"Hemos sacado petr¨®leo de todo"
Tamudo dialoga con Mara?¨®n, al que est¨¢ a punto de alcanzar como m¨¢ximo artillero en la historia del Espanyol
S¨ªmbolo en activo del club, Ra¨²l Tamudo est¨¢ a un paso de pasar a la posteridad estad¨ªstica del Espanyol. Su perseverancia y su olfato de gol le han permitido sumar 110 goles en las 11 ligas que cumple con el equipo de toda su vida. Rafa Mara?¨®n, delantero navarro criado en el Real Madrid, ver¨¢ superado su r¨¦cord de 111 goles durante las nueve temporadas en que fue el mascar¨®n de proa del Espanyol, en la d¨¦cada de 1970 y principios de la de 1980. El Espanyol es el equipo al que m¨¢s goles le han hecho en la historia de la Liga (3.342), un dato que expresa el microclima en que ambos han desarrollado sus carreras y que, al mismo tiempo, dignifica un club al que s¨®lo el Madrid, el Barcelona, el Athletic y el Valencia superan en cuanto a permanencia en Primera se refiere. Mara?¨®n (Olite, 1948), arquitecto y art¨ªfice de la ciudad deportiva blanquiazul, y Tamudo (Santa Coloma de Gramenet, 1977) dialogan sobre las dificultades que entra?a vivir del gol en un club de la clase media de la Liga, con el que han esquivado m¨¢s de una vez el descenso, y catapultarse a la selecci¨®n.
Mara?¨®n. Ya s¨®lo te falta un gol para igualarme, ?eh?
Tamudo. S¨ª, no me lo imaginaba. Ni siquiera me planteaba estar tantos a?os en la ¨¦lite.
M. A m¨ª esta aureola de los 111 goles s¨®lo me ha aparecido ahora que est¨¢s a punto de cogerme. Es un orgullo que me alcances.
T. He tenido mucha suerte
M. No es eso, sino que has sacado petr¨®leo de todo.
T. Bueno, como t¨². Pero me quedo con que, despu¨¦s de tanto tiempo, la afici¨®n se identifica conmigo, con los goles y con el brazalete. Aunque ser capit¨¢n implica sus responsabilidades.
M. Yo tambi¨¦n lo fui. Nuestra misi¨®n en el campo debe ser la de incitar, animar a los compa?eros y mantener su tensi¨®n. Y fuera del terreno de juego, intentar que haya buen ambiente. Lo que pasa es que a veces te acusan de llevar los hilos del vestuario porque opinas en nombre de todo el equipo.
T. A eso ya no le doy importancia. No tienen ni pies ni cabeza las cr¨ªticas que he recibido por crear mal ambiente. Mi trabajo es darlo todo en el campo y olvidarme de lo que se dice sobre m¨ª, sobre todo si es falso. Nunca he roto el vestuario. Aunque es l¨®gico que mi voz tenga m¨¢s peso por ser el capit¨¢n, no entiendo que cuando ocurra algo, la culpa sea m¨ªa. Si alguien duda de mi compromiso, que mire las cifras, que para algo est¨¢n.
M. Culpa tuya son los goles que has marcado. Aunque estoy seguro de que, con mi zurda, te hubiese puesto muchos centros y habr¨ªas marcado m¨¢s. Pero los tiempos han cambiado; no eres un delantero centro est¨¢tico, sino que te dejas caer hacia los dos lados y le pegas con las dos piernas.
T. No creas, con la zurda hago lo que puedo...
M. Yo s¨®lo le pegaba con la izquierda. Era de pegada y de zancada y, aunque empec¨¦ como delantero centro, acab¨¦ de extremo. Supongo que ahora me habr¨ªa ocurrido lo mismo. M¨¢s que el f¨²tbol, cambian los futbolistas. Hoy en d¨ªa los jugadores son muy fuertes f¨ªsicamente.
T. Yo no mucho, ?no?
M. S¨ª, porque una de tus cualidades es aguantar el bal¨®n. Y en eso ayuda la preparaci¨®n f¨ªsica.
T. Pero me llevo muchas patadas...
M. Bah, eso no ha cambiado ni cambiar¨¢. La mayor¨ªa de las lesiones, si te fijas, son fortuitas.
T. Te aseguro que los delanteros acabamos los partidos con m¨¢s moretones que nadie. Aunque tambi¨¦n somos los que marcamos m¨¢s goles, que es lo divertido.
M. Para m¨ª la pena es que nunca me llevara el pichichi. Y eso que un a?o tuve opciones hasta la ¨²ltima jornada. Pero me toc¨® lidiar con Santillana, Quini, Rub¨¦n Cano, Kempes... [Marc¨® 22 goles en 1977 y el pichichi se lo adjudic¨® Kempes, del Valencia, con 24].
