Nuevos aliados de la lectura
Antes que nada hay que saber c¨®mo son los j¨®venes de hoy para poder incentivar y fomentar la lectura entre ellos, coinciden los especialistas.
"Ellos intentan tener un grado de independencia en sus gustos, pr¨¢cticas y actitudes antes que las otras generaciones. Hay que aprender a respetarlos y comprenderlos", pide Pedro Cerrillo del Cepli (Centro de Estudios y Promoci¨®n de la Lectura y Literatura Infantil y Juvenil).
"Los chavales se mueven como en un tri¨¢ngulo: amigos, familia y colegio. La principal referencia es los amigos; la familia ya no es una fuente de oposici¨®n tan fuerte, incluso es un referente positivo; mientras el colegio tiene ahora las referencias negativas por el mayor rol que ha adquirido de disciplina y obligatoriedad. Ya no hay tantas tribus urbanas, y no es que no tengan intereses, lo que sucede es que los motivan otras cosas como la m¨²sica o el mundo de internet", asegura. Elsa Guiar, gerente editorial de SM de 6 a 18 a?os.
"Es la poblaci¨®n escolarizada m¨¢s alta de la historia de Espa?a, casi el ciento por ciento. Son part¨ªcipes y coprotagonistas de una cultural global donde su capacidad de lectura sobre fen¨®menos internacionales es m¨¢s amplia. Pertenecen a la generaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas y su facilidad de acceso a la informaci¨®n es apabullante. Pueden servirnos de gu¨ªas en ese nuevo mundo. Hay que entenderlos", sugiere Antonio Basanta, vicepresidente ejecutivo de la Fundaci¨®n Germ¨¢n S¨¢nchez Ruip¨¦rez.
Sugerencias de Antonio Basanta, Gemma Lluch, Pedro Cerrillo y Elsa Guiar.
Claves para acercarse a los libros
- A partir de los 14 a?os los chavales ya son pr¨¢cticamente adultos en sus gustos literarios, y hay que respetarlos.
- Es fundamental no imponer la lectura. Proponerla como invitaci¨®n y nunca como obligaci¨®n o castigo porque as¨ª se le sataniza. Los libros obligatorios suelen ser perjudiciales para descubrir el gusto por la lectura.
- Dejar que sean ellos mismos quienes elijan sus libros y lecturas.
- Sugerir lecturas desde el convencimiento y dando ejemplo.
- Las lecturas compartidas con los menores son buenos pretextos para establecer contacto y di¨¢logo con ellos.
- Proponer libros que hayan sido pensados para los j¨®venes.
- Crear espacios f¨ªsicos y temporales.
- Las bibliotecas p¨²blicas est¨¢n fomentando clubes de lectura ideales para esta pr¨¢ctica y para el di¨¢logo entre adultos y j¨®venes.
- No empe?arse en que lean a los cl¨¢sicos porque la mayor¨ªa de ¨¦stos no fueron escritos para el p¨²blico juvenil. Esa inversi¨®n de los hechos es nefasta para descubrir el placer por la lectura.
- Leer no s¨®lo significa leer narrativa; es tambi¨¦n acercarse a la enciclopedia, a los peri¨®dicos, a las revistas, a los textos de internet o al c¨®mic. Estas lecturas recuperan o crean poco a poco el h¨¢bito lector.
- Hay que tener en cuenta la literatura cl¨¢sica contempor¨¢nea en todos sus g¨¦neros.
- No hay que evitar la literatura m¨¢s comercial. Si en otra ¨¦poca se le¨ªan libros del Oeste o a Cor¨ªn Tellado, ahora existen otros temas o autores de best sellers que llaman la atenci¨®n de los j¨®venes. No debe haber lecturas excluyentes.
- Es un error querer homologar los criterios, intereses y gustos literarios de los adultos con los de los hijos o j¨®venes en general.
Sin miedo al al ciberespacio
Los especialistas consultados son claros en afirmar que los padres y adultos en general no deben ver las nuevas tecnolog¨ªas, que tanto interesan a los j¨®venes, como enemigos de los libros y el conocimiento. Aconsejan que no hay que verlas desde el plano competitivo sino que hay que buscar f¨®rmulas para que adolescentes y j¨®venes aprendan a compaginar la lectura con el mundo del ciberespacio, amigos, deportes y otras formas de ocio que bien entendido siempre es fruct¨ªfero. Algunos aspectos a tener en cuenta son:
- Reconocer que cada momento del desarrollo tiene unas prioridades.
- Comprender que ellos est¨¢n empezando a descubrir el mundo y, por tanto, les surgen otros intereses.
- El verbo leer no admite imperativos.
- Tener claro que no se trata de competir con internet y otras actividades del ocio que despiertan el inter¨¦s de los adolescentes y j¨®venes. Lo que hay que buscar es que aprendan a compaginarlas todas. Ninguna en detrimento de otra.
- No hay que tenerle miedo a internet. All¨ª tambi¨¦n se crean lectores, y hay juegos de ordenador que convierten al lector en protagonista. Incluso algunos despiertan capacidades muy buenas en ellos.
- La interacci¨®n entre el libro f¨ªsico e internet est¨¢ dando excelentes resultados. Los libros ofrecen la posibilidad de crear webs, foros o blogs donde los j¨®venes participan activamente. Una de las pioneras fue Laura Gallego que con su trilog¨ªa Memorias de Idh¨²n ha tenido ¨¦xito y sus lectores han conectado activamente con este libro a trav¨¦s del ciberespacio donde pueden compartir opiniones o preguntar sobre diversos asuntos. Incluso algunos hacen trailers o cortos sobre el libro o sus personajes que cuelgan en la red a trav¨¦s de YouTube.
- La interacci¨®n ha sacado al libro de la escuela para ponerlo en un espacio a la medida de los j¨®venes.
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