La Real prolonga la agon¨ªa
El equipo donostiarra, incapaz de ganar al Racing, ni de penalti, sue?a con errores ajenos
La Real tropez¨® con todos sus fantasmas: con los marcadores ajenos a su favor, con el Racing jugando con nueve futbolistas los ¨²ltimos minutos y con un penalti en el minuto 88, fue incapaz de ganar, lo que le acerca un poquito m¨¢s a segunda divisi¨®n aunque sus contrincantes le evitaron el tiro de gracia. Todo se resolver¨¢ en Valencia.
Cuesta trabajo aguantar las pulsaciones en partidos con marcadores m¨²ltiples. Se quiera o no, la Real era consciente de lo que pasaba en el marcador electr¨®nico, fuera por los lamentos o lo aplausos de la grada, fuera por el banquillo. Porque la Real descend¨ªa o se manten¨ªa seg¨²n el paso de los minutos. Y en ese vaiv¨¦n, la Real escond¨ªa el futbol en su taquicardia, mientras el Racing, m¨¢s tranquilo, pero no menos tenso, se dedicaba a bailar el bal¨®n con m¨¢s sentido, alguna profundidad y alg¨²n remate. De casi todo se encargaba Serrano que era capaz de sacar el bal¨®n de la defensa, jugarlo en el centro del campo y esperarlo en el pico del ¨¢rea. La Real era todo coraz¨®n, tanto coraz¨®n que le llevaba a fallar dos remates clar¨ªsimos de Estrada y D¨ªaz de Cerio, f¨¢ciles, francos, siempre aprovechando el paso sublime de Savio. Y el coraz¨®n le llevaba a enzarzarse en pendencias absurdas, seguidas de tarjeta y amenaza de fracaso, mientras el p¨²blico sufr¨ªa y se alegraba en la grada con los goles a favor y en contra del Athletic (la frontera de la salvaci¨®n) que ole daban la vida o le condenaban a muerte.
REAL SOCIEDAD 0 RACING 0
Real Sociedad: Riesgo; Gerardo, Ansotegi, V¨ªctor L¨®pez, Rekarte; Garitano, Juanito (Mikel Alonso, m. 66); Estrada (Novo, m. 74), Kovacevic, Savio; y D¨ªaz de Cerio (Herrera, m. 66). No utilizados: Bravo, Stevanovic, Aranburu, y Mikel Gonz¨¢lez.
Racing: Calatayud; Pinillos, Rub¨¦n, Alfaro, Cristian Fern¨¢ndez; Cristian Alvarez (Melo, m. 63), Antonio Tom¨¢s (Vitolo, m. 78), Colsa, Serrano; Juanjo (Balboa, m. 75) y Munitis. No utilizados: To?o, Oriol, Luis Fern¨¢ndez y Momo.
?rbitro: ?lvarez Izquierdo. Expuls¨® a Melo (m. 86) y Vitolo (m. 88) y amonest¨® a Kovacevic, Diaz de Cerio, Ruben, Cristian Fernandez, Pablo Alfaro, Antonio Tom¨¢s, Pinillos y Munitis.
Unos 25.000 espectadores en el estadio de Anoeta.
Pero lo ¨²nico cierto es que la Real, con las pulsaciones por las nubes, no estaba haciendo su trabajo y para colmo pifiaba en defensa lo justo para ponerse card¨ªaca. Anoeta confiaba en esos ratos que de vez en cuando le dedica el equipo en los arranques de las segundas partes. Pero entre el orden del Racing y la aceleraci¨®n blanquiazul, el partido discurr¨ªa m¨¢s tiempo en las zonas anchas del campo y lejos de las ¨¢reas. La tuvo Kovacevic tras un recorte precioso que le permiti¨® disparar dentro del ¨¢rea para probar los reflejos de Calatayud. El portero aprob¨® el examen. Meti¨® el brazo y envi¨® el bal¨®n por encima del larguero. El futbol, f¨²tbol era cosa de Savio y de ?scar Serrano. Los dos juegan por el costado izquierdo, pero los dos tienen la suficiente jerarqu¨ªa y calidad para convertir su espacio en la zona neur¨¢lgica del partido. Ellos pon¨ªan la cabeza y las piernas, al resto le correspond¨ªa el coraz¨®n. Al resto y a la grada, que vibraba m¨¢s con el marcador ajeno que con el propio. Y como el marcador ajeno estaba loco, pues la Real se volv¨ªa un poco m¨¢s loca, poni¨¦ndolo todo en cada acci¨®n, comi¨¦ndose el campo, pero sin la profundidad necesaria como para agobiar a un Racing que no perd¨ªa la compostura y disputaba el bal¨®n como si fuera el primero de la Liga.
Las derrotas del Betis y el Athletic le daban media vida, y la victoria del Celta le quitaba un cuarto. El l¨ªo era monumental, pero a la Real le faltaba el gol que le permitiera ir el domingo a Mestalla m¨¢s cerca de sus rivales directos. Un gol que le permitiera incluso jugar con la posibilidad de un empate en Valencia para dilucidar posibles empates a dos a tres o a cuatro.
Era un juego misterioso, tembloroso, lleno de inc¨®gnitas en espera de un desenlace inesperado. E inesperado pod¨ªa ser cualquier cosa. Que marcara la Real, que achuchaba con frenes¨ª, o que marcara el Racing que contragolpeaba con mucho espacio. Y entre medio la permanencia. Y un remate al larguero, en un c¨®rner, y la decepci¨®n absoluta cuando Calatayud despej¨® un penalti lanzado por Savio en el minuto 88.
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