El vuelo de la trapecista ciega
El realizador David Moncasi documenta en 'La mu?eca del espacio' la vida de la antigua artista de circo Carmen S¨¢nchez
Un medicamento prescrito err¨®neamente dej¨® ciega a Carmen S¨¢nchez cuando ten¨ªa 37 a?os. Pero no consigui¨® mermar en absoluto su contagiosa energ¨ªa vital. Ahora que ya ha cumplido los 84 sigue haciendo gimnasia a diario, por si se le presenta la ocasi¨®n de retomar su antigua vida como trapecista. Y no pierde la esperanza de recuperar la vista. El realizador David Moncasi le ha dedicado La mu?eca del espacio, documental que se estrena hoy en Madrid, Barcelona, Lleida y Pamplona y con el que la protagonista obtuvo el premio a la mejor actriz en el pasado Festival de Cine Digital de Barcelona, DiBa, galard¨®n que se suma a la Carabela de Plata obtenida en Huelva 2005 y al segundo premio en el madrile?o Documenta 2007.
"Lo que se siente desde un trapecio es algo que no se puede explicar", cuenta esta incombustible veterana. En su juventud super¨® un tumor cerebral que, seg¨²n los pron¨®sticos, podr¨ªa haberla llevado en quince d¨ªas a una muerte que no teme. Le da m¨¢s miedo envejecer, y por eso se cuida a fondo. Con cosm¨¦ticos, practicando siempre que puede la nataci¨®n en las playas de su Sitges natal y, sobre todo, bailando en el hogar del jubilado y en cuanta ocasi¨®n se presenta. Hace algunos a?os tuvo la oportunidad de volver a encaramarse a un trapecio y revivir sus viejos n¨²meros. No quiere que sea su ¨²ltimo vuelo. El mi¨¦rcoles, en Madrid, repiti¨® la experiencia en la escuela de circo Carampa y por la noche recibi¨® un homenaje en el nuevo Price.
Moncasi, tambi¨¦n guionista, se encandil¨® con la peripecia vital de Carmen hace ya 13 a?os, cuando la conoci¨® en un bar de Sitges. Decidi¨® cocinarla a fuego lento y contarla de un modo indirecto. "S¨®lo hab¨ªa que estar all¨ª y mostrar todas las cosas que hace en su vida cotidiana", explica. Como encaramarse a una escalera para quitar las cortinas, cocinar con autonom¨ªa -"nunca me ha gustado molestar a nadie"-, hacer punto y cultivar una coqueter¨ªa por la que usa siempre zapatos de tac¨®n.
El director ha preferido centrarse en el presente y dejar que el pasado se cuele de manera natural al hilo del relato. As¨ª es como ella refiere de pasada una vida art¨ªstica que durante 20 a?os la llev¨® a deambular por circos europeos, primero como la mu?eca del espacio, el nombre art¨ªstico con el cual debut¨®, y luego como parte de los Rudi Llata, una troupe de la que formaba parte tambi¨¦n su marido payaso. Sus hijos han mantenido la tradici¨®n familiar. Mientras los ve trabajar, Carmen no puede contener las l¨¢grimas rememorando otros tiempos en una de las ¨²ltimas escenas: "Claro que voy a recobrar la vista; pienso vivir hasta los cien a?os", exclama. Energ¨ªa no le falta.
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