Ventana al verde
CASA DE TRILLO, en familia por los montes de la Costa da Morte
Cuatro a?os despu¨¦s del chapapote, la Costa da Morte vuelve a sufrir una amenaza de tintes ecol¨®gicos con el calent¨®n inmobiliario que empieza a suscitar el llamado Plan Galicia de dinamizaci¨®n econ¨®mica. Un adalid de la contenci¨®n urban¨ªstica y el turismo sostenible es el periodista Jes¨²s Trillo, delegado en Mux¨ªa de El Correo Gallego, cuyo hotelito rural de seis habitaciones quiere significarse por el culto a la tradici¨®n y el canto al paisaje del Finisterre galaico.
Enclavada en la min¨²scula aldea de Santa Mari?a, junto a un molino, un crucero y una capilla consagrada a su patrona, la Casa de Trillo conserva un documento foral que data de 1558, dos siglos antes de que naciera en ella Benito de Agar y Leis, emigrado a Cartagena de Indias como ayudante del virrey Alfonso Pizarro y cuyo hijo, Pedro de Agar y Bustillo, lleg¨® a ser presidente de la Regencia de Espa?a e Indias a principios del siglo XIX. En el viejo lar, el propio Trillo o su mujer, Rosa S¨¢nchez, relatan otras muchas historietas, como la del cura sabio de Villastose, que sanaba a los enfermos del pueblo e inventari¨® todas sus fincas y cartas forales.
CASA DE TRILLO
- 5,5. Categor¨ªa: casa rural. Santa Mari?a, 1. Santa Mari?a, Mux¨ªa (A Coru?a). Tel¨¦fono: 981 72 77 78. Fax: 981 72 77 78. 'Web': www.casadetrillo.com. Instalaciones: jard¨ªn, sal¨®n con chimenea, tienda y comedor de desayunos. Habitaciones: seis dobles con calefacci¨®n, TV color, radio, secador. Servicios: dos habitaciones adaptadas para discapacitados en la planta baja de la casa, mascotas admitidas. Precios: temporada alta, 60 euros + 7% IVA; temporada baja, 48 + 7% IVA; desayuno incluido. Tarjetas de cr¨¦dito: American Express, Eurocard, MasterCard, Visa, 6000. Cierra: en diciembre.
Arquitectura ... 6
Decoraci¨®n ... 4
Estado de conservaci¨®n ... 7
Confortabilidad habitaciones ... 5
Aseos ... 4
Ambiente ... 5
Desayuno ... 4
Atenci¨®n ... 8
Tranquilidad ... 7
Instalaciones ... 5
Silencio y noches espesas
La rehabilitaci¨®n de la casa no difiere de lo acostumbrado en este tipo de construcciones en las que el rigor de la piedra prevalece sobre el rigor arquitect¨®nico, y lo que pudo no existir se hace pasar como un legado hist¨®rico y plurisecular. Pero en cuanto se viven sus estancias, lo esencial proviene del exterior. De un silencio que vuelve las noches espesas, encapsuladas en un fractal de montes ribere?os al mar. De una panor¨¢mica siempre verde, impoluta, hilvanada de huertas, prader¨ªas vacunas, corredoiras y plantaciones forestales. Nada interfiere en la calma de la aldea, salvo la furgoneta del pan y otra de abastos, dos horas antes del ¨¢ngelus.
A estas fincas reticulares est¨¢n dedicadas las seis ¨²nicas habitaciones: Granxa, Agra Darriba, Furi?o, G¨¢ndara, Pet¨®n, Corti?a. M¨¢s m¨ªnimas que minimalistas, confortables antes que emocionales. Ajustadas al abecedario r¨²stico, que es lo mismo que decir cama, alfombra, cabeceros y lamparitas de forja, mesa corrida, dos cuadritos y unos cuartos de ba?o como del siglo pasado. En la planta alta, eso s¨ª, el lujo queda subrayado por una ba?era de hidromasaje. Pues vaya.
Los ancianos de la casa aparecen retratados a lo largo de la escalera. Pelda?os abajo, el lar centra una planta di¨¢fana y atiborrada de muebles en los que se desayuna con m¨¢s pretexto que prop¨®sito, se cena por encargo con la suficiente antelaci¨®n, se compran productos t¨ªpicos de la zona expuestos en una vitrina fragante y se lee mientras no est¨¦ encendida la televisi¨®n. Porque en este sal¨®n y en los dormitorios, el ¨²nico enemigo del silencio proviene del interior. Las paredes oyen y los suelos hablan.
ALREDEDORES
PARA ANDAR, la parroquia aleda?a de Coucieiro ofrece un sendero por las caldeiras (formaciones rocosas) que flanquean el r¨ªo Castro. El mayor atractivo es Fisterra, un agreste acantilado donde parec¨ªa acabarse el mundo y finalizaba la peregrinaci¨®n jacobea. A lo largo de esta Costa da Morte surgen otros enclaves m¨¢gicos, como el santuario de Nossa Senhora da Barca, en Mux¨ªa; el monasterio de Moraime, cabo Vil¨¢n, en Camari?as; la ruta de los d¨®lmenes y el castillo de Vimianzo, antigua residencia de los condes de Altamira, que hoy acoge una exposici¨®n artesana de alfareros de Bu?o y de zuecos de Camari?as, Mux¨ªa y Vimianzo. M¨¢s informaci¨®n en www.finisterrae.com.
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