El salario real medio ha bajado un 4% en 10 a?os pese al fuerte crecimiento econ¨®mico

La econom¨ªa espa?ola crece desde hace una d¨¦cada a un ritmo claramente superior al de la media de la Uni¨®n Europea, pero este prolongado ciclo expansivo no se ha traducido en una paralela reducci¨®n de la brecha social. Mientras los beneficios empresariales se multiplicaban -el 73% entre 1999 y 2006-, el salario medio real de los espa?oles perdi¨® el 4% de su poder adquisitivo en la d¨¦cada que va desde 1995 a 2005, seg¨²n un informe de la OCDE difundido esta semana en Par¨ªs.

Entre los a?os 1999 y 2006, los beneficios de las empresas han crecido un 73%

Econom¨ªa destaca que las familias tienen ahora m¨¢s fuentes de ingresos que antes

Espa?a es el ¨²nico de los 30 pa¨ªses miembros de la OCDE en el que el poder adquisitivo de los salarios baj¨® en la d¨¦cada mencionada. En los cinco a?os anteriores, entre 1990 y 1995, el salario real hab¨ªa aumentado en Espa?a al ritmo del 1,9% anual.

"Espa?a ha creado empleo a un ritmo espectacular en los ¨²ltimos a?os", observa Raymond Torres, jefe de la Divisi¨®n de An¨¢lisis y Pol¨ªticas de Empleo de la OCDE. "Sin embargo, gran parte de ese aumento consiste en empleo poco cualificado y escasamente remunerado. El retroceso del salario medio no significa que el empleado de cualquier empresa gane ahora menos que hace 10 a?os, sino que ha entrado en el mercado laboral mucha gente con sueldos muy bajos. Eso ha tirado hacia abajo el salario medio de la poblaci¨®n empleada".

La proliferaci¨®n de empleos precarios y con bajos sueldos ha alimentado -en un periodo de crecimiento sostenido- la bolsa de personas que viven por debajo del umbral de pobreza relativa, es decir, con menos del 60% de la renta media nacional. Uno de cada cinco espa?oles -entre ellos, dos millones de asalariados-, viv¨ªa en esa situaci¨®n en 2005. La cifra es superior a la de 1995, cuando se situaba en el 19%, y tambi¨¦n por encima de la media de la UE (16%).

Mientras Espa?a se acerca a la media europea en cuanto a renta por habitante, no ocurre lo mismo en cuanto a cohesi¨®n social. As¨ª lo indica la relaci¨®n entre la renta del 20% m¨¢s rico de la poblaci¨®n y la del 20% m¨¢s pobre. La quinta parte m¨¢s rica gan¨® en 2005 (¨²ltimo a?o del que se tienen datos) 5,4 veces m¨¢s que la quinta parte m¨¢s pobre, seg¨²n datos de Eurostat, el ¨®rgano que facilita las estad¨ªsticas comunitarias. Es una cifra superior a la media de la UE, que se sit¨²a en 4,9, siempre seg¨²n Eurostat; y muy superior a la de pa¨ªses como Francia y Alemania, donde se sit¨²a alrededor del 4.

Lo m¨¢s significativo es que en Espa?a, entre 2002 y 2005, ese indicador ha experimentado un repunte tras unos a?os de descenso. En 2002, el 20% m¨¢s rico ganaba 5,1 veces m¨¢s que el 20% m¨¢s pobre; en 2005, esa diferencia se hab¨ªa agrandado al 5,4. Detr¨¢s de los fr¨ªos datos estad¨ªsticos est¨¢n los rostros de millones de pensionistas y de trabajadores en precario.

Las rentas de las personas que consiguen ingresos a partir de la propiedad de bienes han crecido mucho m¨¢s r¨¢pidamente que las de aquellos que reciben sus ingresos principalmente de su trabajo.

"Crear empleo ha sido la prioridad en Espa?a. Los bajos salarios han sido una herramienta importante para conseguirlo y para evitar que las empresas se fueran a pa¨ªses con costes laborales m¨¢s asequibles", reflexiona Raymond Torres, el experto citado de la OCDE. "Pero ahora consideramos que Espa?a tiene que hacer un importante esfuerzo en mejorar la productividad y la calidad del empleo. En parte lo est¨¢ haciendo, pero consideramos que har¨ªan falta medidas m¨¢s estructurales".

"La mano de obra barata ha sido fundamental en el crecimiento espa?ol", observa Carlos Mart¨ªn, economista del Gabinete T¨¦cnico de Comisiones Obreras. "Hemos dejado las puertas abiertas a la entrada de inmigrantes, porque el tejido productivo los necesitaba. Hemos creado una gran bolsa de trabajadores mal remunerados y en situaci¨®n precaria que podr¨ªa ser muy dif¨ªcil de reubicar cuando el ciclo se enfr¨ªe. Una potencial bomba social".

Este peri¨®dico pidi¨® el pasado martes, sin ¨¦xito, una entrevista con altos cargos del Ministerio de Econom¨ªa, a ra¨ªz de la publicaci¨®n del informe de la OCDE. Otras fuentes de aquel departamento subrayan que, en todo caso, la incorporaci¨®n al mercado laboral de millones de trabajadores ha aumentado el nivel de bienestar de la sociedad espa?ola, y multiplicado las fuentes de ingresos de las familias. Precisan que en las negociaciones colectivas se han garantizado aumentos por encima del IPC del orden del 0,5% y que no se puede identificar el salario medio con los conceptos de bienestar y poder adquisitivo. "Puede que la din¨¢mica del salario medio no sea boyante", reconoce una persona del departamento de Econom¨ªa, "pero hay m¨¢s empleo y las familias cuentan con m¨¢s fuentes de ingresos que antes".

Desde el ministerio se hace adem¨¢s hincapi¨¦ en que la renta per c¨¢pita ha subido en esta legislatura m¨¢s que en la anterior, y con ella el umbral de pobreza relativa. La yuxtaposici¨®n de esa tendencia con la persistencia de la bolsa de pobres relativos describe un pa¨ªs que se mueve hacia arriba, pero sin acortar la distancia entre clases altas y bajas.

Otros analistas observan que la menor tasa de pobreza relativa en pa¨ªses europeos se debe al mayor esfuerzo redistributivo de los Estados, en comparaci¨®n con el de Espa?a. Eurostat indica que los pa¨ªses europeos han invertido en la ¨²ltima d¨¦cada recursos equivalentes al 28% del PIB como protecci¨®n social. En el mismo cap¨ªtulo, en el que entran las pensiones pero no la educaci¨®n, Espa?a invirti¨® un 20% de media. En 2005 era el 19,5%, frente al 22% de 1995.

Las fuentes aludidas del Ministerio de Econom¨ªa puntualizan que la estad¨ªstica no favorece a Espa?a, cuyos recientes esfuerzos en ese campo se ven poco reflejados por el aumento m¨¢s r¨¢pido del PIB que en otros pa¨ªses. Y tambi¨¦n, porque el dato no recoge apuestas presupuestarias del Gobierno, como la educaci¨®n, que tambi¨¦n es un gasto social.

Juan Iranzo, director del Instituto de Estudios Econ¨®micos -un centro vinculado a la CEOE-, cree que en este concepto Espa?a no tiene que intentar converger con Europa. "Es m¨¢s bien Europa la que tiene que converger con Espa?a", afirma.