El torbellino Fornesa se va
El presidente de La Caixa en los ¨²ltimos cuatro a?os deja atr¨¢s m¨¢s dinero para la obra social y una reorganizaci¨®n del grupo
Manda la tradici¨®n que la novia haga esperar al novio al pie del altar. Pero la tradici¨®n s¨®lo se cumple si el padre de la novia no es un tipo prepuntual. Ricard Fornesa, el hombre que ha presidido La Caixa en los ¨²ltimos cuatro a?os, el que le ha dado un golpe de tim¨®n social y el que pilotar¨¢ la salida a Bolsa de sus participaciones industriales valoradas en 22.500 millones de euros, es eso, un tipo prepuntual. Y, por ende, un padre que ha hecho llegar a sus hijas a la Iglesia en punto.
La pr¨¢ctica del concepto de prepuntualidad por Fornesa es tan famosa que figura incluso en el discurso de elogio a sus m¨¦ritos que pronunci¨® el secretario general de la escuela de negocios Esade, Marcel Planellas, cuando el hasta ahora presidente de la primera caja de ahorros espa?ola fue investido Doctor Honoris Causa por la Universitat Ramon Llull, el pasado mes de mayo.
Fornesa transform¨® Agbar en una sociedad moderna y adaptada al juego democr¨¢tico
El directivo practica la 'prepuntualidad', en la vida y el trabajo, para no llegar tarde a una cita
En la pr¨¢ctica, la prepuntualidad se traduce en llegar una hora antes a los sitios donde uno ha quedado con otro y en ponerse nervioso porque el otro no llega. Eso lo saben perfectamente los directivos del grupo Suez, socio de La Caixa desde hace 16 a?os en Aguas de Barcelona (Agbar) y Gas Natural, encabezados por su presidente, G¨¦rard Mestrallet. A veces, en Par¨ªs, han llegado a una cita a la hora prefijada y se han encontrado a Fornesa algo mosca, con el tenedor en la mano.
Ricard Fornesa naci¨® en Barcelona el 4 de noviembre de 1931, en el seno de una familia de banqueros de la Seu d'Urgell (Lleida), donde el a?o pasado, en el preg¨®n de la Fiesta Mayor, apel¨® al "orgullo de la gente de monta?a" para llevar a cabo los proyectos importantes para el pueblo. Y es un hombre activo, incapaz de estar sin hacer nada. Cuentan que ha prescindido de m¨¢s de un jardinero en su casa de Premi¨¤ de Dalt (Barcelona) porque no hac¨ªa las cosas exactamente como ¨¦l quer¨ªa, y que se ha puesto ¨¦l mismo a cuidar de las plantas, ocupaci¨®n que le gusta razonablemente.
-Se?or Fornesa, ?qu¨¦ es lo que m¨¢s le interesa en la vida?
Uno no sabe con qu¨¦ le va a salir este hombre directo y de verbo atropellado, que ha causado m¨¢s de un quebradero de cabeza (por lo deprisa que habla) a los int¨¦rpretes que traduc¨ªan al franc¨¦s las reuniones del consejo de administraci¨®n de Agbar, que presidi¨® durante 27 a?os.
De tir¨®n, contesta:
-Lo que m¨¢s me gusta es fijarme objetivos, crear un proyecto, enamorarme de ¨¦l y realizarlo.
Fornesa estudi¨® el bachillerato en el colegio La Salle Bonanova de Barcelona, donde ya es de sobra conocido que su camino se cruz¨® con el de su amigo Jos¨¦ Vilarasau, de cuya mano aterrizar¨ªa a?os despu¨¦s en La Caixa. Se licenci¨® en Derecho y en Administraci¨®n de Empresas en la Universidad de Barcelona. Y ha contado a sus pr¨®ximos que, tanto entonces como cuando, a los 25 a?os, se prepar¨® para las oposiciones a abogado del Estado, fue de los que se levantaba a estudiar cuando sus colegas llegaban de una noche de resaca.
Fue entonces cuando aprendi¨® a ejercitar su prodigiosa memoria. Hoy le gusta escribir sus discursos. Pero no los lee. Se los aprende y los recita.
Tras ejercer varios a?os y en distintos lugares de Espa?a como abogado del Estado, Fornesa fue nombrado delegado de Hacienda del Ayuntamiento de Barcelona. Y cerr¨® con super¨¢vit los ejercicios 1976-77, a?o este ¨²ltimo en que inici¨® su vinculaci¨®n con La Caixa como secretario general.
