Brecht & Weill, Sociedad Limitada
No pod¨ªan ser m¨¢s distintos. Brecht era un canalla desharrapado, belicoso y engre¨ªdo, consciente de su genio. Kurt Weill ven¨ªa de una familia jud¨ªa muy religiosa y hab¨ªa sido un ni?o prodigio. Era taciturno, pulcro, educad¨ªsimo, con trajes impecables. Brecht era marxista y vest¨ªa como un obrero, con camisa rusa, gorra de hule y chaqueta de cuero. La m¨²sica era la ¨²nica ideolog¨ªa de Weill. Viv¨ªa con la cantante Lotte Lenya en un lujoso piso de Berl¨ªn, pero ella ten¨ªa docenas de amantes. Brecht viv¨ªa en cualquier lado, rodeado de actrices: su esposa, Marianne Zoff; su amante, Helene Weigel. Y la doliente Elizabeth Hauptmann, secretaria, confidente, dramaturga. Brecht quer¨ªa poner patas arriba el orden burgu¨¦s y, de paso, triunfar en el teatro y ganar mucho dinero. Weill era muy consciente de que la "nueva m¨²sica" de Sch?nberg, Webern y Alban Berg s¨®lo funcionaba en los cen¨¢culos cultivados, y aspiraba a conseguir una audiencia popular. En 1926, Weill se consagra como uno de los mejores compositores de su generaci¨®n. Buscaba libretistas cuando escuch¨® por la radio Un hombre es un hombre, el primer ¨¦xito de Brecht, y cay¨® de rodillas. Escribi¨®: "Es la obra m¨¢s poderosa y original de nuestros tiempos". Se conocieron en la primavera del 27. "Nos uni¨®", contar¨ªa, "la pasi¨®n por Am¨¦rica, ador¨¢bamos sus escritores, sus pel¨ªculas y, sobre todo, el jazz". Inventaron una ciudad-para¨ªso, una nueva Sodoma y Gomorra, y la llamaron Mahagonny.
La peque?a Mahagonny se estren¨® en julio. La escenograf¨ªa era un ring de boxeo. Luego se encerraron para escribir su versi¨®n oper¨ªstica, que tardar¨ªa en ver la luz; se les cruz¨® la que ser¨ªa su obra m¨¢s popular, La ¨®pera de cuatro cuartos, cuyas melod¨ªas se silbaron por toda Alemania. Hay quien dice que Weill siempre fue un tanto lelo, y el contrato que firm¨® con Brecht ratificar¨ªa esa teor¨ªa: 62,5% para el dramaturgo, 25% para el m¨²sico, 12,5% para la se?orita Hauptmann. M¨¢s tarde, ni eso, y Lotte Lenya hubo de batallar durante d¨¦cadas para recuperarlos. L¨®gicamente, la sociedad Brecht & Weill no dur¨® mucho.
El estreno en Leipzig de Ascensi¨®n y ca¨ªda de la ciudad de Mahagonny provoc¨® las iras del partido nazi: peleas, pu?etazos, silbidos y abucheos contra "el comunista y el jud¨ªo". En 1933, Brecht y Weill trabajaron juntos por ¨²ltima vez en Par¨ªs escribiendo y componiendo Los siete pecados capitales. En febrero, tras la subida al poder de Hitler y el incendio del Reichstag, Brecht y familia huyeron; Weill y Lenya, al mes siguiente. En 1943, Brecht y Weill se reencontraron en Estados Unidos. Brecht le propuso una nueva versi¨®n de La ¨®pera de cuatro cuartos con actores negros. Weill estuvo a punto de picar, pero Lenya le disuadi¨®: "?Despu¨¦s de todo lo que te hizo crees que ha cambiado?". No volvieron a verse.
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