilo, pero ya es imparable". Esta frase demuestra su inter¨¦s por no movilizar el voto anti-PP que tanto temen, sobre todo tras la agresiva irrupci¨®n de Aznar en la recta final de la campa?a.

Para el PP son primarias, ya nadie lo duda. Ha sido el discurso de Rajoy, centrado en la presentaci¨®n de las listas de ANV, el que ha provocado, como quer¨ªan sus estrategas para movilizar a todos sus votantes, una campa?a alejada de los asuntos de gesti¨®n local y propuestas. El jefe de la oposici¨®n habl¨® tambi¨¦n de inmigraci¨®n, de educaci¨®n, de sanidad o de infraestructuras, pero con pocas propuestas de impacto, y fueron sus cr¨ªticas a la lucha antiterrorista las que triunfaron en los medios.

Zapatero mantuvo su campa?a paralela hablando de la econom¨ªa, de los logros de su Gobierno, obviando el asunto de Batasuna. Pero el d¨ªa que entr¨® a criticar a Rajoy por haber convertido las elecciones en primarias, el equipo del l¨ªder del Partido Popular sonri¨®: le hab¨ªan llevado a su terreno.

Y de ah¨ª no sali¨®, hasta que lleg¨® Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, la pesadilla de los estrategas del PP, sobre todo porque es imprevisible. Ayer, estaba en el cierre de Madrid, en un pabell¨®n de los deportes abarrotado, con m¨¢s de 15.000 personas. Fue muy aplaudida su llegada, y Rajoy le lanz¨® un gui?o: "Estamos muy contentos de que est¨¦s aqu¨ª". Pero el ex presidente no habl¨®, como estaba previsto. Si hay algo que tem¨ªan en la sede de G¨¦nova era la movilizaci¨®n de la izquierda, la que llev¨® a Zapatero a la victoria en las generales de 2004. Por eso evitaron los insultos, frases destempladas de Rajoy como la famosa "traici¨®n a los muertos", el "bobo solemne" o la no menos pol¨¦mica "deber¨ªan exigir algo m¨¢s que ser espa?ol y mayor de edad para llegar a presidente".

Rajoy opt¨® por el tono moderado, el que mostr¨® en Tengo una pregunta para usted, el programa de TVE. Aunque ayer, en Toledo, Rajoy, hasta hace poco muy envarado, comprob¨® los riesgos de su nuevo estilo de mitin interactivo. Sac¨® al escenario a un cr¨ªo que le animaba para preguntarle: "?Verdad que quieres el cambio?". El chaval, impasible, no sab¨ªa qu¨¦ hacer. Rajoy improvis¨® r¨¢pido: "S¨ª, ha dicho que s¨ª", grit¨®. Cosas del directo.

Claro que junto a ese traje moderado, Rajoy ha lanzado ataques muy fuertes sobre pol¨ªtica antiterrorista: "Zapatero pide el voto para legitimar sus cesiones a ETA", clam¨® bajo el ¨¢rbol de Gernika, el coraz¨®n del foralismo vasco, en Vizcaya. O dicho de otra forma: las elecciones, para ¨¦l, son un plebiscito sobre la pol¨ªtica antiterrorista de los socialistas.

Rajoy y su equipo creen que una parte del electorado socialista est¨¢ desconcertada con el Estatuto catal¨¢n y sobre todo con la pol¨ªtica antiterrorista de Zapatero. Por eso, cuando vieron en las encuestas el rechazo mayoritario que gener¨® la decisi¨®n de conceder la prisi¨®n atenuada a I?aki De Juana, optaron por la presi¨®n m¨¢xima.

Ah¨ª se consagr¨® la idea de convocar la enorme manifestaci¨®n del 10 de marzo. Y de esos polvos, vienen estos lodos de una campa?a concentrada en pedir el voto a los socialistas "decepcionados" con Zapatero a votar "por la libertad, por encima de ideolog¨ªas".

El mitin b¨¢sico de Rajoy se compone de algunos ingredientes que obsesionan al l¨ªder, que los utiliza para presentarse como un pol¨ªtico "normal y sensato" frente a un Zapatero "sin rumbo". Son esos asuntos los que m¨¢s animan a la derecha y que ¨¦l utiliza para ridiculizar a Zapatero. No son los que elige para los directos de la televisi¨®n, mucho m¨¢s moderados, pero sirven para animar a su p¨²blico, que reclama "ca?a".

Primero, Franco. No hay un solo acto en el que Rajoy no diga "nos hemos pasado tres a?os hablando de Franco, la Rep¨²blica, Felipe V o Recaredo". Luego, la educaci¨®n para la ciudadan¨ªa. Ah¨ª el l¨ªder se alinea con las tesis de la Conferencia Episcopal. Siempre adereza la burla de esta materia con una menci¨®n a la "rid¨ªcula alianza de civilizaciones" y la supuesta opci¨®n de la pol¨ªtica exterior por un acuerdo con Castro, Ch¨¢vez y Morales frente a los socios naturales, o sea, "las democracias occidentales". Frente a este desaguisado, ¨¦l coloca su particular concepto de la normalidad, que es la que representa el PP, claro.