El aliado inesperado
Nadal derrota a Djokovic gracias a un 'ace', su golpe m¨¢s d¨¦bil, y se enfrentar¨¢ en la final a Federer, que sufri¨® ante Davydenko
El peor golpe fue el mejor amigo. Andaba el partido gracioso, con Novak Djokovic atacando y Rafael Nadal achicando v¨ªas de agua. El serbio ten¨ªa la raqueta afilada. Tiraba con veneno. Y ten¨ªa al espa?ol contra las cuerdas, incapaz de cerrar su servicio, de ganar el segundo set y de dejar el partido para los libros. Nadal miraba al cielo y ve¨ªa nubes. Nadal miraba al frente y lo ve¨ªa negro. Nadal preparaba el saque y se dec¨ªa que aquello iba por mal camino. Djokovic preparaba el asalto definitivo. Le faltaba un punto para igualar la manga y recomenzar el partido. De la oportunidad naci¨® su martirio. Su demolici¨®n. La bola que vali¨® un partido. Nadal, ese tenista al que tanto se le critica el saque, igual¨® el marcador con un ace. Luego, gan¨® el juego. Y, con el juego, el partido (7-5, 6-4 y 6-2). El espa?ol jugar¨¢ ma?ana la final de Roland Garros frente a Roger Federer, que sufri¨® horrores para vencer al ruso Nikolay Davydenko: 7-5, 7-6 (7-5) y 7-6 (9-7). Par¨ªs tendr¨¢ su partido so?ado. Y sus protagonistas, el reto definitivo. Nadal gan¨® su partido a golpes. Federer logr¨® no perder el suyo.
"No soy est¨²pido. Preferir¨ªa jugar contra Djokovic", confiesa el suizo
"?Para m¨ª, eso es normal!", brome¨® Nadal sobre su saque directo. "He tenido suerte. A veces, me sale bien. Ah¨ª, con ese saque en el segundo set, casi todo ha quedado sentenciado", a?adi¨® el bicampe¨®n, al que visit¨® Pau Gasol en el vestuario. "Ese ace fue muy importante", coincidi¨® Djokovic; "fue un gran servicio. Fue crucial. Es el tipo de golpes que hacen a un jugador un gran campe¨®n. Apuesta por golpes ganadores en los momentos importantes. Por eso es el n¨²mero dos".
Nadal y Djokovic acabaron el partido casi entre tinieblas. En el cielo mandaban las nubes de lluvia. En la pista, la humedad y el viento. En la grada, diez ruidosos tipos de amarillo. La familia de Djokovic. Los Djokovic daban palmas. Los Djokovic, uniformados de amarillo, cantaban. Los Djokovic, entrenados, acompasados, bien engrasados, dirig¨ªan los ¨¢nimos del p¨²blico, roto en gritos de "allez Djoko!". Y el serbio respond¨ªa. Luchaba. Se santiguaba en su banquillo y luego reclamaba una bola perdida al ¨¢rbitro y encend¨ªa el partido al ritmo de dejadas endiabladas. La t¨¢ctica estaba clara. "Utilic¨¦ las dejadas para cambiar el ritmo a Nadal. He intentado ser agresivo, pero no demasiado, para crearme oportunidades", reflexion¨®; "para ganarle tienes que tener un muy buen d¨ªa".
El serbio apareci¨® en el partido sabi¨¦ndose bajo sospecha. Ha completado un torneo brillante sin jugar, hasta ayer, contra tenistas que estuvieran entre los 50 mejores del mundo. Ante Nadal fue arriesgado. El¨¦ctrico.
El mallorqu¨ªn, sin embargo, estuvo fino con lo grueso y grueso con lo fino. Metido en harina, llev¨® el partido a su terreno con golpes abrumadores. Y, puesto a rematar el primer set, perdi¨® el paso. Sud¨® de lo lindo. Y dej¨® escapar una ventaja de 5-2 para imponerse por 7-5. Fue el aviso de lo que estaba por llegar. Y lo que lleg¨® fueron m¨¢s problemas. M¨¢s apuros. Y una soluci¨®n inesperada que dej¨® el partido en el calabozo. Un ace le dio a Nadal el partido. El peor golpe fue el mejor amigo. Desat¨® al espa?ol. Hundi¨® a Djokovic. Y estableci¨® la distancia que a¨²n separa al brillante serbio del n¨²mero dos mundial.
Nadal y Federer juegan ma?ana la final de Par¨ªs. El espa?ol busca su tercer Roland Garros consecutivo. El suizo, completar la corona del Grand Slam, convertirse en uno de los pocos tenistas que han ganado los cuatro grandes. "Federer tiene m¨¢s presi¨®n", coment¨® Nadal; "juega para algo m¨¢s dif¨ªcil de repetir, que es el Grand Slam todo seguido. Yo tengo la presi¨®n de ganar un grande. Es un partido importante para su carrera, pero tambi¨¦n para la m¨ªa. He jugado un muy buen partido. Un partido muy completo. He tocado muy bien la bola. Estoy feliz".
Por su parte, Federer reconoci¨® venir "de una gran batalla" ante Davydenko. Pero el n¨²mero uno tiene las cosas claras. Nada m¨¢s terminar su partido, le preguntaron por su rival ideal en la final, su octava consecutiva en un grand slam. Y no dud¨® ni un segundo: "No soy est¨²pido. Preferir¨ªa jugar contra Djokovic".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.