El fondo KKR prepara la salida a Bolsa, tras los pasos de Blackstone

El fondo de capital riesgo Kohlberg Kravis Roberts (KKR) sigue el camino marcado por su rival Blackstone. El peso pesado en el negocio del private equity (comprar las acciones de una empresa en p¨¦rdidas para reflotarla y venderla despu¨¦s), acaba de contratar a Morgan Stanley y Citigroup para que explore su eventual salida a Bolsa. El movimiento no es casual y se produce horas antes del estreno burs¨¢til de Blackstone, el evento m¨¢s esperado en Wall Street desde el debut del buscador Google.

KKR, fundada en 1976, es junto a Blackstone, Bain Capital, Carlyle y Texas Pacific Group uno de los grandes fondos que est¨¢n aprovechando el f¨¢cil acceso a cr¨¦dito en el mercado para lanzarse a la compra de empresas con problemas financieros. La firma neoyorquina ha sido protagonista en m¨¢s de un centenar de transacciones por un valor estimado en 208.000 millones de euros y gestiona inversiones por 57.000 millones. Entre ellas, destaca la compra de la el¨¦ctrica TXU junto a TPG.

Las intenciones de KKR fueron reveladas ayer por la cadena financiera CNBC, que precis¨® que la operaci¨®n est¨¢ en fase de estudio y que los dos grandes bancos de inversi¨®n tienen dos meses para explorar c¨®mo realizar la transacci¨®n, que podr¨ªa materializarse antes de final de a?o. KKR tiene oficinas en Londres, Par¨ªs, Hong Kong y Tokio.

Entre tanto, Blackstone daba ayer por la tarde los ¨²ltimos retoques a la colocaci¨®n de parte de su capital antes de fijar el precio de venta de sus acciones. La demanda es alta. La salida a Bolsa, bajo la sigla BK, se ve como una f¨®rmula de dotarse de liquidez adicional para compensar sus ¨²ltimas compras.

El debut tiene, sin embargo, un toque agridulce ya que desde el Congreso se quiere imponer a estas firmas un incremento de la presi¨®n fiscal sobre su negocio, aunque la presi¨®n de Wall Street ha llevado a los patrocinadores de esta iniciativa a rebajar el tono de su exigencia. En el parqu¨¦ tambi¨¦n han surgido voces cuestionando la inversi¨®n del Gobierno chino de 2.240 millones de euros en Blackstone.