V¨ªa crucis burocr¨¢tico de un industrial
Un empresario necesita cerca de 2.000 horas al a?o para ocuparse de tr¨¢mites, informes, licencias y estudio de leyes
Vicen? Pedret, gerente de la empresa Ramon Clemente SA, que fabrica botellitas para perfumer¨ªa, hac¨ªa tiempo que se lo tem¨ªa. Pero ya ha ocurrido. La directora t¨¦cnica de la empresa con sede en El Masnou, que emplea a 180 trabajadores, se ahoga entre papeles y ha dado un pu?etazo sobre la mesa. Para algo la ficharon. Y ese algo era ocuparse de los hornos de la f¨¢brica. No de la ola de tareas burocr¨¢ticas que, con el paso del tiempo, va elev¨¢ndose a sus espaldas. Exige la contrataci¨®n de otra persona.
"La Generalitat dice que va a empezar a cambiar las cosas y debemos tener confianza. Por poco que se haga, ?lo notar¨ªamos!", exclama Pedret. Alude a la reciente promesa del presidente Jos¨¦ Montilla de recortar el 10% las trabas burocr¨¢ticas. Los empresarios quieren, adem¨¢s de recortes, que cada nueva ley adjunte una memoria con su impacto econ¨®mico sobre las empresas.
La UE se ha propuesto reducir el 25% de las cargas administrativas en el a?o 2012
El trabajo burocr¨¢tico es el mismo para una microempresa que para una multinacional
El papeleo es poco m¨¢s que un discurso hasta que uno lo ve y lo toca. La mesa de Pedret est¨¢ sepultada de informes y documentaci¨®n ininteligible para profanos. Pedret ha venido preparado para ense?ar en qu¨¦ se traducen sus lamentos. "Para hacer las cosas razonablemente bien, una industria de tama?o mediano requiere invertir unas 2.000 horas al a?o de trabajo. Eso es, al menos, un puesto de trabajo. Y un coste de, como m¨ªnimo, 40.000 euros", asegura. Son los c¨¢lculos de Pimec, de cuyo comit¨¦ ejecutivo es miembro este empresario.
Veamos de qu¨¦ papeleo debe ocuparse Ramon Clemente SA:
Lo primero, la licencia ambiental, un grueso y complejo documento que directamente ha tenido que acabar subcontratando por incapacidad para realizarlo y por el que una ingenier¨ªa le ha cobrado 30.000 euros.
Falta el Registro de Establecimientos Industriales (REIC). Y necesita un estudio en el que explicar c¨®mo se minimizar¨¢n los residuos peligrosos. Y un plan empresarial de prevenci¨®n de envases (PEPE). Y rellenar el Inventario Europeo de Emisiones Contaminantes (EPERCAT).
Luego est¨¢n las estad¨ªsticas. Tres de ellas, mensuales. Existe la estad¨ªstica del consumo energ¨¦tico del sector industrial, que reclama el Instituto Catal¨¢n de Energ¨ªa (Icaen). La de residuos pregunta sobre los desechos generados y las empresas que los gestionan, los vol¨²menes captados de agua utilizada, su origen, los importes del canon del agua, el porcentaje de agua tratada y la inversi¨®n en instalaciones para tratar aguas residuales.
Se le suman estad¨ªsticas sobre fabricaci¨®n de vidrio, sobre el sistema de recogida de informaci¨®n econ¨®mica sobre el medio ambiente, sobre precios de exportaci¨®n e importaci¨®n, sobre entrada de pedidos, sobre ¨ªndices de producci¨®n industrial. Ah, y sobre inversi¨®n industrial en Catalu?a y sobre el uso de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n. Y sobre el comercio electr¨®nico.
Queda la declaraci¨®n anual de uso y contaminaci¨®n de agua (Duca). Y la declaraci¨®n trimestral de todos los contadores de agua. Y los permisos para vertir agua en las cloacas. Y el papeleo de las inspecciones semestrales de los puntos de vertido.
La empresa debe hacer adem¨¢s un registro y actualizarlo de todas las salidas de residuos. Y realizar otra declaraci¨®n anual de desechos.
Como empresa que emite gases de efecto invernadero, se necesita autorizaci¨®n de emisi¨®n de estos gases, tramitar una asignaci¨®n de estos derechos, hacer un informe anual de las emisiones de estos gases, contratar una auditor¨ªa que verifique este informe anual, m¨¢s una solicitud de apertura de una cuenta en el Registro Nacional de Derechos de Emisi¨®n de estos gases (Renade). Y entregar los derechos de emisi¨®n.