A los 48 empez¨® una nueva etapa en su vida, en Aguas de Barcelona (Agbar). Fornesa relev¨® all¨ª en la presidencia al falangista Mariano Calvi?o de Sabucedo. Le coloc¨® Jos¨¦ Mar¨ªa Sainz de Vicu?a, quien fuera director general de Banesto. El hasta ahora presidente de La Caixa tom¨® la empresa en circunstancias dif¨ªciles y la transform¨®, combinando internacionalizaci¨®n y diversificaci¨®n de actividades (agua, inspecci¨®n de veh¨ªculos y seguros sanitarios).
El salto de tama?o del grupo fue imponente bajo su presidencia: en los ochenta arranc¨® con un volumen de negocio de poco m¨¢s de 31 millones de euros y un beneficio neto por debajo de cuatro millones; cuando dej¨® la presidencia, en 2006, en manos de Jordi Mercader, Agbar registraba unos ingresos de 3.000 millones y ganaba 200 millones.
Sobre todo, la gesti¨®n de Ricard Fornesa, un hombre de orden, demostr¨® que un directivo procedente de la derecha cl¨¢sica y acostumbrado a una determinada manera de hacer las cosas "supo observar los cambios que se iban produciendo en su entorno para convertir el negocio en una sociedad moderna y adaptada al juego democr¨¢tico", reflexiona un antiguo colaborador.
La sociolog¨ªa y la antropolog¨ªa le interesan. Las novelas le aburren. En su mesilla de noche pueden encontrarse ensayos y estudios de Jos¨¦ Antonio Marina, David Lyon o Jeremy Rifkin.
Fornesa, que de forma intermitente ha tenido en la cabeza la idea de aliar Agbar con Gas Natural, s¨®lo dej¨® la presidencia de la compa?¨ªa de aguas para centrarse en La Caixa. Asumi¨® la presidencia de la entidad de ahorro en lugar de Josep Vilarasau -apartado del cargo por una reforma de la ley de cajas bajo el Gobierno de CiU en la Generalitat, con el asentimiento del PP, entonces en el Gobierno central- el 20 de marzo de 2003. Fornesa hab¨ªa estado ligado a las torres negras de la Diagonal durante 30 a?os, como secretario general, como director general adjunto ejecutivo o como secretario o consejero.
Orquest¨® un peque?o terremoto en el grupo industrial de La Caixa, que dirigi¨® Antoni Brufau hasta 2004. Vendi¨® bancos y empresas y se qued¨® con los que considera "estrat¨¦gicos": Telef¨®nica, Gas Natural, Abertis, Agbar o Repsol. El valor de la cartera industrial no par¨® de aumentar, hasta los 22.500 millones de euros. La caja gan¨® 840 millones de euros en 2003. Y 3.025 millones en 2006. Adem¨¢s del tir¨®n del negocio, las desinversiones reforzaron este importante aumento, que el a?o pasado convivi¨® con una severa campa?a de boicoteo fuera de Catalu?a que le caus¨® gran inquietud.
Fornesa ha tenido a Isidre Fain¨¦ como mano derecha en la direcci¨®n general. Hoy es el nuevo presidente. "Parec¨ªamos una pareja de guardias civiles. Al final, iban a pensar mal", bromeaba el propio Fornesa en la asamblea general de La Caixa, ante la que se despidi¨® el pasado jueves. Bajo su presidencia, la obra social de La Caixa pas¨® de 169 millones a 400 millones en 2007.
Sin cumplir todav¨ªa los 76, Fornesa ha adelantado el fin su mandato casi dos a?os, como "un ¨²ltimo acto de servicio a la entidad", porque las continuas especulaciones sobre su sucesi¨®n y sus coletazos pod¨ªan "da?ar la estabilidad" de la caja, justific¨®. Dice haberse sentido apoyado por su mujer Mem¨¦, con quien ha tenido seis hijos. Fain¨¦ le despidi¨® ante la asamblea general con un ba?o de elogios a su "capacidad de enfocar directamente los problemas, a su creatividad e intuici¨®n, a su marcado sentido del humor, a su frescura y actitud jovial".
Eso s¨ª. No ha conseguido hacerse con Endesa. Tampoco ha conseguido dejar de fumar.
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