La amarga despedida de Cindy

La madre coraje s¨ªmbolo de la lucha contra la guerra de Irak ha tirado la toalla. Sumida en el desenga?o, agotada, con su vida privada destrozada desde hace m¨¢s de dos a?os, Cindy Sheehan da un paso atr¨¢s y se retira. Con una carta de m¨¢s de 1.200 palabras colgada en el blog liberal Daily Kos, Sheehan dice adi¨®s al movimiento pacifista. "Me voy a casa", asegura.

Sheehan, que perdi¨® a un hijo en el frente de Bagdad, abandona las movilizaciones pacifistas

Se marcha. Sin ruido. Pero con cr¨ªticas. Sheehan se siente traicionada por los pol¨ªticos del Partido Dem¨®crata que no han sido capaces de poner fin a la guerra en Irak, que se ha cobrado hasta hoy m¨¢s de 3.400 vidas de soldados estadounidenses. Entre ellas, la de su hijo Casey, de 24 a?os, que ca¨ªa en el campo de batalla de Bagdad en abril de 2004 mientras buscaba las inexistentes armas de destrucci¨®n masiva que sirvieron de excusa para la invasi¨®n un a?o antes. A partir de ah¨ª, esta madre doliente pas¨® de ser una an¨®nima mujer de Vacaville, un pueblo de California, a convertirse en el s¨ªmbolo que aglutin¨® el descontento contra la guerra que George Bush desencaden¨® en Irak.

La que un d¨ªa no muy lejano fue el s¨ªmbolo del movimiento antiguerra se declara maltratada por los blogs liberales que un d¨ªa la ensalzaron. Especialmente "desde que renunci¨¦ a los lazos que me ataban al partido dem¨®crata", escribe. Se la ha tildado de "ramera oportunista" y se le ha dicho "?Ya era hora!" cuando ha anunciado su decisi¨®n. "Me han llamado todos y cada uno de los nombres despectivos que se les pueda pasar por la mente", comenta con pena en su diario. "Mi vida ha sido amenazada demasiadas veces". En ese mismo diario online, el lunes, el d¨ªa en que en EE UU se homenajeaba a los soldados ca¨ªdos en el campo de batalla, describi¨® su decepci¨®n y su pena al darse cuenta de que "fui la ni?a mimada de la izquierda mientras limit¨¦ mis cr¨ªticas a George Bush y al partido republicano". A Cindy Sheehan se la comi¨® el sistema bipartidista norteamericano, seg¨²n sus propias palabras. "Se me ha llamado radical", escribe en el diario, "porque creo que las pol¨ªticas bipartidistas se deber¨ªan dejar de lado cuando cientos de personas mueren por una guerra basada en mentiras y que apoyan republicanos y dem¨®cratas por igual".

En su carta, titulada Ya era hora, puta oportunista, Sheehan traza la frontera definitiva entre ella y el movimiento por la paz, al que acusa de poner "los egos personales por encima de la paz y la vida humana". "Mi hijo muri¨® por nada", se lamenta quien era una mujer de parroquia, dedicada a Dios y a su familia, hasta que la guerra entr¨® en su vida con la peor noticia: la muerte de su primog¨¦nito.

Incapaz de procesar su dolor sin respuestas, Sheehan pregunt¨® al presidente de EE UU "por qu¨¦". La llamada madre coraje de Am¨¦rica s¨®lo quer¨ªa que Bush le mirase a los ojos y le contase por qu¨¦ su hijo fue asesinado en una "guerra ilegal e injusta". La negativa de Bush a recibir a Sheehan llev¨® a esta mujer de 49 a?os a acampar en agosto de 2005 a las puertas del rancho de Bush en Crawford (Tejas). Hasta all¨ª la sigui¨® una legi¨®n de descontentos con la marcha de la guerra que sembraron de cruces blancas la entrada al recinto vacacional del presidente. Hay quien dice que si hubiera que escribir un libro sobre el paso por la historia de esta mujer el t¨ªtulo no podr¨ªa ser otro que El hurac¨¢n tambi¨¦n se llev¨® a Cindy. Cuando el movimiento antiguerra estaba en todo su esplendor, cuando acaparaba portadas de peri¨®dicos y largo tiempo en radios y televisiones, el Katrina y la incompetencia de la Administraci¨®n de Bush sepult¨® bajo el agua a Nueva Orleans. La guerra sigui¨® latente pero pas¨® a un segundo, tercer, cuarto plano... Hoy, harta, Cindy Sheehan se despide de los focos. "Adi¨®s, Am¨¦rica... no eres el pa¨ªs que am¨¦".