T. Ya, pero t¨² no te encontraste con tantos extranjeros. Ahora, ya puedes hacer maravillas que a la selecci¨®n no vas nunca. El equipo ha alcanzado la final de la UEFA y no fue nadie seleccionado hasta que Torres se lesion¨®. Luis Garc¨ªa fue en la repesca cuando deber¨ªa haber llegado hace tiempo.
M. Yo estuve 22 veces convocado. Pero siempre me quedaba en el banquillo. Jugaban los del Bar?a y del Madrid, principalmente.
T. Ahora es lo mismo, en eso no ha cambiado nada. Yo no he ido a un Mundial, pero me sigo sintiendo un privilegiado. Es dif¨ªcil cumplir cada temporada con una cuota de goles alta. La clave siempre ha sido no obsesionarse con marcar goles. Eso, y que cada ocasi¨®n que tenga, marque. Al ser de un equipo mediano, tengo que enchufarla a la m¨ªnima.
M. El delantero debe ser chup¨®n. Antes pensaba que no, pero con el tiempo y habiendo sido entrenador, me doy cuenta de que el delantero tiene que chutar.
T. Pero depende de la ocasi¨®n, de la jugada...
M. Nada, nada. Te pueden criticar, pero los dem¨¢s compa?eros siempre necesitan goles y de eso se encargan, principalmente, los delanteros. Otra cosa es que t¨² habr¨ªas marcado m¨¢s goles si hubieras jugado como deb¨ªas...
T. ?Qu¨¦?
M. Que deber¨ªas haberte especializado como un delantero de ¨¢rea.
T. Hombre, yo me acoplo a la forma que tiene de jugar el Espanyol. Adem¨¢s, una de mis caracter¨ªsticas es que salgo del ¨¢rea, me muevo e incordio por donde puedo. Quiz¨¢ no soy el m¨¢s r¨¢pido o el mejor regateador, pero lo que cuenta es marcar goles.
M. El problema es que durante mucho tiempo, en el Espanyol no ha habido otra forma de jugar. No hay variantes. Si hubieses tenido otro delantero como compa?ero, Zigic por ejemplo, te habr¨ªas hinchado a meter goles. Lo que pasa es que no s¨®lo hay que tener condiciones como ser rematador, avispado o inteligente, sino que tambi¨¦n hay que tener un poco de suerte.
T. T¨² ten¨ªas la ventaja de que tirabas las faltas...
M. Hombre claro. Yo era un ganas y quer¨ªa tirarlo todo. Faltas, saques de esquina...
T. A m¨ª no me dejan. Pero la verdad es que ni lo intento. S¨¦ que en el equipo hay especialistas para eso y yo me dedico a lo m¨ªo.
M. Bueno, no te ha ido mal. Muchas veces te asocias con los saques de De la Pe?a o Luis Garc¨ªa. Te anticipas y rematas.
T. Siempre digo que lo m¨ªo consiste en buscarme la vida.
M. Es que para un delantero es muy importante quien tiene detr¨¢s. A m¨ª Solsona, que era muy bueno, no me pasaba ni una... No, en serio, tener detr¨¢s a jugadores como Solsona, Osorio, Fernando Molinos... Te daba una gran cantidad de goles.
T. A m¨ª me ha pasado eso con De la Pe?a. Antes de que llegara ya marcaba goles, pero desde que juego con ¨¦l, todo parece m¨¢s f¨¢cil porque sabes que te va a buscar y que te la va a poner donde quieres.
M. Eso, y que te deja tirar los penaltis.
T. Bueno, llevo ya seis a?os lanz¨¢ndolos. T¨² tambi¨¦n los lanzabas.
M. Cierto. Tirar un penalti es la responsabilidad de saber que tus compa?eros creen que la vas a meter. L¨¢stima que no lo tiraras en la final de la Copa de la UEFA.
T. Me cambi¨® el mister. No me quejo porque cada uno tiene su punto de vista, pero me habr¨ªa gustado acabar el partido y asumir el riesgo de tirar un penalti en vez de, por ejemplo, Torrej¨®n, que no ha lanzado nunca.
M. Con el tiempo que llevas en el club lo normal es que te hubiesen traspasado o que te hubieses lesionado gravemente alguna vez. Eso es que f¨ªsicamente est¨¢s bien.
T. ?Me ves un muscleman?
M. No tanto, pero el cuerpo te ha respetado.
T. S¨ª, aunque tambi¨¦n me ha castigado muchas veces con roturitas musculares. He sufrido mucho con ese tipo de lesiones.
M. Pero ya est¨¢s bien para medirte al Bar?a, ?no? A ver si le gan¨¢is, que la ¨²ltima vez que se vencimos en el Camp Nou fue hace 25 a?os y jugaba yo. No s¨¦ qu¨¦ pasa contra ellos, siempre se piensa que ya se ha perdido antes de jugar.
T. Tampoco es eso. Pero sabes que enfrente est¨¢n los mejores jugadores del mundo. Aunque no te quepa la menor duda de que vamos a intentarlo.
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