Una vivienda a cambio de nada
60 vecinos de Tetu¨¢n, v¨ªctimas de una posible estafa, reciben ¨®rdenes de desahucio de las casas que cedieron con la promesa de recibir otras nuevas
Una rebuscada estafa o un c¨²mulo de desprop¨®sitos empresariales han dejado sin casa a unas 60 familias de Tetu¨¢n. En realidad, cada familia se ha quedado sin dos casas. La antigua -casitas bajas en las que viv¨ªan desde hace d¨¦cadas en las calles de Tiziano, Dulcinea, Ja¨¦n y Teruel- y la nueva, por la que entregaron la vieja aspirando a un moderno piso completamente equipado.
El resultado de todo ello son unos papelitos blancos del juzgado que el pasado mi¨¦rcoles llegaron a una de las casas de la calle de Teruel. Una orden de desahucio para sus seis habitantes, que deber¨¢n abandonarla antes del 4 de agosto. "Nos quedamos en la calle", dice Vicente Rubio, de 59 a?os, con una sonrisilla amarga.
El complejo proceso que ha acabado con el desahucio empez¨® en 1995 y puede resumirse de la siguiente forma: los propietarios de las casitas bajas cedieron sus propiedades a una empresa a cambio de que ¨¦sta reformara el barrio y les devolviera viviendas y locales comerciales. Pero, sin que ellos lo supieran, la empresa hipotec¨® en el Banco Pastor todas estas propiedades por 77 millones de euros. Luego, la empresa dej¨® de pagar al banco, las viviendas salieron a subasta y, como nadie puj¨® por ellas, el Banco Pastor se las qued¨®. Fin de la propiedad para los vecinos. "A la calle", insiste Rubio con gesto incr¨¦dulo en el portal de su vivienda.
Los inmuebles afectados est¨¢n incluidos en el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de Tiziano-Dulcinea, en el distrito de Tetu¨¢n, un plan municipal para rehabilitar la zona. La empresa a la que los vecinos cedieron en 1995 sus propiedades es Somersen. Cuando fueron a tomar posesi¨®n de sus nuevas viviendas, hace dos a?os, descubrieron que estaban llenas de cargas, los 77 millones de euros en forma de hipoteca con el Banco Pastor.
El Ayuntamiento de Madrid, bajo cuerda, concede que lo sufrido por los vecinos "parece una estafa como una catedral", aunque se escuda en que "fue un contrato entre particulares" para no intervenir. Los afectados, en cambio, esgrimen un protocolo firmado por el Consistorio en el que ¨¦ste se hace responsable ¨²ltimo de la suerte de los vecinos. Su ¨²nica esperanza es que prospere alguna de las tres querellas interpuestas contra Somersen y, por elevaci¨®n, contra el banco.
La calle de Teruel parece un experimento. Es un serpenteante Frankenstein, lleno de cicatrices y costuras, de poco m¨¢s de 100 metros en el que caben todo tipo de edificios. Desde los viejos terrenos incluidos en el PERI, que se han convertido en modernas viviendas de protecci¨®n oficial, a solares con la estructura futura de un edificio paralizado desde hace dos a?os, viejas casas con un cierto aspecto se?orial y endebles edificaciones con los muros tapiados para que no entren los okupas. Si el prop¨®sito era reformar el barrio y darle una cierta uniformidad urban¨ªstica, el fracaso ha sido rotundo.
Susana Ochovo, hija de una de las familias afectadas por la supuesta estafa, explica que los propietarios entregaron 12 parcelas con una extensi¨®n de 34.000 metros cuadrados (equivalente a tres campos de f¨²tbol como el Santiago Bernab¨¦u). A?ade que cuando los vecinos descubrieron que sus nuevas casas estaban hipotecadas, presentaron una demanda civil, impuesta el a?o pasado, contra Promociones y Obras Tiziano (antigua Somersen). La respuesta de la compa?¨ªa fue presentar suspensi¨®n de pagos, el 4 septiembre de 2006.
Desesperados, los vecinos se querellaron entonces contra Somersen, su administrador principal, Bernardo Mart¨ªn Moreno -de quien denuncian que tiene una interminable mara?a de empresas instrumentales-, y el Banco Pastor por estafa, insolvencia punible -"puesto que la empresa present¨® una suspensi¨®n de pagos fraudulenta"- y delitos societarios.
Seg¨²n Ochovo, Banco Pastor ten¨ªa conocimiento de que la empresa a la que prest¨® 77 millones "no iba a cumplir con sus compromisos de pago y llev¨® a cabo una operaci¨®n absolutamente at¨ªpica y extra?a en el mundo de la banca", pues, seg¨²n ella, no se produce ning¨²n control del destino de los fondos y ¨¦stos pueden ser destinados a cualquier actividad, adem¨¢s de que la empresa hab¨ªa dado muestras en 2003 de que no ten¨ªa solvencia adecuada.
Por su parte, el Banco Pastor subraya que es "due?o leg¨ªtimo" del pr¨¦stamo hipotecario concedido a la empresa Somersen como promotora del PERI, tal y como han refrendado "tanto el juzgado de lo civil como de lo penal".
SOS a las instituciones
Los afectados por la presunta estafa reprochan al Ayuntamiento varios hechos. "Han contemplado sin intervenir las actuaciones de Courbasa y Bernardo Mart¨ªn Moreno, administrador de la empresa Somersen, que han ocasionado un retraso incre¨ªble en el PERI, que contin¨²a empantanado", dicen. Algunas voces del Consistorio conceden que las actuaciones de Mart¨ªn Moreno "parecen irregulares" y apuntan "al entramado de empresas" tejido por ¨¦ste como la mayor dificultad para reclamar.
Los afectados tambi¨¦n reprochan al Ayuntamiento que desde que abri¨® un expediente de incumplimiento en julio de 2006 "no ha hecho nada". Tambi¨¦n que no haya "forzado una reuni¨®n con el Banco Pastor para exigirle que negocie con los afectados". La r¨¦plica del Ayuntamiento es que no cree que tenga cabida su participaci¨®n "por tanto en cuanto todo fue un pacto libre y entre particulares, aunque tenga pinta de fraudulento".
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