EE UU se 'moja' en el S¨¢hara
Washington se alinea con Rabat en la negociaci¨®n con el Polisario
Solo hay un motivo de optimismo en la negociaci¨®n entre Marruecos y el Frente Polisario que empieza en Manhasset (Nueva York) dentro de 11 d¨ªas: EE UU ha descubierto el S¨¢hara.
A lo largo de los 32 a?os de duraci¨®n del conflicto, las sucesivas administraciones estadounidenses lo ignoraron "porque era de escasa intensidad y no corr¨ªa el riesgo de desestabilizar el Magreb", recuerda un diplom¨¢tico que pas¨® largos a?os en la ONU.
S¨®lo manifestaron algo de inter¨¦s a partir de 1997, cuando James Baker ejerci¨® de enviado especial del secretario general de la ONU para el S¨¢hara. Baker era un gran amigo de los Bush, padre e hijo, al que hab¨ªa que ayudar, pero acab¨® dimitiendo en 2004 a causa "de la tenacidad de la diplomacia marroqu¨ª", seg¨²n explic¨® Mohamed Benaissa, el jefe de la diplomacia de Marruecos.
?Por qu¨¦ el s¨²bito inter¨¦s estadounidense? Porque aspira a estabilizar el Magreb
Tres a?os despu¨¦s, Rabat present¨® un segundo plan de autonom¨ªa para la ex colonia espa?ola -el primero fue rechazado por Baker en 2003- que goza del respaldo de EE UU y Francia y al que Espa?a ve con buenos ojos.
El proyecto gust¨® a la diplomacia de Bush, que elabor¨® un borrador de resoluci¨®n en el que ensalzaba "la seria y cre¨ªble iniciativa para otorgar una aut¨¦ntica autonom¨ªa al S¨¢hara Occidental". Daba adem¨¢s una "bienvenida positiva a la flexibilidad marroqu¨ª".
Rusia y el Reino Unido edulcoraron algo el texto para que pudiese ser aprobado, a finales de abril, por unanimidad en el Consejo de Seguridad de la ONU. La resoluci¨®n insta a las partes en conflicto a emprender, por primera vez, negociaciones directas bajo el patrocinio de Naciones Unidas.
Ban Ki-moon, el secretario general de la ONU, convoc¨® a Rabat y al Polisario para el pr¨®ximo d¨ªa 18. A la sesi¨®n inaugural asistir¨¢n adem¨¢s cinco "pa¨ªses amigos" (EE UU, Francia, Espa?a, Reino Unido y Rusia). Aunque no se sentar¨¢n en la mesa, los dos vecinos, Argelia y Mauritania, seguir¨¢n las conversaciones.
Presidida por Peter van Walsum, nuevo enviado del secretario general, la negociaci¨®n promete ser ardua. Para allanar el camino, Walsum desea que los enemigos empiecen a hablar de la instauraci¨®n de medidas de confianza.
Ahmed Bujari, que formar¨¢ parte de la delegaci¨®n saharaui, sostiene que una de las primeras medidas deber¨¢ consistir en excarcelar a los independentistas y en aligerar la presi¨®n policial sobre las ciudades del S¨¢hara.
Ser¨¢ casi imposible que Rabat haga estas concesiones porque los saharauis de El Aai¨²n o Dajla reivindicar¨ªan entonces la autodeterminaci¨®n a gritos. "Los marroqu¨ªes deber¨ªan negociar con la calle en contra, lo que es inc¨®modo", se?ala un diplom¨¢tico. Las protestas estudiantiles de mayo, duramente reprimidas, fueron un anticipo de lo que suceder¨ªa.
La resoluci¨®n de abril insta a marroqu¨ªes y saharauis a "alcanzar una soluci¨®n pol¨ªtica justa, duradera y (...) que garantice la autodeterminaci¨®n".
Para el Polisario, autodeterminaci¨®n significa un refer¨¦ndum, con un cuerpo electoral inspirado en el censo espa?ol de 1974, en el que los votantes se pronuncien, entre otras opciones, por la independencia. Rabat s¨®lo concibe que la autodeterminaci¨®n -un t¨¦rmino que ya no rechaza- sirva para aprobar su autonom¨ªa.
Aunque no lo dice abiertamente, Washington desea que el plan marroqu¨ª sea la base de la negociaci¨®n. Su embajador en Argelia, Robert Ford, lo dejaba caer ayer en Le Quotidien d'Oran: "Se trata de algo serio, de un plan cre¨ªble". "?(...) Debe el Polisario aceptar el plan en su totalidad?", se preguntaba antes de contestarse: "No". "Hay que decir que ambas partes deben discutir".
El Polisario no es del todo aut¨®nomo en su toma de decisiones. Acept¨® en 2003 el llamado plan Baker porque Argelia se lo pidi¨® y cualquier cesi¨®n sustancial de su delegaci¨®n en Nueva York depender¨¢ de lo que diga el pa¨ªs que le acoge en su territorio.
Argelia atraviesa una etapa delicada, en la que se ha abierto la sucesi¨®n del presidente Abdelaziz Buteflika, enfermo desde 2005. "No es el momento ideal para hacer concesiones", afirma un diplom¨¢tico acreditado en Argel.
Para superar los obst¨¢culos, EE UU se ofreci¨®, por boca de su embajador en Rabat, Thomas Riley, a hacer de facilitador. ?Por qu¨¦ ese s¨²bito inter¨¦s? Porque en un mundo ¨¢rabe en plena ebullici¨®n, Washington conf¨ªa en resolver al menos un conflicto y en estabilizar de paso el Magreb azotado con fuerza por el terrorismo.
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