Sarkozy no quiere 'pinchazos'

Hay sospechas que, adem¨¢s de ser t¨®picas, son fundadas. Es la de las pel¨ªculas de Hitchcock, en las que el esp¨ªa traidor a menudo era franc¨¦s, o las de la serie Ocean's, que utiliza a Vincent Cassel como arist¨®crata, no menos franc¨¦s, que siempre se inmiscuye en los grandes robos tecnol¨®gicos que imagina la banda democr¨¢tica estadounidense, que encabeza George Clooney. Ahora el Gobierno franc¨¦s ha prohibido a sus funcionarios el uso de PDA (asistentes personales port¨¢tiles), una limitaci¨®n pensada para evitar la utilizaci¨®n de los BlackBerry, una joya de la electr¨®nica que sirve de tel¨¦fono, ordenador personal y terminal de Internet, entre otras funciones, que utilizan ejecutivos y pol¨ªticos de medio mundo.

El responsable de la seguridad econ¨®mica estima que pueden llegar a manos extra?as datos relevantes

"Existe un problema: los mensajes pueden ser interceptados y ¨¦se es un riesgo que tienen que considerar tanto las empresas como las administraciones p¨²blicas", ha dicho Alain Juillet, responsable de la seguridad econ¨®mica dentro del SGDN (Secretariado General de Defensa Nacional). Se calcula que hay en el mundo unos ocho millones de adictos al BlackBerry. La prohibici¨®n francesa desespera a los altos funcionarios que, ahora, dicen que tienen la sensaci¨®n de vivir un retroceso, de perder tiempo y de haber ca¨ªdo del lado malo en la c¨¦lebre "fractura digital". Para Juillet no se puede olvidar que el conflictivo BlackBerry es un invento de la sociedad canadiense RIM (Research in Motion) y que el conjunto de datos que manejan sus aparatos circula por dos servidores instalados en EE UU y el Reino Unido, lo que equivale a decir al alcance del poderoso brazo u ojo de la NSA (National Security Agency), la red estadounidense de intercepci¨®n de todo tipo de comunicaciones, una red que tras las modificaciones legales implantadas tras los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York tiene derecho a intervenir cuando y donde quiere.

Seg¨²n portavoces de BlackBerry, no existe ning¨²n riesgo porque la NSA "no tiene capacidad para visualizar el contenido de una comunicaci¨®n de datos enviada a trav¨¦s de los servidores inform¨¢ticos de BlackBerry". Pero sin duda los cerebros inform¨¢ticos del Pent¨¢gono tambi¨¦n estimaban imposible lo que en su d¨ªa ocurri¨®, que un joven prodigio del mundo cibern¨¦tico entrara en el coraz¨®n de su sistema m¨¢s secreto. Es un hecho que los grandes de este mundo cuando se re¨²nen dejan las armas en el vestidor. Ahora las armas no se miden por calibres, sino por la capacidad de interferencia de rayos infrarrojos. Y por eso desactivan su BlackBerry ante la mirada de sus invitados para que reine la confianza.

Lo malo de ese tipo de problemas es que al tener acceso a los BlackBerry del primer ministro franc¨¦s, de la titular de la cartera de Econom¨ªa, del ex socialista Jean Marie Bockel, hoy secretario de Estado para la Cooperaci¨®n, o del presidente Sarkozy, adem¨¢s de poder enterarnos de los arcanos del poder nuclear o de la estrategia econ¨®mica se corre el peligro de que descubramos por qu¨¦ C¨¦cilia Sarkozy no vot¨® a su esposo, por qu¨¦ la ambici¨®n de Bockel no ha podido esperar a que su familia pol¨ªtica ganase unas elecciones o hasta qu¨¦ punto es verdad que a Fran?ois Fillon, el jefe del Gobierno franc¨¦s, no le han dejado elegir ni a uno de sus ministros.