"S¨®lo pod¨ªamos programar dos aviones al mes por limitaciones presupuestarias"

El 30 de junio de 2005, al d¨ªa siguiente de que el ex ministro Trillo-Figueroa le citase en el Congreso como uno de los responsables de gestionar el Yak-42, el vicealmirante Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez Sainz-Rozas, jefe de la Divisi¨®n de Operaciones del Estado Mayor Conjunto en el momento del accidente, escribi¨® una carta en la que daba su versi¨®n de lo sucedido y desment¨ªa que no hubiese instrucciones de ahorrar en este tipo de vuelos.

"Siempre actu¨¦ con total lealtad y a d¨ªa de hoy, con la informaci¨®n de que dispongo, sigo considerando que en el EMAD [Estado Mayor de la Defensa] se hizo bien el trabajo, aunque en el proceso de contrataci¨®n intervinieron muchas personas [...] y quiz¨¢s pudo pecarse de exceso de confianza", se?alaba la misiva, hasta ahora in¨¦dita.

"[...] El entorno de trabajo era complejo y requer¨ªa coordinar muchos aspectos", continuaba la carta. "En esa complejidad incid¨ªa indiscutiblemente la sensibilidad pol¨ªtica que se viv¨ªa respecto al conflicto iraqu¨ª: esta circunstancia modulaba de arriba hacia abajo nuestra actividad de forma que, en algunos casos, ten¨ªamos incluso que esperar a que el Jefe del EMAD recibiera la autorizaci¨®n del Ministro para concretar los detalles de algunos vuelos (fecha, carga y/o personas) lo que inevitablemente produc¨ªa improvisaciones con las consiguientes quejas de los destinatarios".

Quejas de destinatarios

"Por otra parte,", agregaba, "despu¨¦s de finalizado el despliegue de la fuerza, ¨²nicamente pod¨ªamos programar dos aviones/mes de apoyo por limitaciones presupuestarias. La justificaci¨®n que nos daban desde el propio Ministerio [...] era que el Fondo de Contingencia [...] estaba tambi¨¦n condicionado por otros gastos, como el del Prestige, inundaciones y los gastos derivados de otras operaciones como Afganist¨¢n, ?ndico y Balcanes. Esta circunstancia nos llevaba a tener que priorizar la carga de los vuelos programados en el Plan de Movimientos, lo que inevitablemente produc¨ªa retrasos en el env¨ªo de algunos apoyos y quejas de los destinatarios [...]".

"Aunque soy consciente de que, adem¨¢s, existieron problemas con el catering, retrasos en los horarios, problemas con visados, que reclam¨¢bamos a la compa?¨ªa contratista inmediatamente, me gustar¨ªa destacar una vez m¨¢s que nunca me llegaron quejas relativas a la seguridad de los vuelos antes del d¨ªa del desgraciado accidente que, con los datos que tengo, en mi opini¨®n, se trat¨® de un fallo humano".

En mayo de 2003 hubo tres vuelos a Afganist¨¢n. Sainz-Rozas todav¨ªa no ha sido citado a declarar por el juez.