Documentar tambi¨¦n toda investigaci¨®n de accidentes, un plan de emergencia que anticipe cualquier circunstancia inesperada en la f¨¢brica, un plan de prevenci¨®n de riesgos laborales y varios informes sobre vigilancia de la salud.
"Queremos ser controlados y cumplir la ley, las administraciones deben estar informadas de lo que hacemos y de c¨®mo lo hacemos. Pero no hace falta dar datos por triplicado u otros ya entregados", se lamenta Pedret.
Ellaberinto burocr¨¢tico es un mal que castiga a todas las empresas europeas y al que la propia Bruselas quiere poner coto. La Comisi¨®n Europea tomar¨¢ medidas internas para eliminar todos los tr¨¢mites que considera "in¨²tiles". Tambi¨¦n ha pedido a los Estados miembros que eliminen hasta el 25% de las cargas administrativas totales en el horizonte de 2012.
Salvador Guillermo, director de estudios econ¨®micos y fiscales de Fomento del Trabajo, explica que los costes burocr¨¢ticos generales (aunque afectan a las empresas mayoritariamente) ya suponen el 4,3% del producto interior bruto (PIB) en Espa?a. El porcentaje baja al 3,5% en la Europa de los Veinticinco. En el Reino Unido, al 1,5%.
Por ejemplo, la normativa europea para actividades potencialmente contaminantes de suelo obligaba a cierto tipo de establecimientos a presentar un formulario t¨¦cnico de 30 p¨¢ginas. Esta medida afectaba a 29.000 establecimientos en Catalu?a, que, a un coste medio de unos 600 euros por estudio, supon¨ªa un desembolso global de 17,4 millones de euros. S¨®lo en un estudio.
El coste es igual para todos, tanto para la empresa factura 500.000 euros como para la que ingresa 50 millones. "Los asesores habituales se asustaron y pidieron un borrador resumido de cinco o seis p¨¢ginas", explica Guillermo. La no discriminaci¨®n por tama?o irrita a las empresas, sobre todo cuando se les pide dar informaci¨®n que ya se entreg¨® a otro departamento o responder por triplicado a un requisito.
El tama?o de la empresa es clave. Porque el peque?o empresario sale peor parado del papeleo. Seg¨²n un estudio de Pimec, la min¨²scula dimensi¨®n de las empresas que conforman el grueso del tejido empresarial de Catalu?a hace que la p¨¦rdida imputable a tr¨¢mites no productivos durante 100 horas de tramitaciones varias se eleve al 1,4% del producto interior bruto (PIB) generado en esas 100 horas. Es m¨¢s, mucho m¨¢s, de lo que se evapora en el caso de las empresas de pa¨ªses con un tejido empresarial comparable como los B¨¢lticos, donde la p¨¦rdida imputable a esas mismas 100 horas no supera el 0,7% del PIB.
El trabajo burocr¨¢tico es igual para una microempresa de 10 trabajadores que para una multinacional de 800, con lo que el impacto en su econom¨ªa es tres o cuatro veces superior en el que caso de la peque?a y mediana empresa, seg¨²n un estudio de la entidad americana Small Business Administration. Es decir, que un productor de fuet de Vic se enfrenta a los mismo formularios para acreditar la seguridad alimentaria de sus productos que la multinacional Nestl¨¦. Pero el impacto en sus cuentas es totalmente dispar.
Adem¨¢s, "las normativas son cada vez m¨¢s complejas y el peque?o empresario requiere la ayuda de asesores externos que muchas veces tambi¨¦n se ven superados por la alta tecnificaci¨®n de las regulaciones", explica Guillermo.
Espa?a destaca por su regulaci¨®n. Abrir un negocio requiere una media de 10 procedimientos (6,2 en los pa¨ªses de la OCDE). Y seg¨²n el Banco Mundial, el coste que supone es el 16,2% del ingreso nacional per c¨¢pita (5,3% en la OCDE). Y es que Espa?a ha sido un gran productor de leyes y normas. En total, hasta 2005, hab¨ªa 20.862 normas en vigor, sin contar las normativas europeas.
No hay estudios claros que determinen si los empresarios catalanes sufren mayor carga burocr¨¢tica que los del resto de Espa?a, aunque el hecho de que Catalu?a cuente con mayores competencias que otras autonom¨ªas ha hecho necesario un mayor despliegue normativo, seg¨²n Guillermo. Luego est¨¢ la vocaci¨®n legislativa. "Crear leyes es la gran manifestaci¨®n del poder pol¨ªtico y a veces en Catalu?a ha habido una voluntad excesiva de hacer leyes catalanas, de marca un car¨¢cter propio a trav¨¦s del DOGC", a?ade.
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