El gran d¨ªa de los Edwards

Alyssia es la esposa de Colin Edwards y ayer tuvo la suerte de vivir una experiencia que nunca olvidar¨¢. Ni ella, ni su marido, ni Gracie y Hayes, sus hijos. Alyssia dio dos vueltas al circuito de Donington Park subida a la Ducati biplaza de Randy Mamola, la Two Seater. El ex piloto estadounidense de 500cc es un fen¨®meno cuando le cae un micr¨®fono en la mano y por eso comenta las carreras para la cadena por sat¨¦lite Eurosport. Adem¨¢s de reportero, Mamola pasea en su MotoGP a los enchufados que invita Ducati. Ayer le toc¨® a la mujer de Edwards.

"Cuando se ha bajado de la moto de Mamola, me ha dicho que ha vivido una experiencia org¨¢smica", destap¨® Edwards, que convierte cada una de sus apariciones p¨²blicas en un espect¨¢culo. El piloto tejano, de 33 a?os, derrocha simpat¨ªa, naturalidad y espontaneidad como ning¨²n otro del paddock. Si a ello se le suma que ayer estaba plet¨®rico tras haber conseguido su segunda pole de la temporada, el resultado fue una rueda de prensa surrealista. Y, fiel al espect¨¢culo, Edwards no defraud¨®.

El tejano derrocha simpat¨ªa, naturalidad y espontaneidad como ning¨²n otro

"Mi esposa se ha subido a la moto de Mamola y yo he conseguido la pole. A ver si esta noche tengo suerte y ...", insinu¨® el norteamericano con una audiencia que se tronchaba. A su derecha estaba el italiano Valentino Rossi, su compa?ero de equipo, que hoy arrancar¨¢ el segundo y que se tapaba la cara con su habitual visera amarilla. A la izquierda del poleman, Dani Pedrosa, que cerrar¨¢ la primera l¨ªnea de la parrilla, no se lo cre¨ªa por m¨¢s que ya sabe c¨®mo se las gasta Edwards.

"Trabajar con Colin es fant¨¢stico", define Javier Ullate, uno de los mec¨¢nicos de confianza del Tornado de Tejas, como as¨ª se hace llamar este ex campe¨®n del mundo de superbikes. "Es trabajar con el t¨ªo m¨¢s f¨¢cil del Mundial. Cualquiera que hable con los equipos en los que ha estado, ver¨¢ que todos hablan maravillas de ¨¦l", piropea Ullate, que destaca la experiencia y el buen rollo que aporta como las principales virtudes de Edwards. "No es nada problem¨¢tico, ni siquiera cuando las cosas no van bien. No se pone nervioso y, lo m¨¢s importante para el equipo, no genera presi¨®n mec¨¢nicamente hablando", ahonda este reputado telem¨¦trico espa?ol.

En un mundillo en el que el lema que impera por encima de todos es el de "al primero que se debe ganar es el compa?ero de equipo", Rossi ha encontrado un chollo. El estadounidense es plenamente consciente del papel que le ha tocado vivir al lado de il dottore, el icono mundial del motociclismo moderno. "Valentino le adora", asegura un miembro de Yamaha. Y esgrime sus razones: "Ambos tienen una forma de pilotar muy parecida. Colin sabe mucho de puesta a punto y, adem¨¢s, no es nada celoso con el material que le llega a Rossi. Es veterano y se toma las carreras de otra manera".

Para clarificarlo, pone un ejemplo. "En Le Mans consigui¨® la pole, pero en la parrilla de salida cayeron cuatro gotas y ya se dio cuenta de que la cosa no ir¨ªa bien". Y tanto que no fue bien. Edwards acab¨® el ¨²ltimo y nada menos que a tres vueltas del ganador. "Pero acab¨® la carrera y, a los cinco minutos, estaba m¨¢s tranquilo que nadie. No adopta poses. Colin no enga?a", concluye.