El d¨ªa en que Merkel hizo de poli malo, y Sarkozy de bueno
La amenaza de Alemania de prescindir de los polacos en futuras negociaciones y la habilidad negociadora francesa salvaron la cumbre - Durante la larga madrugada, todos estuvieron pendientes de lo que ocurr¨ªa en Varsovia
Fue un thriller pol¨ªtico con golpes de efecto, sobresaltos de infarto, reparto de papeles y final feliz. La canciller alemana Angela Merkel hizo de polic¨ªa malo, y Nicolas Sarkozy, el hiperactivo presidente franc¨¦s, de bueno. Entre los dos, y con la ayuda de otros agentes destacados del cuerpo -Blair, Zapatero y Jean-Claude Juncker-, lograron reducir a los gemelos Kaczynski, decididos a secuestrar la cumbre en la que los jefes de Estado y de Gobierno de la Uni¨®n se hab¨ªan dado dos d¨ªas y dos noches para salvar Europa. Antes, hubo otros intentos de secuestro de brit¨¢nicos y holandeses sofocados mediante el pago del rescate.
El objetivo era dejar por escrito el embri¨®n de un nuevo Tratado que regular¨¢ el funcionamiento de una UE ampliada a 27. Por poco, pero lo consiguieron. Ahora habr¨¢ que esperar hasta 2017 para que la reforma "urgente" del sistema de voto de las decisiones comunitarias sea efectiva, seg¨²n el acuerdo que ayer vio la luz a las cuatro y media de la ma?ana.
"Tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, no pod¨ªamos perder la unidad de Europa", dijo Sarkozy
Merkel, presidenta de turno de la Uni¨®n, maquin¨® la estrategia y se puso al frente de la nave... hasta que perdi¨® la paciencia y vio que hab¨ªa tocado hueso, que los polacos estaban de verdad dispuestos a dinamitar el acuerdo. A la desesperada lanz¨® un ¨®rdago y amenaz¨® a los polacos con prescindir de ellos en las futuras negociaciones del Tratado, en la llamada Conferencia intergubernamental (CIG). Merkel dio entonces un paso atr¨¢s y cedi¨® el tim¨®n a Sarkozy y los dem¨¢s, espantados ante la idea de una nueva fractura Este-Oeste en Europa. A Polonia le entr¨® miedo y a las cuatro y media de la ma?ana, el acuerdo vio la luz, precedido de un conato de revuelta de ¨²ltima hora y un enfrentamiento entre B¨¦lgica y Holanda sobre el poder de los Parlamentos nacionales para influir en las iniciativas de la Comisi¨®n, que Sarkozy cort¨® por lo sano.
Eran ya m¨¢s de las cuatro de la ma?ana cuando los pa¨ªses del Benelux colisionaron. El acuerdo con los polacos estaba ya pr¨¢cticamente cerrado y los l¨ªderes llevaban desde por la ma?ana negociando. Harto, el presidente franc¨¦s se levant¨® de su silla y alterado tir¨® el l¨¢piz encima de la mesa. "Parece mentira. Dos pa¨ªses fundadores y que est¨¦n dando este espect¨¢culo", dijo el presidente seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas. Merkel disolvi¨® el plenario y ya aparte, B¨¦lgica, Holanda y la Comisi¨®n pactaron un texto alambicado sobre el papel de los parlamentos.
Sarkozy, a petici¨®n de Merkel, fue adem¨¢s el encargado de explicar y recabar el apoyo del resto de jefes de Estado y de Gobierno los pormenores del acuerdo que Francia, Luxemburgo, Espa?a, y Reino Unido alcanzaron con los polacos. "Ha sido un acuerdo muy dif¨ªcil, pero con ¨¦l, saldremos de la crisis. Es el mejor acuerdo para todos", dijo el presidente franc¨¦s. Nadie contest¨® y el silencio fue interpretado como un s¨ª.
La gran batalla se hab¨ªa librado bien entrada la madrugada en el despacho de Sarkozy y en l¨ªnea directa con Varsovia, donde el primer ministro Jaroslaw Kaczynski, el mayor de los gemelos -por 45 minutos de diferencia-, se resist¨ªa a dar su brazo a torcer. El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, en su ¨²ltima cumbre y Zapatero, junto con el luxemburgu¨¦s Jean-Claude Juncker, representando a los pa¨ªses del s¨ª a la Constituci¨®n, entraron y salieron del despacho de Sarkozy durante las tres horas que dur¨® la telenegociaci¨®n.
Pasada la medianoche, Jaroslaw, el duro de los Kaczynski, acept¨® por fin el sistema de voto de doble mayor¨ªa al que se opon¨ªa, ya que Polonia pierde peso respecto a Alemania con este reparto. Parte del trato incluye que el sistema no ser¨¢ totalmente aplicable hasta 2017, lo que seg¨²n Varsovia le permitir¨¢ hacer uso del actual reparto de voto, m¨¢s beneficioso, en parte de las pr¨®ximas negociaciones presupuestarias de 2013.
Pero mientras, en el plenario, -al que Merkel hab¨ªa entrado anunciando "fracaso", ajena a los ¨²ltimos avances de Sarkozy-, se gestaba otra revuelta, esta vez de los jefes de Gobierno de los 18 pa¨ªses de la UE que ratificaron la Constituci¨®n. La presidencia alemana les present¨® un documento, con las peticiones del oyente recogidas durante las reuniones bilaterales. Figuraban todas las exigencias brit¨¢nicas -rebajar la figura y cambiar el nombre al ministro de Exteriores de la UE y quedar exentos de la Carta de Derechos fundamentales entre otras- adem¨¢s de varios gui?os a Polonia como la inclusi¨®n de la cl¨¢usula de solidaridad energ¨¦tica o una frase en la que exim¨ªa a los Estados de ser sancionados por el tribunal de Luxemburgo por "razones de integridad moral".
Pa¨ªses como Espa?a se plantaron y pidieron a Merkel que aplazara la reuni¨®n hasta hoy, para poder estudiar todos los cambios. Alemania dijo que ni hablar, consciente de que dar tiempo a los jefes de Estado para consultar con sus expertos y capitales y volver con nuevas demandas ser¨ªa un suicidio y probablemente el fracaso del acuerdo.
Poco a poco se limaron las diferencias y a las 4.23 de la ma?ana, un SMS daba la noticia: "Acuerdo mandato CIG". Los periodistas corrieron -algunos salieron de debajo de las mesas donde dorm¨ªan a pierna suelta sobre la moqueta- a escuchar a los l¨ªderes, que repartidos en sus respectivas salas nacionales cantaron victoria y vendieron su triunfo.
Merkel sonri¨®. "No ha sido f¨¢cil". La maestra de ceremonias recibi¨® un ramo de rosas de la mano de Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, un presidente del Comisi¨®n Europea, visiblemente agotado. Mientras, un piso m¨¢s arriba, tambi¨¦n en el edificio del Consejo Europeo en Bruselas, Sarkozy, encendido, sacaba a los periodistas de su letargo con sus exclamaciones. "Hemos estado al borde de la ruptura. Pero tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, no nos pod¨ªamos permitir perder la unidad de Europa", sentenci¨®.
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