El Madrid busca la paz
El club se luce en Tel Aviv ante un conjunto israel¨ª-palestino tras un viaje marcado por la tensi¨®n entre Capello y Calder¨®n
Un d¨ªa, en Cibeles; otro, en la Puerta del Sol, y al siguiente, en Tel Aviv. Es lo que tiene ser campe¨®n de Liga, celebrarlo durante 48 horas y viajar a otro pa¨ªs, con cara de haber dormido seis horas en dos d¨ªas, para cumplir un compromiso sellado hace dos meses.
Corr¨ªa marzo cuando Sim¨®n Peres, presidente de Israel y del centro Peres por la Paz -trabaja con unos 2.000 ni?os israel¨ªes y palestinos para que el deporte sea un instrumento contra la discriminaci¨®n- telefone¨® a Ram¨®n Calder¨®n para invitar al Madrid a jugar un partido por la paz (triunfo blanco por 0-8) contra un conjunto de israel¨ªes y palestinos. "No s¨®lo quisimos venir aqu¨ª, sino que lo pedimos. Cuando nos invitaron, nos plantearon la posibilidad de jugar en Madrid o Nueva York, pero nos decidimos por Tel Aviv porque fuera de Israel la campa?a de sensibilizaci¨®n no habr¨ªa sido la misma", dijo Calder¨®n. Minutos antes, Peres le dio la bienvenida felicit¨¢ndole por "la dram¨¢tica victoria" en la Liga. "Adem¨¢s de ser campeones de f¨²tbol, esta noche [la de ayer] ser¨¦is los campeones de la paz. Musulmanes, jud¨ªos, blancos y negros estamos aqu¨ª todos juntos contra la discriminaci¨®n para dar un mensaje global de paz", agreg¨® el presidente de Israel. Calder¨®n destac¨® el car¨¢cter solidario del Madrid y de su fundaci¨®n: " Trabajaremos por la paz".
Fue curioso escuchar esa palabra en boca de Calder¨®n. Y es que quiz¨¢ le resulte m¨¢s f¨¢cil hablar de paz externa, ya que en su propio club ha desaparecido hace meses. La fractura entre la directiva y el cuerpo t¨¦cnico es cada d¨ªa m¨¢s evidente.
Calder¨®n tom¨® ayer asiento en la primera fila del avi¨®n junto a su esposa. Un poco m¨¢s lejos se sentaron algunos directivos con las suyas. Una cortina verde les separaba de Fabio Capello. El entrenador italiano se acomod¨® al lado de Pedja Mijatovic, Italo Galbiati y los restantes t¨¦cnicos. Las pocas veces que se levant¨® fue para charlar con alg¨²n representante del cuerpo m¨¦dico, con alguna azafata o con Ra¨²l y Emerson.
Capello no est¨¢ a gusto. Lo dijo en una entrevista publicada ayer por La Gazzetta dello Sport: "Desde el primer d¨ªa, me he sentido como un salm¨®n, obligado a ir contra corriente", declar¨®; "si me echan ahora, igual dejo de entrenar".
El presidente, consciente de estar a miles de kil¨®metros de Espa?a, cambi¨® ayer por primera vez su discurso. En una abarrotada sala de un c¨¦ntrico hotel de Tel Aviv y sentado al lado de Peres, agradeci¨® p¨²blicamente el trabajo hecho por Capello. Eso s¨ª, no fue por iniciativa propia, sino para responder a una pregunta formulada sobre el futuro del preparador italiano. "No es el momento de hablar de eso. En las ¨²ltimas horas me lo han preguntado un mill¨®n de veces. Hay que esperar y disfrutar un poco de la felicidad que nos ha supuesto el t¨ªtulo", subray¨®. Y, acto seguido, hizo un peque?o matiz temporal: "A d¨ªa de hoy, el entrenador es Capello y estamos contentos con ¨¦l". "Le felicito p¨²blicamente como le he felicitado todos estos d¨ªas", apostill¨®. El d¨ªa anterior, en las recepciones oficiales en Madrid, hab¨ªa dicho que la Liga era de los jugadores, "que hab¨ªan sobrevivido y puesto la cara en los meses m¨¢s dif¨ªciles".
El capit¨¢n, Ra¨²l, fue quien se puso junto a Capello en la ceremonia de bienvenida. Si por el t¨¦cnico hubiese sido,-seg¨²n su entorno, se ve fuera del Madrid-, el peque?o palco montado en el hotel se lo habr¨ªa dejado a Calder¨®n. Fue Peres quien le invit¨® a acercarse. Al fin y al cabo, la comitiva blanca estaba en misi¨®n de paz.
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